Barcelona, un auténtico museo al aire libre

Los asistentes al simposio disfrutarán de una gran ciudad mediterránea llena de historia y cultura.

Por Barbara Anglí, Montserrat Cadevall, Ramon Vilar (Federació Catalana d’Entitats Corals)

 

Barcelona, capital de Cataluña, es una ciudad mediterránea y cosmopolita que integra restos romanos, barrios medievales y los más bellos ejemplos del Modernismo y las vanguardias del siglo XX. No es de extrañar que la UNESCO haya declarado Patrimonio de la Humanidad construcciones emblemáticas de los arquitectos catalanes Antoni Gaudí y Lluís Domènech i Montaner. De origen romano, su larga historia y su dinamismo económico han proporcionado a Barcelona un impresionante acervo cultural, patente en la conservación de su rico patrimonio histórico-artístico y en el fomento de las corrientes artísticas más novedosas.

Su núcleo primitivo, que se encontraba rodeado por murallas en la época romana, conforma el actual Barrio Gótico. Calles estrechas, con recoletas plazas y rincones entrañables, acogen una abundante muestra de construcciones góticas tanto civiles como religiosas. Alrededor de la impresionante Catedral de la Ciudad Condal surgen algunos palacios medievales. La Plaça del Rei agrupa otro dédalo de maravillosos edificios como el Palau Reial Mayor, la Capilla de Santa Ágata o el Museu d’Història de la Ciutat. Por su parte, la Plaça de Sant Jaume reúne a importantes instituciones como el Palau de la Generalitat y el Ayuntamiento o Casa de la Ciutat.

Al lado del Barrio Gótico, y también de origen medieval, se extiende el Barrio de la Ribera. En su origen agrupaba a comerciantes y gentes de la mar, pero con el paso del tiempo se construyeron, además, magníficos palacetes. Algunos de ellos han sido acondicionados para albergar importantes museos de la ciudad, como el Museu Picasso. El carácter integrador de Barcelona hace que, en escasos metros, viajemos en el tiempo desde las estructuras góticas de la iglesia de Santa María del Mar hasta el Modernismo del Palau de la Música Catalana. A finales del siglo XIX se definió el urbanismo del área central de Barcelona, L’Eixample (Ensanche). Una extensa cuadrícula, con grandes avenidas y ángulos en chaflán, aunó el trazado irregular de barrios antiguos y poblaciones periféricas con las colinas de sus alrededores. La emergente burguesía catalana erigió aquí sus mansiones poniendo en práctica los principios más atrevidos del Modernismo. Arquitectos como Gaudí, Domènech i Montaner y Puig i Cadafalch contaron con maestros de las artes aplicadas para llenar de fantasía las calles de Barcelona. Obras como el Park Güell, “La Pedrera” o el Templo de la Sagrada Familia son sólo algunas de las numerosas joyas modernistas que pueblan la ciudad. La Rambla, una de las arterias del casco histórico que conduce al Mediterráneo, es uno de los mejores lugares para cogerle el pulso a la ciudad. Sus diferentes tramos llevan al visitante desde la iglesia románica de Santa Anna hasta el mercado de pájaros y los puestos de flores, pasando por bellas muestras de la arquitectura renacentista y barroca. Algunos centros de la vida cultural y cotidiana de esta zona son el Palau de la Virreina, el Mercat de la Boquería o el Gran Teatre Liceu. Barcelona es una ciudad que mira al mar y su fachada marítima es un compendio de diferentes estilos artísticos. Les Drassanes, las antiguas atarazanas y sede del Museu Marítim, y la Llotja del mar son una muestra de las instalaciones portuarias medievales. Casas porticadas conducen al Parc de la Ciutadella, la Villa Olímpica y el Port Olímpic. Playas, muelles, una impresionante oferta museística y de ocio (L’Aquàrium, Imax 3D, el mirador de Colón…) convierten el puerto de Barcelona en un lugar cosmopolita y lleno de vida. Algunas de estas modernas instalaciones son herencia de los Juegos Olímpicos de 1992, huella que también se percibe, junto a las monumentales obras de la Exposición Universal de 1929, en la montaña de Montjuïc. El Castell de Montjuïc (Museu Militar) domina esta emblemática montaña en la que se encuentran joyas de la arquitectura barcelonesa. La plaza de Espanya, la Fuente Mágica, el Palau Nacional (con el fondo medieval del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC)) o la Anella Olímpica son algunas de las obras más sobresalientes. El Estadi Olímpic, la Torre de Calatrava, el Palau d’Esports Sant Jordi y el Pabellón INEFC (Institut Nacional d’Educació Física de Catalunya) de Ricardo Bofill se integran en bellas áreas ajardinadas. La cultura de Barcelona se refleja en sus edificios, sus parques y sus esculturas al aire libre, pero también en incontables colecciones museísticas. Nombres propios como Picasso, Miró, Tàpies o Gaudí cuentan con museos que recogen su obra. Piezas de arte de todas las épocas se conservan en el Museu d’Història de la Ciutat, el Museu d’Història de Catalunya, el Museu d’Art Modern o el Museu d’Art Contemporani (MACBA). Otras muchas instituciones ponen al alcance de todos las vanguardias artísticas a través de exposiciones permanentes y temporales. El Centre de Cultura Contemporànea de Barcelona (CCCB) o CaixaForum son algunas de ellas, en las que el contenido es igual de importante que el continente.

Quienes participen en el simposio disfrutarán del mejor canto coral y de una ciudad magnífica.

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Traducido del inglés por Jaume Mullol García, España

Revisado por Juan Casabellas, Argentina