Reflexiones sobre (los Éxitos y Fracasos de) las Organizaciones Corales en África
Por Rudolf de Beer, director coral y maestro
Introducción
La tendencia occidental de formar entidades bajo la modalidad de organizaciones por razones de gestión se ha establecido en casi todas las sociedades del mundo. En el llamado mundo coral, muchas organizaciones locales, regionales, nacionales e internacionales organizan actualmente festivales, concursos, seminarios, simposios y otros eventos relacionados. Con la denominación de organización, federación o incluso sociedad (un término usado originalmente para grandes grupos corales aficionados), estas entidades son la fuerza motriz de grandes eventos corales en el mundo, entre los cuales algunos son más exitosos que otros.
En consonancia con las tendencias internacionales, se han hecho muchos esfuerzos durante los últimos años para fundar organizaciones corales nacionales en el continente africano. Tuve la (¿debería decir afortunada?) oportunidad de ser parte de al menos dos de estos esfuerzos en Sudáfrica, iniciados por Kåre Hanken, de la Asociación Noruega de Coros y la Federación Internacional para la Música Coral (FIMC). Estos esfuerzos, así como el recién formado Instituto Coral de Sudáfrica (Chorisia), tienen, naturalmente, problemas con los políticos que quieren tener el control sobre todas las iniciativas nacionales. Este error ideológico es tal vez la razón de las numerosas dificultades políticas en el continente, el resultado directo de grupos o individuos impulsados por motivos financieros o el deseo de hacerse con el control y no por el objetivo de la causa en cuestión. Otras desventajas son la falta de capacidades de gestión, de habilidades financieras y de estrategias de comunicación, incluyendo la infraestructura técnica.
Sin embargo, las iniciativas exitosas de la FIMC en África fueron destacadas durante la reunión de Barcelona de la Junta Directiva y los Consejeros en 2010, aunque quedó claro que tanto estas empresas actuales como los futuros proyectos, están necesitando fuerzas impulsoras ya sea en forma de individuos o grupos de personas. El African Children Sing (ACS) es un derivado del Coro de Niños Winneba que, según Edusei Derkyi, “formaron el núcleo del primer campamento del ACS”, mientras Directores sin Fronteras era exitosamente impulsado por Thierry Thiébaut en la mayoría de los países africanos de habla francesa. Se establecieron, entre otras, las Federaciones para la Música Coral en Togo y el Congo, con la asistencia de este proyecto y de particulares, especialmente, desde A Coeur Joie Internacional [2], que invirtió gran parte de su tiempo y energía en la formación de estas estructuras administrativas.
Probablemente una de las lecciones más importantes para ser aprendida por cualquier organización, a fin de no reinventar la rueda una y otra vez, es aprender de otras organizaciones similares. Aquí es donde organizaciones tales como la FIMC, A Coeur Joie International y otras organizaciones corales nacionales, como la Fundación Schola Cantorum de Venezuela, pueden ser de gran ayuda.
El objetivo de este artículo conciso es poner de relieve los factores que tienen un efecto positivo o negativo en la fundación de dichas organizaciones, con algunas soluciones propuestas que -espero – ayudarán probablemente a las organizaciones corales en África a superar tales problemas. Sin embargo, si estas recomendaciones se basan únicamente en sugerencias prácticas sin referencia a algunos peligros ideológicos, la mayoría de estos esfuerzos puede fallar otra vez.
Fundamentos para la existencia de las organizaciones corales
Un hilo dorado que une a la mayoría de las organizaciones corales es la promoción y educación para la música coral, mientras se procura mejorar el funcionamiento coral en el mundo. Prueba de ello son las declaraciones sobre la misión de algunas de las organizaciones corales más grandes del mundo. El objetivo central de la Asociación de Directores de Coros de Estados Unidos es “promover la excelencia de la música coral a través de la actuación, composición, publicación, investigación y enseñanza… [así como también] procurar que se incremente la posición de la música coral en la sociedad estadounidense a través de la promoción de las Artes”[3]. La Asociación Coral Japonesa “pretende popularizar la música coral y mejorar su nivel, fomentar y guiar a los grupos corales y el desarrollo de la cultura musical”[4]. La mayoría de las organizaciones alcanzan estos objetivos a través de eventos como simposios, seminarios, festivales, concursos o encuentros que promueven el canto, la educación o la discusión. Esto confirma el hecho de que una organización que no se vale de sus miembros, ya sea a través de una o más de las actividades enumeradas, lucha por sobrevivir.
Aunque hay numerosos coros activos en África, las principales actividades que rodean la música coral se basan en concursos o festivales corales donde las actuaciones de los coros se valoran a través de clasificaciones [de un jurado]. La mayor parte de las organizaciones corales, como la actualmente inactiva Sociedad Coral Sudafricana, sirven en realidad como estructuras de organización para algunos de estos eventos, aunque los mismos están ocupados muriendo de una muerte lenta debido a las ideologías políticas, en un país donde las organizaciones, desde la era predemocrática, siguen siendo objeto de represalias o de luchas individuales de poder. Sin embargo, no hay muchas organizaciones corales en África que hayan tenido éxito en la realización de otras actividades más allá de la única organización de concursos o festivales, aunque una organización religiosa, la Asociación de Músicos Corales de Ghana “se formó para reunir a todos los músicos corales de Ghana, así como para fomentar la unidad entre ellos y promover la música coral en Ghana”[5].
Sin embargo, la necesidad de acontecimientos corales más grandes incitó a instituciones financieras, gubernamentales, religiosas, turísticas y de otro tipo a organizar festivales únicos, concursos y actividades corales educativas. El Festival Coral Vida Silvestre de Manda, en Cobue, Mozambique, organiza eventos para formar músicos corales como parte de una iniciativa del Nkwichi Lodge en el Norte de Mozambique, para promover el turismo en esa región[6]. “Las Escuelas Corales Sudafricanas Eisteddfod son uno de los programas de enriquecimiento escolar coordinados por el Departamento de Educación”[7], y el Festival Nacional de Coros Antigua Mutual “es el mayor y más prestigioso concurso de música coral de Sudáfrica”[8]. La “Asociación Coral Espiritual Interconfesional”[9] en Malawi y el “Festival de Música Apostólica”[10] de 2010 en Zimbabwe fueron organizados por iglesias confesionales.
Incluso coros individuales, universidades o los más grandes festivales musicales organizarán eventos para proporcionar entre los músicos corales oportunidades para aprender y compartir. Los Huruma Rainbow Singers “organizaron el primer Festival Nacional de Coros en Tanzania”[12], mientras la división de dirección coral de la Universidad de Stellenbosch en Sudáfrica celebró el simposio coral internacional “Voces de Sudáfrica” en cooperación con la FIMC, seguido de dos seminarios anuales. “El Festival Musical de Kenia es un evento que se celebra cada año entre los meses de mayo y octubre”[13] y es uno de los mayores festivales de música en el continente, que también es anfitrión de un gran festival coral.
Todos estos eventos o esfuerzos apuntan hacia la promoción y educación para la música coral. Cuando estas nobles directrices son los factores reguladores, en la mayoría de los casos la organización será sostenible, aunque en un continente como África, muchos otros factores influyen también en las estructuras de organización y gestión para la música coral.
El papel de la FIMC para convertir obstáculos en posibilidades
En un continente donde la ideología de la democracia no está todavía arraigada en la cultura de la mayoría de los ciudadanos, el objetivo de los políticos para controlar las empresas no gubernamentales en muchos casos bloquea estas iniciativas. Además, la falta de conocimientos, disponibilidad de o acceso a la tecnología, así como las infraestructuras deficientes, sirven para impedir la comunicación -un factor clave en la gestión de las organizaciones-. Los factores económicos son un obstáculo más para la gestión de las estructuras organizativas. Aparte de los factores aquí mencionados, así como otros problemas externos, hay además causas que obstaculizan el camino del buen funcionamiento de las organizaciones que pueden encontrarse en el propio mundo coral.
Si cambia el foco de cualquier organización para promover ideologías individuales, beneficios personales o agendas políticas, está demostrado que estas organizaciones también dejan de existir o no funcionan en absoluto. Otro problema en las organizaciones más grandes es que los individuos son también miembros fundamentales de las organizaciones más pequeñas, lo que lleva más de una vez a un conflicto de intereses. Por otra parte, las organizaciones más grandes podrían reclamar el crédito por los éxitos de las organizaciones miembros aunque no hayan movido un dedo para asistirlas en sus emprendimientos. Muchos coros tampoco quieren formar parte de organizaciones en las que el objetivo principal es la educación en lugar de la competencia.
Entre los propósitos de la FIMC se incluyen los objetivos de “reforzar la cooperación entre las organizaciones nacionales e internacionales y personas interesadas en todos los aspectos de la música coral” y de “incentivar la formación de organizaciones corales en países y regiones donde no las hay”[15]. Sin embargo, por el hecho de que la FIMC como organización debe, en primer lugar, velar por sus miembros, y al mismo tiempo, esta organización es una entidad sin fines de lucro, no puede brindar ayuda económica para la concreción de estos objetivos. Sin embargo, no debe subestimarse el valor de apoyo moral, empresarial y educativo. En todas las historias exitosas de esta organización, los esfuerzos de los miembros individuales e institucionales de la FIMC fueron factores claves en el establecimiento de organizaciones existentes o proyectos, especialmente en el continente africano. La comunicación en forma más regular podría mejorar estos esfuerzos, aunque la mayoría de las personas que participan en eventos corales en el continente africano gana el pan de cada día en profesiones no musicales. Esto es parte de la razón de la ausencia de organizaciones, coros, instituciones y, sobre todo, de personas que en África establezcan organizaciones corales en su propio domicilio.
En un continente donde la lucha por la supervivencia supera a cualquier actividad no esencial, podrían seguirse ejemplos de historias exitosas, como los esfuerzos de los miembros fundadores de la FIMC en A Coeur Joie International de Francia, para asistir a las comunidades corales en África y fortalecer sus perfiles mediante el establecimiento de estructuras organizativas a fin de promover la música coral a través de la comunicación, la educación y, lo más importante, el canto coral.
[1] Photo de Kåre Hanken
[2] http://www.acoeurjoie.com/contenu/coeur-joie-international
[4] http://www.jcanet.or.jp/inter/JCA_guide.html
[5] https://www.facebook.com/login.php?login
[6] http://www.justgiving.com/fionaellischoir & http://www.justgiving.com/mandawct
[7] Departamento de Educación Básica de Sudáfrica. Escuelas Corales Sudafricanas Eisteddfod 2010. Reglas de Participación.
[8] http://www.oldmutual.co.za/about-us/sponsorship/arts-and-lifestyle/national-choir-festival.aspx
[9] http://www.malawi-invest.net/cont_ngo_list.html
[10] http://allafrica.com/stories/201003090035.html
[11] http://www.oldmutual.co.za/documents/NationalChoirFestival/Wallpapers/1280×1024/wallpaper_06.jpg
[12] http://hrs.yolasite.com/projects.php
[13] Porter, J. (2011). The Sound of Music in Kenya. Yale-New Haven Teachers Institute: http://www.yale.edu/ynhti/curriculum/units/2000/5/00.05.07.x.html
[14] Colección privada de fotos del Primer Simposio Internacional de Dirección Coral Stellenbosch & Voces de Sudáfrica, en 2009
[15] http://ifcm.net/index.php?m=7
Rudolf de Beer se unió al Departamento de Música de la Universidad de Stellenbosch en 2006 y actualmente es conferencista principal en dirección coral, coordinador de educación musical, director artístico de la Schola Cantorum Stellenbosch y director del Coro Mecer City of Tygerberg. Anteriormente dirigió, entre otros, el Coro de Niños Drakensberg, el Coro Nacional Juvenil de Sudáfrica y el Coro Nacional de Cámara Excelda (un proyecto de las Juventudes Musicales de Sudáfrica). Estudió en la Universidad de Potchefstroom, mientras obtuvo su Maestría en dirección coral y musicología en la Universidad de Oslo. Completó su Doctorado en Música -en dirección coral- a través de una iniciativa conjunta entre la Universidad Metropolitana Nelson Mandela de Port Elizabeth y la Academia Estatal Noruega de Música de Oslo en virtud de su mentor, Kåre Hanken. Como director del 1er Simposio Internacional en Dirección Coral de la Universidad de Stellenbosch, fue el coordinador local de la 4ta Conferencia Coral Multicultural de la FIMC, “Voces de Sudáfrica”, en abril de 2009. Regularmente recibe invitaciones como especialista para dictar talleres, conferencias y clases magistrales sobre África y música coral sudafricana -el tema de su investigación para su doctorado-. También fue coescritor del capítulo sobre África en el Manual Cambridge para Música Coral (en preparación) y también ha publicado artículos sobre este tema particular en otros lugares. Sus actividades de investigación incluyen conferencias y publicaciones para, entre otros, ISME, FIMC, SAME, Musicus, Cambridge Publishers, etc. Correo electrónico: rudolf@sun.ac.za
Traducido por Óscar Llobet y Javier Perotti, Argentina
Edited by Graham Lack, Germany