El Canto Coral y la Educación del Ciudadano

André Pires

Director de Coro

 

Cuando me honraron haciéndome llegar una invitación para escribir este artículo acerca de la relación entre el canto coral y la educación, me pregunté si sería posible decir algo al respecto que no hubiese sido dicho o escrito antes. ¡Tarea difícil! Tuve que hacer un esfuerzo para no rechazar la invitación, y lo he escrito. Aquí está:

El hombre es un animal político, vive en sociedad. “Los otros” pueden ser su infierno (Sartre) o su paraíso (Jesús), según la actitud personal que este hombre asuma en sus relaciones sociales. Y puesto que un coro es una sociedad en miniatura, allí pueden experimentarse los límites y las fronteras entre un individuo y la colectividad. Uno soporta al otro como el otro lo soporta a uno. Es suficiente con que un tenor no cante tal nota del acorde a la misma altura que sus compañeros para que todo el edificio musical se rompa y se derrumbe ante el público. Cada cantante tiene una función parecida a la de uno de los laterales del arco gótico, donde los lados opuestos, derecho e izquierdo, se soportan mutuamente en un equilibrio arquitectónico formidable y estable, capaz de garantizar la permanencia de la catedral durante siglos… El coro puede ser así considerado como un verdadero laboratorio de la vida en sociedad.

Un coro se forma siempre a partir de algunos intereses en común entre personas, ya sea simplemente el deseo de cantar, intereses religiosos, políticos, empresariales, escolares, profesionales, económicos, etc.  Además de esos intereses comunes iniciales, cada grupo se conforma con una extrema diversidad: personas más ricas y más pobres, hombres y mujeres, introvertidos, conversadores, mayores o jóvenes, gays y heterosexuales, blancos y negros, casados y solteros, más o menos cultos. En fin, cada coro es una micro- representación de la macro-sociedad en la cual se inserta. Debe buscar la unidad por la diversidad, con la diversidad dentro de la diversidad. Esta unidad será la consecuencia de la construcción y realización de un proyecto sonoro imaginado colectivamente –al igual que un país o una nación es siempre el resultado de la imaginación colectiva que conlleva el proyecto de su pueblo. El proyecto sonoro de un coro no sabría ser individual, dado que pertenece a todos los que en él participan. (A decir verdad, un director de coro no tiene ningún poder ante un acorde con problemas o una desafinación durante un concierto. Puede detectar este problema durante los ensayos, y puede sugerir una solución, pero no será  nunca capaz de corregirlo; ésa es la tarea del cantante.)

De esto se trata la interdependencia: uno da lo mejor de sí en beneficio del grupo, y el éxito del grupo se transforma en el éxito de cada uno. El cantante debe intentar permanentemente descubrir el punto de equilibrio entre “mostrarse” y “ocultarse”. No debe cantar pro domo sua, sino pro domo nostra. La parte y el todo dialogan y se sustentan constantemente. Los aplausos del público son la coronación de este logro compartido. Es por ello que podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que la experiencia del canto coral es capaz de formar mejores ciudadanos, menos egoístas, más solidarios, disciplinados, respetuosos y tolerantes.

A lo largo de cada ensayo un cantante o una cantante pueden sentir la experiencia única de percibir qué es la sintaxis musical (incluso la sintaxis social). El coro canta, por ejemplo, una secuencia armónica de cuatro acordes: do menor, la bemol mayor, fa menor y, para terminar, do mayor. Supongamos que durante este tiempo, los tenores deben sostener siempre un do natural prolongado: ¡perciben enseguida que el do que están cantando no es la misma nota todo el tiempo! suena como tónica en el acorde de do menor, suena como tercera en el de la bemol mayor, como quinta en el fa menor y como tónica en el do mayor. Son cuatro “does”! La transformación de las otras voces al lado de los tenores los provoca, los afecta y los modifica a pesar de ellos. Estos tenores que tuvieron la ilusión, durante el ensayo por cuerdas, de ser siempre los mismos cantando ese prolongado do, descubren, sin embargo, durante el ensayo conjunto de las cuatro voces, que están condenados ellos mismos a transformarse sin cesar y a convertirse en otros, y otros, y todavía otros, llevados por la relación con las otras voces diferentes de la de ellos. Con esas voces forman continuamente acordes diferentes, como en un caleidoscopio, a pesar de la primera falsa sensación de cantar siempre el mismo do… Esta sintaxis puramente musical es ciertamente una metáfora de la sintaxis social  y política. Lo que aprendemos dentro del coro se replica en la sociedad.

Antes de terminar este artículo, propongo una visita al diccionario. Cuando buscamos la etimología de una palabra corremos el riesgo de alcanzar el momento mágico de su génesis, descubrimos ese momento lleno de fuerza  y de energía que fue capaz de dar nacimiento a esa palabra  – esas mismas fuerzas y energías que son capaces de dar nacimiento a una estrella completamente nueva! ¡Muchas veces descubrimos significados insospechados anteriormente, nos maravillamos delante de este suceso magnífico! El camino que esa palabra ha recorrido en el tiempo hasta llegar a nuestros días, las transformaciones que ha tenido, los significados que ha recogido, todo eso tiene el poder de refrescar esa palabra, de mostrárnosla jovial bajo (y a pesar de) su vieja piel. Investigando la etimología de estas dos palabras – educación y coro – podemos, tal vez, descubrir algunos lazos entre ambas, algunos hilos con los cuales nos sería posible tejer aún ciertas consideraciones finales.

  1. la palabra francesa chorale (choir, chorus en inglés) proviene de la palabra latina medieval choralis, adaptación de las palabras griegas aún más antiguas khorallion y khorós (coro de danza, de donde deriva la palabra “choreo-graphia” – y, por extensión, coro de canto en común). ¿Será por casualidad, sin duda, que la palabra cœur (corazón en francés, cor, cordis, en latín), sitio imaginario de la psiquis o del alma desde hace milenios, sea en lengua francesa, homófona de chœur (coro)… y que se diga que tal  música es cantada o tocada “par cœur” (de memoria)… y que se llame “ac-cord” al conjunto armónico simultáneo de varios sonidos en diferentes alturas?
  2. La palabra Educación  proviene del latin ex ducere,   que quiere decir: conducir (ducere) desde el interior al exterior (ex). Ex ducere se transformó en educar,  pasando por las formas ex-ducare y e-ducare. ¡Qué bella trayectoria! En primer lugar, porque promover la educación de alguien sería, entonces, provocar su desarrollo desde dentro hacia afuera, de lo más simple a lo más complejo, de lo más cerrado a lo más abierto. En segundo lugar, porque sería una invitación a salir de sí mismo, a abandonar su “id”, a dirigirse hacia los otros, a no ser un “idiota”. Educar significaría,  entonces,  ayudar a alguien mientras recorre su proceso de desarrollo personal, pero a la vez insertar conveniente  y armoniosamente a este individuo en el mundo exterior a él, hacerle establecer relaciones con los otros, colocarlo en buena relación con su entorno. Me pregunto qué otra herramienta, qué otro instrumento, qué otro procedimiento, entre los pedagogos, podría ser tan eficaz como las artes y los deportes para alcanzar estos dos objetivos. ¿Qué materias, qué disciplinas en la escuela serían capaces de conseguir más cómodamente la concreción de esta tarea? Entre las artes, la música, ciertamente, se destaca sobremanera- y dentro de la música, el canto coral…

El canto coral juega, sin duda, un rol ciudadano en el mundo moderno. En un coro amateur (no profesional), no se canta un repertorio impuesto por los medios. El canto coral es, en ese sentido, un verdadero movimiento de resistencia a los medios, un movimiento de resistencia a la música ‘lista para usar” impuesta por la globalización; el canto coral sigue enseñándonos, a inicios del siglo XXI, que se puede hacer y escuchar música, obteniendo de ella un verdadero placer, sin hacer uso de 64 subwoofers, alimentados por un sistema de  30.000 watts.

Un coro siempre presenta a su público el universo de lo humano, las dimensiones de lo humano, los misterios, las miserias, los afectos, la belleza y la seducción de lo humano.

 

André Pires es director de coros y  dirige el Coro de la Universidad  Federal  de Juiz de Fora. Es presidente del comité artístico del festival AMERICA CANTAT 6 que tendrá lugar del  7 al 15 de Mayo de  2010, en Juiz de Fora, Brasil.

Sitio Web: www.ufjf.br/americacantat

 

 

Traducción del inglés por Ariel Vertzman, Argentina