Respuesta del mundo coral al pedido de ayuda internacional
Por Jonathan Velasco, director coral, presidente de la PCDA
Filipinas ha tenido el año pasado algo más que su cuota habitual de catástrofes naturales. El 15 de octubre, un fuerte temblor de 7,2 grados de magnitud sacudió las islas de Bohol y Cebú, matando a más de 200 personas y destruyendo edificios e iglesias que eran tan antiguos como el comienzo del cristianismo en el país, hacia el año 1600. Esto incluyó la iglesia Loboc, donde el premiado Coro de Niños Loboc tenía su residencia. El coro escapó ileso, pero su iglesia estaba en ruinas. Apenas tres semanas más tarde, vino un tifón.
A comienzos de noviembre, Joel Aquino, director coral de Manila, preparaba su Coro de Niños STEFTI para el concurso nacional de coros en Manila, a fin de mes. El coro estaba ubicado en la ciudad de Tacloban, y Joel tuvo que volar hacia esa localidad para cada ensayo. Había mucho en juego: el coro era uno de los seis coros de niños clasificados para cantar en la competencia nacional.
El 8 de noviembre de 2013, el tifón Haiyan (Yolanda) tocó tierra en Guiuan, Sámar Oriental, en Filipinas. Fue la tormenta más fuerte que tocó tierra que se haya registrado alguna vez, y es probablemente el tifón más fuerte registrado alguna vez en términos de velocidad del viento. El tifón trajo consigo una marejada de 5 a 6 metros de altura, que arrasó casas endebles en las costas, arrastró autos y camiones a su paso como juguetes, y depositó enormes barcos mercantes tierra adentro. Esto sucedió en Tacloban, una ciudad densamente poblada, antes de ocurrir lo que New York Times describió como “una forma mortal de rayuela”, ya que el tifón tocó tierra cinco veces más en las islas centrales (incluyendo Cebú), antes de salir de Filipinas.
El paso del tifón dejó una enorme franja de destrucción, con ciudades enteras arrasadas y una montaña de árboles cocoteros después de derrumbes y árboles arrancados de raíz. Se perdieron 6.201 vidas y hay miles de personas que siguen desaparecidas. Los daños en la agricultura y la infraestructura ascendieron a casi 880 millones de dólares. Escapando solo con la ropa puesta, los sobrevivientes pronto se encontraron ante una grave crisis humanitaria, sin que llegara ninguna ayuda inmediata, sin comida ni agua, y sin que hubiera policía para brindar orden y paz. Los muertos estaban en las calles, pero no había quién los sepultara.
Después de varios días de parálisis debido a la ruptura de las instalaciones de comunicaciones, así como de caminos intransitables y un aeropuerto totalmente destruido, el mundo entró en acción. Comenzó a llegar ayuda inmediatamente desde todos los rincones del planeta. Conmovidos por las imágenes que se vieron por televisión, varios gobiernos e instituciones no gubernamentales enviaron rápidamente dinero, barcos, artículos de emergencia, personal médico, carpas, bolsas para cadáveres, aviones y rescatistas. Los filipinos de todas partes del mundo colaboraron con las campañas masivas de ayuda, organizando eventos y haciendo contribuciones de sus propios bolsillos.
El mundo coral no se quedó atrás. La Asociación de Directores de Coro de Filipinas (PCDA, por su sigla en inglés) puso en marcha una serie de conciertos de fin de semana, en noviembre y diciembre, con artículos de emergencia y donaciones de dinero en efectivo, que servían como entradas para los eventos. Las sedes provinciales de la PCDA también entraron en acción, con conciertos para recaudar fondos en iglesias y centros comerciales. Hubo muchos coros que se unieron, sobre todo en las grandes ciudades de Manila, Cebú y Davao. La celebración del Día Internacional del Canto Coral en esas ciudades estuvo ligada a las campañas de recaudación de fondos de la organización.
En diciembre pasado, la Federación Internacional para la Música Coral (FIMC) alentó a sus miembros a celebrar el Día Internacional del Canto Coral, brindando alrededor del mundo cualquier clase de ayuda que desearan, con una mención especial sobre la situación de Filipinas. La Asociación Coral Europea – Europa Cantat realizó un llamado a sus miembros para participar activamente en la campaña de ayuda, a fin de contribuir con la Cruz Roja de Filipinas.
Coros como Philomela y Grex Musicus, ambos dirigidos por Marjukka, presentaron un concierto el 17 de diciembre de 2013, cuya recaudación se destinó a la campaña de ayuda. El coro del Conservatorio de Música de Nagaland, en Nagaland, India, presentó un concierto benéfico titulado “Paraíso”, el 4 de diciembre. En Estados Unidos, filipino-norteamericanos encabezaron la campaña para realizar conciertos, sobre todo en la costa oeste, donde reside una gran cantidad de filipinos. El Coro Juvenil de Nueva Zelanda, que estaba en una gira por Estados Unidos, pudo cantar en un concierto celebrado el 17 de noviembre en la catedral de Nuestra Señora de los Ángeles, en Los Ángeles, California. Tres coros filipinos con sede en Singapur, liderados por el Psalmi Deo Chorale, cantaron en un concierto en Singapur denominado “Canciones de esperanza”. Los cantantes del SYC Ensemble de Singapur dedicaron su concierto aniversario a las víctimas del tifón, con la interpretación de canciones filipinas de Navidad.
Los coros del mundo se unieron en el canto, dirigiendo sus voces y espíritus hacia la ciudad de Tacloban y hacia todas las otras ciudades golpeadas por el tifón Haiyan. Finalmente, Joel Aquino encontró a los integrantes de su coro, de a un niño por vez. Lamentablemente, él ya no tiene más el coro. Los niños se han dispersado por todo el país, para vivir con sus familiares y amigos, mientras su amada ciudad lucha por rehabilitarse. Con la ayuda humanitaria, con coros cantando al unísono, la gente de las islas ha emprendido el camino de regreso hacia la tierra que habitaba.
Jonathan Velasco es un muy solicitado director coral, realizador de clínicas musicales y jurado en el mundo de hoy. Estudió en la Escuela de Música de la Universidad de Filipinas y en la Escuela de Música Sacra de Berlín. Fue miembro y director asistente del Coro Mundial de Jóvenes, y en 1996 se convirtió en su primer director asiático. Velasco celebra periódicamente clínicas y talleres de dirección coral en Filipinas y en todo el mundo. Es miembro del jurado en diversos concursos corales en Europa y Asia. Actualmente dirige la agrupación coral Ateneo Chamber Singers. Velasco es asesor de la junta directiva de la FIMC y representante de Filipinas en el Consejo Coral Mundial. En 2008, fue elegido como primer presidente de la Asociación de Directores de Coro de Filipinas recientemente creada. Correo electrónico: choirmaster@gmail.com
Traducido del inglés por Javier Perotti, Mendoza (Argentina)