Una revolución coral: Cuando la tecnología favorece a la tradición

Por Rune Nilsen, periodista, fotógrafo y escritor
Traducido del inglés por Aldana Audisio
Revisado por Juan Casabellas, Argentina

 

En un pequeño pueblo costero del norte del Círculo Polar Ártico una verdadera revolución coral es liderada por un ex mecánico y un músico sueco.

Las luces del norte palpitando en la noche del Ártico.

A 67 grados de latitud, en una pequeña península del Océano Atlántico, se encuentra la ciudad de Bodø con una población de 50.000 habitantes que el año entrante celebrará su aniversario número 200.

Los cimientos de esta comunidad costera fueron fundados en el siglo 19 en la época dorada de la pesca del arenque. En la actualidad Bodø es una pequeña ciudad pulsante con su propia universidad y un comercio próspero.

Fue aquí, donde el pigargo europeo sobrevuela a baja distancia el centro de la ciudad, donde las lanchas cortan el feroz torbellino de las olas, donde se puede jugar al golf bajo los rayos del sol de medianoche, que ChoralPractice fue concebido.

Todo comenzó con un sueco, Mikael Rönnberg – director de coro, cantante y músico- que llegó a Bodø en 1995 en un principio, como suele suceder, para quedarse solo un año como pianista. “Me quedé un poquito más”, dice Rönnberg, riendo.

 

Un gran desafío

Él siempre ha tenido una gran pasión por el canto coral. Mucho tiempo atrás, Rönnberg tuvo una idea que nunca olvidó por completo: “Tiene que haber una forma de hacer los ensayos más efectivos, simples y satisfactorios.”

“Cuando se dirige coros amateur, es un hecho real que la mayoría de los cantantes no pueden leer las partituras,” dice Rönnberg.

Por consiguiente, es el deber del director conducir a los cantantes por las distintas obras.

“Solíamos usar grabaciones de aprendizaje. Como director uno debe sentarse a grabar las diferentes voces de forma manual. Durante los ensayos cada voz tiene que ser aprendida de manera individual, lo que obviamente significa una gran inversión de tiempo antes de llegar a la parte divertida – interpretar la obra, darle color a la pieza, por decirlo de algún modo.”

Cuando la revolución digital se extendió a los estudios de grabación, Rönnberg tuvo una idea. Tenía que ser posible la creación de una herramienta digital para los cantantes corales.

“Sería mucho más complicado de lo que jamás me hubiese imaginado,” afirma.

 

No puede leer música

En 2004, Rönnberg fundó el Coro “Alle kan synge” (Coro “Todos Pueden Cantar”), especialmente dirigido a cantantes amateur, la mayoría de los cuales nunca había cantado antes. Estos cantantes no podían diferenciar un DO de un RE. La necesidad de una herramienta interactiva que asistiera a los cantantes era cada vez más urgente.

“Me mandaron algo que parecía ser la solución, pero nunca funcionó. Terminó en el fondo del cajón de mi oficina,” cuenta Rönnberg mientras sacude su cabeza.

Cuatro años más tarde –en 2008- le presentaron a un hombre llamado Jar Ivar Nilsen.

“Lo llamé por teléfono y le pregunté si era posible crear un software que ayudara a los cantantes corales a aprender una pieza.”

Nilsen recuerda muy bien esa llamada.

“Estaba limpiando el ático. Entonces este sueco llama pidiendo algo que no logro terminar de entender. De todos modos, le respondo: ¡Sí, seguro lo puedo hacer!”

Luego, Nilsen cayó en la cuenta de la magnitud del encargo.

“¿Qué demonios me está pidiendo que haga?”

 

Transformación digital

Jar Ivar Nilsen trabajaba como mecánico, pero por razones de salud se vio forzado a tomar un camino diferente. Como fanático devoto de las computadoras Apple, Nilsen encontró su vocación en la creación de música y el desarrollo de software.

Los primeros pasos de lo que hoy se conoce como ChoralPractice fueron dados programando con Adobe Flash.

“Todo el mundo lo usaba en esa época,” dice Nilsen.

Él no sabía nada de canto coral, pero había tenido experiencias musicales en bandas de desfile y en otras formaciones musicales. Además, estaba enamorado del funk y era el orgulloso poseedor de un bajo Alembic.

Así nació lo que se convirtió en una feliz y creativa relación laboral.

“En la actualidad, hay probablemente poca gente que conozca más “El Mesías” de Handel que Jar Ivar – ¡por lo menos no los mecánicos!,” ríe Rönnberg.

Juntos, Nilsen y Rönnberg, han invertido miles de horas en busca de la mejor solución. El camino ha sido largo y duro.

“Creamos una versión de prueba en Flash, pero luego ese programa murió,” explica Nilsen.

Esto fue en la época que el iPhone conquistaba el mundo. Entonces, la pregunta obvia apareció: “¿Por qué no desarrollar una aplicación para iPhone?”

Entonces se contactaron con el desarrollador de iOS en Bodø, Jørgen Skar, quien tomó la responsabilidad de programar la primera aplicación en su tipo.

“Poder utilizar esta herramienta en un Smartphone era algo gigante. De repente podrías practicar en cualquier lugar y en cualquier momento,” dice Rönnberg.

ChoralPractice tiene una versión para iPad – como así también para computadoras y Macs a través de su buscador habitual.

 

Fuerte inversión

La compañía, ChoralPractice, se fundó hace dos años y se invirtieron alrededor de cinco millones de coronas noruegas (USD 650,000 aproximadamente) en el proyecto.

“Hemos recibido un gran apoyo de organizaciones como Innovation Noruega (una organización financiera creada por el gobierno y diseñada para ayudar a emprendedores),” declara Rönnberg.

¿La clave del éxito? Bueno, lo importante está en los detalles.

“Desde el principio queríamos que todo fuera grabado y cantado por profesionales,” explica Rönnberg.

“Participó Magnus Staveland, entre otros tenores noruegos reconocidos mundialmente.”

ChoralPractice es tan fácil de usar como brillante. La aplicación reproduce una grabación multicanal en sincronía con una partitura. El volumen de los canales individuales puede regularse, y un marcador animado sobre la partitura ayuda a seguir la pieza. Hay también una lectura continua que es perfecta para ensayar partes particularmente difíciles.

Un tercer truco de la aplicación es la habilidad de volver a reproducir la grabación en un tempo más lento para poder escuchar todos los detalles.

“Esto se hace sin cambiar el tono, lo que es algo imperativo,” comenta Rönnberg.

“Esa parte demanda una gran cantidad de programación avanzada,” afirma Nilsen.

Hasta el momento la aplicación no ha generado ninguna ganancia para los emprendedores.

El dinero, según ellos mismos dicen, no es el principal objetivo.

“En cierta forma, somos parte de una misión. ¡Queremos ayudar a los cantantes corales de todo el mundo!,” explica Rönnberg.

 

Gran mercado

No caben dudas de que el mercado potencial para ChoralPractice es inmenso.

En Noruega hay alrededor de 240.000 cantantes corales.

En la Unión Europea el número asciende a 20 millones y en Estados Unidos a más de 36 millones.

“Nuestro objetivo es ofrecer una versión gratuita de la aplicación y luego agregar una versión Pro por separado,” dice Rönnberg.

ChoralPractice ha realizado una lista de los 25 trabajos corales más populares alrededor del mundo para ser grabados en la aplicación. El objetivo es ofrecer la mayor cantidad posible de estos enormes trabajos corales cantados por coros de todo el mundo – una y otra vez. Por ahora hay 5 piezas en el mercado. Los desarrolladores están trabajando para incluir contenido de otros géneros. En ambos casos, el proceso lleva mucho tiempo.

Apresurar las cosas es un callejón sin salida en este proyecto. Cada pequeño detalle, ya sea del texto o las notas musicales, se debe revisar dos o tres veces.

“Luego de la publicación de Handel “El Mesías,” pasaron unas pocas horas cuando recibí el primer email que decía que había un error,” explica Rönnberg.

En la reproducción de “Y por sus llagas fuimos curados” un RE aparecía en lugar de un RE bemol.

El hecho de que alguien descubriera un simple error entre las más de 20.000 notas musicales en la que consiste nuestra grabación, nos estaba diciendo que los usuarios demandaban un alto grado de calidad.

 

Objetivos claros

¿Hacia dónde vamos? Nilsen y Rönnberg se han puesto grandes desafíos como objetivos.

  • El objetivo de ChoralPractice es convertirse en el proveedor por excelencia de asistencia para aprender pistas o realizar ensayos alrededor del mundo. Queremos que la calidad de las grabaciones sea tan buena que puedan ser disfrutadas cuando se reproducen incluso si no están siendo utilizadas con fines de aprendizaje.
  • El objetivo es alcanzar los 100.000 usuarios.
  • La compañía buscará socios estratégicos y financieros.

 

Aunque la historia de ChoralPractice sea una historia de obstinación, deseo y fe interminable en la idea, los emprendedores admiten que ha habido tramos sinuosos.

“Una vez nos chantajearon. Pagamos por un software que nunca llegó a nuestras manos. ¡Lo esperamos en vano por tres años!”

“Un consejo para los emprendedores: elijan con cuidados a sus socios,” remarcan Nilsen y Rönnberg.

Luego de siete años de trabajo incansable, si tuvieran la oportunidad ¿volverían a elegir el mismo camino una vez más?

Las miradas de Nilsen y Rönnberg se cruzan un instante antes de responder a coro: “¡SÍ!”

 

Mikael Rönnberg, fundador, CEO y Director Artístico de Choral Practice Learning Tracks es cantante, director coral y músico nacido en Hoting, norte de Suecia. Desde 1995 ha vivido y trabajado en Bodø, Noruega. Tuvo formación como pianista, organista y cantante en las universidades de Trondheim, Tromsø y Bergen. Enseña música y canto en la Universidad de Nordland y es el director del coro masculino Bodøoktetten y el coro Alle kan synge-koret (Coro Todos Pueden Cantar – coro/ curso de música abierto a todo el público) que tiene más de 2500 participantes. También es maestro coral en Bodø en la Filarmónica Ártica y es fundador del Festival Internacional de Órganos de Bodø, el Festival Picadilly Opera Pub y Ensamble Vocal Profesional Vocal ART.

 

Website: www.choralpractice.com
Email: info@choralpractice.no