Medicina Coral del País Vasco: Javier Busto
Por Cara Tasher, Directora coral y maestra
Javier Busto, consumado médico, compositor y director, compartió conmigo algunas ideas durante el mes de mayo y, para asegurarme de que nuestros lectores reciban la mayoría de la información, he reducido mi parte de la entrevista.
Cara Tasher (CT): “Tres vascos hacen un coro” implica una cultura de canto. Cuéntenos sobre su viaje como músico vasco.
Javier Busto (JB): Sí, es cierto lo que se dice sobre los vascos; nuestra cultura ha sido realmente identificada con el canto y yo lo he experimentado desde que era niño. Desde mi infancia siempre he cantado en coros y en mi adolescencia me uní a diversos grupos de rock y música folklórica. Como niño, tuve una breve y pobre introducción a la educación musical; fue recién de adulto cuando me convertí en un músico autodidacta. En mis años universitarios di mis primeros pasos en la dirección coral y empecé a escribir mis primeras canciones para coros. A lo largo de los años, he fundado y dirigido dos coros (Eskifaia Abesbatza y Kanta Cantemus Korua), con los que he recibido importantes premios y reconocimientos. Creo que mi trabajo como maestro de directores de coros, así como mi aliento a los jóvenes a unirse a esta empresa, ha sido una de mis contribuciones, tanto en la dirección coral como en la composición coral.
CT: Parece que el coro masculino ha predominado en la música vasca. ¿Cuál fue su inspiración para crear Kanta Cantemus Korua (KCK), un coro femenino?
JB: Hacia finales del siglo XIX y comienzos del XX, la mayor parte de los coros vascos eran completamente de hombres. La razón principal era que en las iglesias no se les permitía a las mujeres cantar en el coro. Comúnmente, los coros estaban integrados por niños y hombres. Durante los años 50 o 60, comenzó a permitirse a las mujeres que se unieran a los coros, aunque anteriormente a esto muchos coros masculinos ya habían empezado a convertirse en coros mixtos. Durante aproximadamente 25 años, dirigí principalmente coros mixtos. En 1995, decidí formar el KCK porque, en mi experiencia previa, la disciplina y el compromiso de las mujeres había sido superior al de los hombres.
CT: Describa el repertorio que realiza con sus coros, fuera del suyo propio.
JB: Me gustaría destacar, sobre todo, mi trabajo como director del Eskifaia Abesbatza, desde 1978 hasta 1994. Con este coro realicé fundamentalmente música vasca, pero no exclusivamente. También interpreté música contemporánea escrita por grandes compositores de todo el mundo, e incluso música sinfónico-coral como la Sinfonía Nº 7 de Mahler, Carmina Burana de Orff, el Requiem de Guerra de Britten, o el Requiem de Fauré. Además, realicé también música contemporánea a cappella de compositores como Poulenc, Sven David Sandström, Vic Nees, Szokolay, Hugo Distler, Jean Berger, entre otros. Con el KCK, tuve también la oportunidad de abordar repertorios muy complejos, y el trabajo resultó ser menos difícil que con mi anterior coro mixto, dado que la experiencia musical de las coreutas era amplia. Esto nos permitió trabajar con repertorios que solamente podían abordar cantantes experimentados. Con este coro programé, sobre todo, mis propias composiciones, pero también animé a excelentes compositoras como Eva Ugaled, Junkal Guerrero, Idoia Azurmendi, entre otras, que son también cantantes de mi coro, a que comenzaran a escribir música coral, que ahora es bastante reconocida en nuestro país.
CT: Los directores aprecian en sus publicaciones el detalle de las traducciones al español y al inglés, ya que la lengua vasca es menos familiar.
JB: La lengua vasca es algo que pertenece a un pueblo tan pequeño en cantidad que debemos trabajar muy duro para mantenerlo vivo por todos los medios. Es un grupo cultural muy importante y no podemos permitir que desaparezca sin dejar rastro. Debido a esto, yo siempre escribí mucha música en vasco, tratando de asegurarme, a través de las traducciones al español y al inglés, de que los directores de coro y los cantantes pudieran entender los textos de la misma manera en que nosotros, los vascos, podemos cantar Brahms en alemán, en ruso, o a Takemitsu en japonés, entre otros. Los coros de estos países deben cantar de la misma manera la música escrita en euskera, alcanzando así el objetivo de que esta lengua minoritaria -probablemente la más vieja de Europa- no se perderá.
CT: Características del estilo compositivo de Busto.
JB: Mi música tiene dos raíces fundamentales: rock y música folklórica vasca. Deliberada o inconscientemente, siempre trabajo mucho para que estas influencias aparezcan en mi música, específicamente los ritmos vascos. Incluso intento que ellos aparezcan en la música religiosa. Sí, indudablemente la influencia vasca está siempre en mi música. Del mismo modo, la armonía del rock and roll y de la bossa nova también están siempre presentes.
CT: Sería útil saber más acerca de los grandes poetas vascos que usted incluye en sus obras no sacras como José Ángel Irigaray, Josune López, etc.
JB: En muchas de mis composiciones he usado poemas de poetas vascos como los que usted ha mencionado, pues son amigos míos que siempre me han proporcionado textos fonéticamente notables. José Ángel Irigaray y yo compartimos ciertas semejanzas, ya que ambos somos médicos y su poesía, como mi música, está conectada a la cultura de nuestro pueblo. En los últimos años, también he estado trabajando con poesía en español (como Pablo Neruda, Octavio Paz, Miguel Hernández, Federico García Lorca, entre otros), que está dándome nuevas fuentes de inspiración musical. Josune López es una mujer de gran sensibilidad y muy amable en la expresión de sus sentimientos. Ella ha estado cantando conmigo desde que tenía 14 años. Su madre, Lurdes Zubeldia, también ha escrito mucha poesía en vasco y actualmente su hija, Ane García, sigue los pasos de su madre. He usado poemas de las tres en muchas de mis canciones. La última, HEGAN, que es un poema de Ane, se estrenó el 20 de mayo de 2011. A esta lista también añadiría a Inazio Mujika. He usado la mayor parte de sus textos para crear algunas de mis obras interpretadas con mayor frecuencia como “Sagastipean”, que es enormemente reconocida en el mundo coral internacional. Comencé a escribir canciones de sus poemas a través de algunas de sus publicaciones en nuestro periódico local, “Diario Vasco”, de San Sebastián. Más tarde lo conocí personalmente. Una vez, él escribió poemas para niños pequeños, poemas para adolescentes y poemas para adultos, que me permitieron adaptar la música para la clase de texto que él proponía. Actualmente es un editor de literatura vasca y sigue escribiendo.
CT: Vida recorrida como médico y director/compositor.
JB: Hasta que tenía 18 años y comencé a estudiar medicina, yo interpretaba música de rock and roll y un género que en aquel tiempo llamaron “canciones de protesta hippie”. A partir del mismo momento en que inicié mis estudios de medicina, comencé a cantar en el Coro Universitario de Valladolid y a dirigir el Coro de Estudiantes Vascos de Valladolid “EDERKI”. Fue en esa época cuando empecé a escribir música para coros de un modo espontáneo. Yo no tenía estudios musicales de ninguna clase. Comencé a aprender mientras estudiaba partituras de otros autores. Es cierto que he trabajado duro y he combinado ambas actividades, la profesional como médico -que es mi medio de vida- y la musical, hasta el día de hoy.
CT: Con respecto al futuro de las tradiciones musicales vascas.
JB: Creo que la tradición musical vasca a un nivel orquestal está garantizada porque el Gobierno Vasco hace importantes inversiones en orquestas profesionales. De esta forma, los compositores pueden seguir escribiendo música vasca. A nivel coral, sin embargo, tengo mis serias dudas. El nivel general de los coros ha caído, especialmente, debido a la decisión de no incluir el canto coral en las escuelas del País Vasco. Una tradición que nos ha concedido fama alrededor del mundo durante tantos años, ahora nos ha hecho retroceder. Nuestro nivel coral actual es bastante irregular, con las excepciones de los grandes coros que se dedican a la música coral sinfónica, y de muy pocos coros que toman en serio su trabajo y tienen buenos cantantes en sus conjuntos.
CT: La inspiración propia frente a los trabajos por encargo.
JB: Por lo general, he escrito mis obras voluntariamente, ya que he considerado que mi conocimiento sobre las voces siempre me ayudó a escribir música a la carta basada en las posibilidades de los coros. Es decir, si debía escribir para un coro cuyos tenores no funcionaban muy bien, siempre trataba de hacer las partes de tenor más fáciles. He escrito muchas canciones para toda clase de coros y, generalmente, para coros dirigidos por amigos de los cuales no recibí ningún tipo de pago. Por otra parte, me han pedido escribir obras de muchos países, aunque muchos de ellos todavía no han sido publicados, en numerosos casos debido a su nivel de dificultad. Estoy interesado en cualquier proyecto que pudiera beneficiar a los coros. Por ejemplo, cualquier tipo de música que tenga un cierto nivel de complejidad, pero que con tiempo y trabajo duro, podría ser cantada por coros de un nivel medio. En este momento, mi objetivo fundamental es proporcionar música que pueda ser interpretada por muchos coros, aunque de vez en cuando escribo música muy compleja que solamente pueden realizarla coros de alto nivel. Recientemente he entregado algunas obras que han sido publicadas por Carus Verlag en Alemania. Ahora mismo escribo una obra que será incluida en un libro que recopila canciones de diversos autores para recaudar fondos para las víctimas del terremoto de Fukushima en Japón. Evidentemente, mediante la transferencia de los derechos de esa edición para los japoneses. En los próximos años seguiré escribiendo música, ya que me han consultado desde Japón e Italia, lo que es suficiente trabajo por el momento. En mi vida como compositor siempre hubo momentos en los que no he escrito prácticamente ninguna obra durante uno o dos años. No sé lo que sucederá en estos próximos 10 años, pero sé que habrá nuevas composiciones de Javier Busto.
Javier Busto nació en Hondarribia, en el País Vasco de España, en 1949. Se graduó como médico en la Universidad de Valladolid. Conocido internacionalmente como compositor musical y director coral, ha presentado sus composiciones en el Cuarto Simposio Mundial de Música Coral en Sydney, Australia, en 1996, y fue director invitado en el “Tokio Cantat” en el 2000. Sus coros han ganado primeros premios en Francia, Italia, Austria y Alemania. Busto ha sido jurado en competencias corales y de composición en España, Francia, Italia y Japón. Sus composiciones son publicadas en Suecia, Alemania, España y Estados Unidos.
Aquellos interesados en contribuir con el Rincón del Compositor del BCI, para compartir información relevante con la comunidad, deberían contactarse con la Dra. Cara Tasher (Universidad de Florida del Norte en Jacksonville) en: ctasher@gmail.com
Traducción: Mgter. Javier Perotti, Argentina