América Cantat 7
Bogotá, Colombia, del 23 al 30 de Marzo de 2013
Concluyó el Festival América Cantat VII en Bogotá, Colombia, que tuvo lugar entre el 23 y el 30 de marzo de 2013. Es para mí un gran placer presentarles las opiniones de los participantes y directores de los talleres, quienes podrán darles una visión desapasionada y personal del festival organizado por la Corporación Coral y Orquestal de Colombia (CCOC) al que asistieron 1.200 participantes de 36 nacionalidades diferentes y 51 coros. Se realizaron 11 talleres, 3 mesas redondas, el estreno mundial de la obra encargada «CANTA AMÉRICA», el gran desfile y concierto masivo de bienvenida a las delegaciones nacionales y extranjeras en la Plaza de Toros de Bogotá, y hubo 21.000 asistentes a los 52 conciertos que se realizaron en 16 escenarios.
Oscar Escalada
compositor, arreglista, director musical y musicólogo
Autoridades del América Cantat VII
Presidente pro-témpore: Jorge Zorro Sánchez
Directora General: María Beatriz Giraldo de Calle
Gerente Financiero: Abraham Hidalgo
Gerente General: María Catalina Prieto
Director General CCOC: Jorge Alejandro Salazar
Coordinadora de talleres y participantes: Carolina López
Coordinadora de montajes sinfónico-corales: Linda Vanessa Rodríguez
Coordinadoras de conciertos vespertinos: Cristina Calle y Stefany López
Jefe de prensa: Marleny Fandiño
Coordinadora de voluntarios: Gladys Forero
Revisión editorial: Marcela Giraldo
Impresión: Inkventiva Producciones – Gustavo Millán
Presidente de la Asociación Argentina de la Música Coral América Cantat: Ricardo Denegri
Secretario permanente de la organización América Cantat: Oscar Escalada
Comentarios
Koenraad De Meulder
Amberes, Bélgica
Director general de Koor&Stem, la Organización Coral de Flandes
Tesorero de European Choral Association – Europa Cantat
Bajo presupuesto, alta exposición
El concepto «Cantat» va por todo el mundo: Turín (Italia) organizó la 18ª edición del festival Europa Cantat, la ciudad de Bogotá en Colombia fue sede de la séptima edición de América Cantat y los preparativos de la 19ª edición del Europa Cantat Festival en Pécs (Hungría) ya comenzaron hace bastante tiempo. El concepto «Cantat» continúa atrayendo a muchos (jóvenes) cantantes de Europa, América Latina y muchos otros lugares de todo el mundo.
La séptima edición del festival América Cantat sumergió a más de 1.500 participantes en el repertorio coral de América Latina y les dio la oportunidad de familiarizarse con la rica cultura coral, intensa y colorida de países como Argentina, Venezuela, Cuba y, por supuesto, Colombia. El festival se abrió con un gran concierto de apertura al público en la vieja Plaza de Toros de Bogotá en la que se animó a los cantantes y miembros del público a participar activamente en el programa. Algunos de los arreglos de canciones populares como Colombia tierra querida, Son de la loma y La pollera colora convirtieron en poco tiempo la arena en un canto salvaje y en una fiesta de baile.
El punto culminante del concierto de inauguración oficial en el Teatro Mayor fue, sin lugar a dudas, la actuación de la fantástica Opereta Ecológica en Cuatro Actos, una composición de Alberto Grau arreglada para orquesta por el joven director y compositor colombiano Jorge Alejandro Salazar. María Guinand estuvo a cargo de un concierto brillante y dinámico con coro y orquesta, que estaba formado exclusivamente por jóvenes músicos. La actuación recibió una ovación de pie. Durante este concierto, se llevó a cabo también por primera vez la Cantata América del compositor español José Buenagu.
Durante las sesiones de la mañana, hubo varios talleres con un repertorio coral muy variado. La organización del festival había invitado a un gran número de directores y profesores extranjeros: Robert Harris, de Estados Unidos, Mark Anthony Carpio, de Filipinas, Elise Bradley, de Canadá, Luimar Arismendi, de Venezuela, Digna Guerra, de Cuba, Silvana Vallesi, de Argentina, Ricardo Portillo, también de Argentina, Hiran Santos Monteiro, de Brasil, Julián Gómez, de Colombia y Josep Vila, de España.
La séptima edición del América Cantat también ofreció un escenario para los coros de todo el mundo. Los representantes latinoamericanos Schola Juvenil de Venezuela y Entrevoces de Cuba estaban entre los mejores coros del festival. El Coro Santa Cecilia de Colombia y la North Sydney (Australia) presentaron un concierto con muy buen gusto de la Gran Misa en Do menor, KV427 de WA Mozart en la iglesia Cristo Rey.
El proyecto Studio Vocale de Alemania dio varios buenos conciertos en Bogotá.
Witloof Bay (Bélgica) y el Cat’s Pajamas (Estados Unidos), dos grupos vocales, introdujeron alguna variación en el programa de conciertos sobre todo clásico, con su nueva interpretación de canciones pop.
El coro mundial Time Ensemble fue, sin lugar a dudas, un extraño en el programa de conciertos del festival. El Time Ensemble está compuesto por ex-cantantes del Coro Juvenil Mundial y, por lo tanto, son importantes embajadores del concepto «coro juvenil mundial». Trajeron un programa muy interesante con una hermosa pieza del compositor estadounidense Dan Bosque y demostraron que podemos esperar mucho de ellos en el futuro.
Finalmente The University of Philippines Madrigal Singers y The Swingle Singers ofrecieron los conciertos con la altísima calidad que todos esperábamos.
La organización de la América Cantat ha dado lo mejor de sí misma. Un equipo muy entusiasta de voluntarios demostró que se pueden lograr un montón de grandes cosas con un presupuesto bastante limitado. Esto nos da que pensar para la organización de festivales similares en Europa.
Virginia Bono
Santa Fe, Argentina
Directora del Estudio Coral Meridies, Coro Juvenil AsomArte y Coro Femenino del Instituto Coral de Santa Fe. Diplomada en Dirección Coral en Santa Fe, Argentina y Frankfurt, Alemania.
La edición de América Cantat en Bogotá significó para mí muchas de las cosas que buscaba al inscribirme: un espacio de encuentro, un ambiente en constante ebullición, un escenario múltiple con múltiples ofertas, una oportunidad para conocer, crear y enlazar contactos, un camino de aprendizajes y un tiempo para disfrutar.
Como invitados especiales se presentaron coros de altísimo nivel que nos hicieron disfrutar, conocer nueva música y revivir clásicos del repertorio coral. Muchos otros coros, en su gran parte colombianos, oficiaron de coros piloto para los diferentes talleres y lo hicieron con solvencia y entrega.
12 talleres se desarrollaron con éxito ofreciendo variedad musical y encanto propio, el encanto de cada uno de los maestros que los condujeron y que convivían con sencillez a la par de los demás participantes.
Disfrutamos de conciertos inmemorables, en rincones del hotel, en el cerro Montserrate al aire libre, en iglesias, museos y teatros. La apertura fue colorida y divertida, al mejor estilo latino, en la vieja Plaza de toros, y el concierto oficial de presentación un espectáculo de integridad y alto nivel musical a cargo de niños y jóvenes colombianos, venezolanos y australianos bajo la batuta y preparación de grandes maestros.
He vuelto feliz a mi tierra, renovada y reconfortada por las delicias escuchadas y por los amigos encontrados, con más ideas y más energía. Me quedarán postales mezcla del paisaje colombiano y de las sonrisas agradables, generosas y siempre dispuestas de los cantantes de MADZ, los atuendos de Time Ensemble, la finura y musicalidad de Entrevoces, el movimiento y el ritmo de los jóvenes de la Schola Cantorum de Venezuela, el sonido majestuoso de los otros jóvenes del coro Simón Bolívar también de Venezuela, la exquisitez de las obras del Coro Universitario de Mendoza y la alegría de tantos otros coros que nos regalaron sus voces en tierras bogotanas.
Jorge Córdoba Valencia
México DF, México
Compositor y director musical del ensamble vocal femenino Tuúmben Paax
«AMÉRICA CANTAT VII» América canta a la vida
Versa un refrán muy conocido e igualmente citado: «Todo tiempo pasado fue mejor… » y pienso que, en algunos casos, sí es posible aplicarlo tal cual, pero en el caso de los Festivales América Cantat, estoy seguro que no, ya que he tenido la fortuna de haber asistido a dos emisiones de este ya famoso Festival: México 2004, Cuba 2007 y ahora Colombia, y puedo afirmar que en cada una he percibido la misma disposición de querer que el Festival salga lo mejor posible, y América Cantat VII no podía quedarse atrás. La óptima organización que se percibía en esta emisión contribuyó en mucho a que se sintiera un ambiente especial, tan lleno de energía que, aunque estuviera alguien con un dórico estado de ánimo, el mismo ambiente lo empujaba a que se conectara y mutara a un modo más que mayor. ¡Cantar en grupo siempre genera momentos mágicos!
Otro hermoso punto fue la reacción del público asistente que, aunque propiamente no perteneciera al «público conocedor», fue de una generosidad especial, ya que brindaron desde un sonriente aplauso, pasando por un conmovedor gracias con los ojos llenos de lágrimas o un contundente ¡bravo! ¡todos de pie!. Admito que la música coral tiene una gran ventaja sobre las otras bellas maneras de hacer música: el instrumento es el propio ser humano y tenemos la sin igual posibilidad de hacer dos artes al mismo tiempo: música y poesía; estas dos actividades tan cercanas, tan primohermanas que se aceptan una a la otra sin reparo ni aclaración. Una vez más comprobé que ¡Cantar en coro es, además de unir nuestras voces, unir nuestros espíritus, es soñar con un mundo mejor!
Agradezco a los creadores de estos maravillosos Festivales, ¡y a nuestros hermanos colombianos que lograron una exitosa y alegre fiesta coral! ¡Gracias por compartirnos sus anhelos, sus logros y sobre todo su corazón! ¡Felicidades!
Robert A. Harris,
Evanston, Illinois, EE.UU.
Director de orquesta y compositor, profesor emérito de Estudios y Dirección Coral en la Escuela de Música Bienen de la Universidad Northwestern en Evanston, Illinois. Sus obras corales han sido publicadas en Oxford University Press, Boosey y Hawkes, Walton Music, Kjos Music y otros.
Fue un gran placer haber participado en los talleres del Festival América Cantat VII, celebrado en Bogotá, Colombia, del 23 al 30 de marzo de 2013. Tener la oportunidad de conocer y trabajar con coristas, directores corales y colegas talleristas de América y Europa fue sin duda una maravillosa y gratificante experiencia. Mi taller, que se ocupó del repertorio afroamericano (Negro Spirituals), fue muy concurrido. De hecho, tenía entre 125 y 150 participantes inscritos, la mayoría de los cuales participaron como coristas. Había una gran variedad de experiencias corales entre los cantantes. Muchos eran miembros experimentados de las distintas agrupaciones corales que actuaron en el festival, mientras que otros tenían menos experiencia y no muy extensas habilidades de lectura de música. Sin embargo, todos estaban muy comprometidos, interesados y entusiasmados por aprender más sobre el género Spiritual, sobre todo de la experiencia y punto de vista de un director de coro afroamericano. La efusión de los comentarios positivos que expresaban gratitud por lo que se ha aprendido y experimentado, entre los ensayos y la presentación en concierto fue de hecho conmovedora y memorable. Esta maravillosa experiencia proporciona otro ejemplo de cómo el medio de interpretación coral va más allá de la cultura y el lenguaje, y cómo se respeta el género Spiritual y es querido por los pueblos de todo el mundo.
Josep Vila i Casañas
Barcelona, España
Director y compositor. Director del Orfeó Català i del Cor de Cambra del Palau, profesor de dirección de coro en la Escola Superior de Música de Catalunya. Es autor de un amplio catálogo de música vocal y vocal instrumental.
El América Cantat VII que tuvo lugar esta Semana Santa en Bogotá resultó para mi una muy grata vivencia. En primer lugar por el excelente ambiente que se creó entre todos los participantes, ambiente que propició una constante comunicación entre cantores y directores de muy diversas procedencias. Tanto dentro de los talleres como en los espacios comunes como los ágapes, los desplazamientos a los conciertos o las visitas culturales pudimos gozar de multitud de encuentros y charlas en las que intercambiamos experiencias, conocimientos, anhelos e ideales. Y en segundo lugar por el buen nivel de los conciertos programados. Nadie puede negar que hubo una gran variedad de estilos corales y de repertorios que fueron deleite de los que pudimos escucharlos como público.
Desde la perspectiva de un director europeo como yo, sumergirse durante siete días en un baño de cultura coral latinoamericana de alto nivel resulta verdaderamente fascinante a la vez que enriquecedor. Me impresionaron mucho las obras de los compositores contemporáneos, en especial los arreglos de música tradicional y algunas composiciones basadas en ritmos y bailes caribeños. La audacia de los arreglistas y, en algunos casos, el alto nivel de virtuosismo de sus intérpretes me dejó maravillado. Por ahí destacaría la espléndida labor de coros como el Coro Universitario de Mendoza, Argentina, del Joven Coro Sinfónico Simón Bolívar y la Joven Schola Cantorum de Caracas, ambos de Venezuela y del Coro Arcadia de Colombia. Pero sin duda alguna, uno de los momentos más emocionantes para mí fue la tarde en que pude ver dirigir, desde muy cerca y de perfil, a la maestra cubana Digna Guerra. La depuración, eficacia y expresividad de su técnica gestual me impresionó sobremanera. No en vano, el sonido de su coro Entrevoces era de una perfección y una transparencia superior. La riqueza de matices de sus interpretaciones no tenía límites y no dejaba de sorprendernos a lo largo de sus diversos conciertos.
Solo tengo palabras de agradecimiento y admiración para la maestra Cecilia Espinosa y todos los componentes del coro Tonos Humanos, los cuales garantizaron con su presencia, su entrega y su infinita generosidad artística el éxito de mi taller, un taller que dedicamos a madrigales europeos del Renacimiento y a obras de los siglos XX y XXI inspiradas en el estilo de los antiguos polifonistas.
Para no alargarme demasiado y poder ir un poco más allá de lo estrictamente musical, terminaré destacando el exquisito talante hospitalario de los bogotanos que nos trataron más que bien durante toda la semana, el disfrute que supuso probar en dos ocasiones el Ajiaco Santafereño y las maravillosas vistas que vimos desde el Santuario de Monserrate, lugar maravilloso que, como buen catalán que soy, no podía dejar de visitar.
Mi enhorabuena pues, a todos los que trabajaron en la preparación de este importantísimo evento coral y un buen consejo para aquellos que lean este artículo y no tuvieron ocasión de asistir: ¡No se pierdan el próximo América Cantat VIII!
Editado por Carmen Torrijos, Francia