Fly over the Rainbow
Nuevas oportunidades para descubrir nuestros talentos y vivir mejor
De Xu Qian, secretaria general de la Asociación de Coros de Shenzhen y organizadora de acontecimientos
Hace trece años, la espléndida actuación de los Niños Cantores de Viena en el auditorio de Shenzhen emocionó a los ex alumnos de la Universidad de Pekín. Nos sirvió para darnos cuenta de la capacidad que tiene la música para preservar la cultura y transmitirla por medio del canto coral. El nuestro es un país multiétnico en el que abunda la cultura y la música tradicional, pero con el progreso de la urbanización y la civilización, muchas culturas tradicionales están a punto de desaparecer.
La actuación de esa agradable noche primaveral suscitó un animado debate que culminó en la decisión de crear una fundación de beneficencia pública. Con la fundación Green Pine Growth & Care de Shenzhen como entidad central, las escuelas de diversas etnias podrían formar sus propias agrupaciones corales y seguir cantando las canciones tradicionales de su infancia. Decidimos que el proyecto se llamaría Fly over the Rainbow (Volar sobre el arcoíris). Ese mismo año, la inauguración del auditorio de Shenzhen abrió nuevos horizontes culturales para la ciudad más joven de China. El proyecto del nuevo coro nos hizo cumplir sueños maravillosos. Cambió la vida de muchas personas y rindió homenaje a la ciudad con mucho más de lo que nadie hubiera imaginado.
El 6 de junio de 2007, un mes después de poner en marcha la fundación, creamos el primer coro infantil de Fly over the Rainbow en el Tíbet. Años más tarde, en la séptima noche de noviembre de 2019, la fundación Green Pine celebró el primer festival nacional de coros infantiles de Shenzhen, en el que participaron 36 coros miembros en representación de 28 grupos étnicos de toda China, incluida la provincia de Taiwán. En los momentos finales del concierto, los organizadores de la fundación teníamos las emociones a flor de piel. Nos acordamos de los fracasos y las dudas, incluso de los miedos de que el proyecto encallara. Pero en esos momentos finales, todo había merecido la pena.
Durante 13 años de dedicación, Fly over the Rainbow ha cultivado una buena relación con los patrocinadores de cada uno de los coros étnicos. Los primeros benefactores del proyecto fueron un conjunto de empresas propiedad de los ex alumnos de la Universidad de Pekín. Más adelante se fueron integrando otras empresas, instituciones e incluso particulares en respuesta a la aparición progresiva de coros nuevos y a la relevancia cada vez más tangible del proyecto. Era algo más que una iniciativa benéfica; representaba la adquisición gradual del sentido de corresponsabilidad de salvaguardar el patrimonio de la humanidad. Ahora, cada coro dispone de una o más empresas asociadas que ejercen como patrocinador habitual y realizan visitas periódicas para promover la comprensión y el sentido de propósito. Este sistema distribuido de benefactores derivó en un aumento de la estabilidad y la eficacia de los patrocinios, lo que aseguró la continuidad del proyecto.
China reconoce a 56 grupos étnicos. La mayoría pertenecen a la etnia Han, que representa a más del 91 % de la población china. Es una de las etnias más duraderas del mundo, con más de 2 000 años de antigüedad. El resto lo constituyen las minorías, distribuidas por toda la geografía del país. Sin embargo, es probable que la población rural o de montaña sea la única que conserve su lengua y su cultura. A lo largo de la historia, muchos grupos minoritarios han perdido sus tradiciones y han asimilado las costumbres de los Han. A raíz de la urbanización, muchas personas también han perdido sus tierras y han emigrado a la ciudad. Los cambios en el estilo de vida traen cambios en la cultura.
El proyecto Fly over the Rainbow se gestó en Shenzhen, una pequeña aldea que prosperó hasta convertirse en una urbe de prestigio internacional en tan solo 40 años. Shenzhen es motivo de orgullo nacional: se la considera el Silicon Valley chino y un destino con grandes perspectivas de futuro. Millones de talentos emigran a Shenzhen, que ya acoge a más de 15 millones de personas con una media de edad de 26 años. Es curioso que uno de los proyectos más importantes para conservar el patrimonio cultural más antiguo de China haya nacido en la ciudad con la población más joven.
Wang Fang, secretaria general de la fundación Green Pine y directora del proyecto Fly over the Rainbow, afirma: “A lo largo de los siglos, el artista tradicional chino ha basado su método de enseñanza en la oralidad. Nosotros somos los primeros en enseñar la tradición en la escuela”. Gracias a una entrevista con la directora, hemos podido averiguar algo más:
Llevar la formación artística tradicional al aula es un gran avance.
En China, la mayoría de la población rural comparte la misma ascendencia y apellido. Este antiguo modelo social, basado en la transmisión de la tradición a las generaciones posteriores, es una parte muy importante de la vida en las poblaciones pequeñas. Por ejemplo, supongamos que un bailarín de gran talento instruía a un grupo de personas en las artes de la danza. Con el paso de las generaciones, la danza se convertía en una tradición importante del pueblo. El bailarín original recurría al discurso oral para formar a sus discípulos y a las familias en el transcurso del día a día. Así es como se han transmitido las artes tradicionales chinas durante más de 1 000 años.
Sin embargo, en las últimas décadas, el apellido ha perdido parte de su importancia en la vida cotidiana, sobre todo porque muchos jóvenes abandonan sus pueblos natales para buscarse un futuro en la ciudad. Pero encontrar un trabajo mejor no resulta sencillo: son personas que han trabajado en la agricultura tradicional, con un nivel de vida bajo y escasa formación académica, por lo que la nueva vida en la ciudad les obliga a empezar de cero.
En los últimos 13 años, la fundación Green Pine ha sido una de las primeras en reconocer los talentos en las artes tradicionales e incorporarlos como profesores. Los encontramos trabajando de albañiles en una obra o lavando platos en el restaurante de una estación de tren, pero son ellos los que prolongan la supervivencia de algunas artes tradicionales.
Y también les cambia la vida. Consiguen empleo y perciben un salario fijo por parte de los patrocinadores, pero lo más importante es que llegan a comprender el valor de su profesión. Tras varios años de enseñanza, adquieren un profundo sentido de dignidad y orgullo por su trabajo. Para nosotros, un maestro es el ‘heredero de la cultura tradicional’ y lo consideramos un recurso de gran valor.
Sin embargo, la falta de formación reglada de los profesores ha planteado algunas dificultades a la hora de enseñar de manera lógica. Para superar este escollo, el proyecto Fly over the Rainbow ha ampliado su plan para incorporar la formación del profesorado. Ahora bien, en China, estudiar en un conservatorio de música puede repercutir en la autoconfianza de algunos artistas. El reconocido profesor de un coro infantil nacional de Kazajistán, con un talento musical incuestionable, se moriría de vergüenza en la clase del profesor Wu Lingfen al ver que se le resiste una partitura al trabajarla por primera vez. Hay que tener en cuenta, aun así, que las primeras exposiciones son complejas por naturaleza.
Pese a las dificultades, hemos recibido la ayuda de muchas personas en estos 13 años, con mención especial a los directores y profesores de música profesionales que provienen de todos los rincones de China y realizan labores voluntarias en coros étnicos. En colaboración con los ‘herederos de la cultura tradicional’, estos voluntarios ensayan con distintos métodos para encontrar el mejor enfoque formativo.
La enseñanza tiene un largo camino por recorrer.
Con la urbanización, las zonas rurales quedan aisladas. Muchos niños se quedan con los abuelos mientras los padres trabajan a 1 000 kilómetros para traer más dinero a casa. En muchos casos, un niño ve a sus padres una vez al año como mucho. En esas zonas, las nuevas generaciones se sienten cada vez más solas, son más sensibles y tienen menos autoestima y más miedo e inseguridad. Hacen un gran sacrificio por la urbanización del país.
Al mismo tiempo, vemos un aumento de la concentración de recursos formativos de gran calidad en los núcleos urbanos. Para salvar las distancias en materia de recursos para el acogimiento familiar, Fly over the Rainbow tiene una misión muy especial. Nuestros voluntarios son algo más que profesores y directores famosos. La formación artística de primera calidad que ofrecen también sirve como base para progresar en el terreno psicológico, así como para sanar el alma a través de las cualidades intrínsecas del arte.
Manxue Hu, directora del coro de secundaria Lily Girls de Shenzhen, nos da su testimonio: “Empecé de maestra voluntaria en la provincia de Yunnan en 2014. En ese momento me parecía bastante difícil. La verdad es que no sabía qué enseñarles. Dar clase de la misma manera que hacía en Shenzhen no daba buenos resultados, y tampoco conocía la cultura local. Lo que sí estaba en mi mano era motivarlos, dejar que las cosas fluyeran, encontrar el equilibrio y permitirles que descubrieran una manera mejor de cantar y de escucharse mutuamente. Tenía que encontrar la solución paso a paso, y cada paso podía complicarse sin previo aviso. A pesar de ello, noté que había recibido mucho más de lo que había dado durante mi estancia. No tengo más que palabras de agradecimiento para este proyecto”.
Prefecture, Wen Chuan, Si Chuan)
Para Hu, la experiencia le cambió la vida. El proyecto la dejó fascinada, y desde entonces ha seguido visitando al menos a un coro étnico al año. En el proceso se recuperaron cosas de mucho valor que de otro modo se habrían perdido: la efervescencia de una persona en el comienzo de la vida, el sentimiento sincero de la música o la forma de expresar la personalidad de una etnia, inalcanzable a través de las palabras.
Si conocías el coro Lily Girls, te habrás percatado de todo lo que ha cambiado estos últimos años. Hu colabora de manera activa y es benefactora del proyecto. Las piezas de la increíble actuación de las Lily Girls en el escenario internacional estaban inspiradas en sus viajes. Manxue Hu ya es una de las dirigentes del comité artístico de Fly over the Rainbow, y conserva un gran entusiasmo por su profesión.
En China llevamos años sin enseñar piezas de calidad en las aulas, y a la vez, miles de grandes composiciones permanecen ocultas en las zonas rurales, destinadas a olvidarse. Fly over the Rainbow colabora con un grupo de maestros compositores, que han comenzado a grabar las melodías y a hacer acopio de los instrumentos y elementos musicales únicos para producir más adelante piezas extraordinarias.
Entre ellos se encuentra el maestro Liu Xiaogeng. Nació en la provincia de Yunnan, hogar de 26 etnias diferentes, 15 de las cuales solo se encuentran en esta parte del país. El propósito principal de su profesión es descubrir y conservar la música popular, y su cooperación con Fly over the Rainbow es célebre en el mundo coral chino. En su juventud componía música popular, pero después de colaborar con nuestro proyecto, su trayectoria profesional ha alcanzado nuevas cotas. El coro infantil local ha interpretado centenares de sus obras, que gozan últimamente de gran popularidad en toda China. En 2019 se llevó a cabo una revisión para examinar qué canciones habían interpretado los coros chinos con mayor frecuencia, y se pudo comprobar que Liu Xiaogeng era el vencedor indiscutible. Su labor supone una notable contribución a la formación artística china.
Identidad y respeto
Si le preguntas a un maestro qué es lo más difícil de su trabajo, la respuesta no siempre es el método de enseñanza. Hoy en día, la televisión es una ventana al mundo exterior, pero tiene una gran influencia en los niños pequeños cuando los padres no están en casa, y puede que las cosas no vayan por buen camino. Lo que sorprende a más de uno es que muchos de estos niños se avergüenzan de sus propias tradiciones. Prefieren los jeans a los atuendos tradicionales, las canciones pop a las piezas de su tradición; están fascinados por el modo de vida popular. El profesorado voluntario no lo tiene fácil para convencerlos de lo contrario.
En 2008 se celebró en el auditorio de Shenzhen el primer concierto de Fly over the Rainbow dedicado a los coros infantiles multiétnicos, Armonía entre la Montaña y el Océano. Desde entonces, Shenzhen acoge conciertos todos los años de manera habitual. En cada ocasión, el público de la ciudad muestra con vítores y aplausos una gran admiración por las actuaciones, e incluso se interesan por la vida de los participantes en sus lugares de origen. Los niños también se entusiasman. Se llegan a dar cuenta de que quizás los jeans no tienen el mismo atractivo ni transmiten la misma belleza que sus costumbres, de que su música y su cultura son peculiares, ¡de que son especiales!
El intercambio y la comunicación siempre han sido una buena manera de enseñar. Los participantes han encontrado su propia identidad a través de la comunicación con el exterior, y en Fly over the Rainbow confiamos en que un día los coros actuarán en el escenario internacional en representación de una China orgullosa de su tradición.
En esencia, este proyecto se basa en promover el recuerdo de nuestra patria y reconocer las raíces de nuestra cultura.
China ha hecho grandes progresos para erradicar la pobreza en las últimas décadas. Es un logro increíble para un país de más de 1400 millones de habitantes. Sin embargo, aunque hemos logrado resultados fantásticos, debemos confesar que el alivio de la pobreza espiritual y educativa dista mucho de ser aceptable. Sigue habiendo una gran brecha entre las zonas urbanas y rurales, y tenemos por delante un camino largo y difícil. En China no es muy común que una organización no gubernamental como Fly over the Rainbow haya tomado la iniciativa en esta situación de desequilibrio.
Nunca te llegarías a imaginar que un niño pequeño de Lu Quan (una aldea de la provincia de Yunnan y hogar de las minorías Yi y Miao) podría ensayar durante 8 horas seguidas sin cansarse. Pero llevan una vida bastante dura. El trabajo diario es mucho más pesado que ensayar. La educación artística les aporta equilibrio y fuerza espiritual, ¡y eso tiene muchísimo valor! “Lo que podemos buscar son nuevas oportunidades para descubrir nuestros talentos y vivir mejor” (Wang Fang, directora de Fly over the Rainbow).
En 2019, el auditorio de Shenzhen acogió la actuación del primer coro infantil multiétnico de Fly over the Rainbow. Un total de 278 niños de la ciudad de Shenzhen se incorporaron al coro, que continuará colaborando con otros coros étnicos para celebrar un concierto anual. Manxue Hu es la directora artística actual.
En un gesto de aprendizaje mutuo, los niños de Shenzhen y de las zonas fronterizas se unirán para colaborar. En términos generales, las personas que viven en zonas desarrolladas tienen la posibilidad de acceder a la educación estructurada, pero aquí, a los niños de Shenzhen les pedimos que aprendan el idioma, la danza y las canciones del grupo étnico. Ya sea de manera proactiva o partiendo de las circunstancias, la intención es unificar los términos.
En realidad, no hay ninguna necesidad práctica de que los niños de Shenzhen aprendan la lengua tibetana, pero es necesario que lo hagan por respeto. Viven en una ciudad desarrollada y, por natural, tienen más acceso a los recursos que otros, lo que constituye una desigualdad. Debemos hacerles comprender que cuanto más tienes y más fuerte eres, mayor es tu responsabilidad para con los demás.
El concierto Sonidos de las tierras antiguas fue el plato fuerte del primer festival nacional de coros infantiles y marcó un hito en la historia del mundo coral chino. El público vino de todas las partes del país y las entradas se agotaron en un santiamén. Tanto los seguidores habituales como los nuevos compartieron dos horas de emociones que no se pueden explicar con palabras.
A la mayoría de países occidentales no les resulta sencillo ver el panorama general de China. La gente sabe que tenemos 56 etnias, pero tienden a ver las semejanzas desde un punto de vista limitado. Para nosotros, examinar a fondo cada grupo étnico y las raíces históricas de su cultura tiene un gran valor. Nos permite contribuir a que todo el mundo reconozca la unidad y la diversidad multicultural de nuestro país.
Los seres humanos disfrutamos de la música. Es un arcoíris que trasciende la distancia entre el tiempo y el espacio, derriba las barreras del idioma y promueve la prosperidad de la sabiduría y la civilización. ¿Cuánto tarda en llegar mi corazón al tuyo? Pues, ni más ni menos, ¡lo que dura una canción!
Nota: Concierto Sonidos de las tierras antiguas, auditorio de Shenzhen, 9 de noviembre de 2019.
Nueve coros de distintas etnias llevaron a cabo una actuación conjunta, y trece herederos de la cultura subieron al escenario a cantar y bailar. El coro infantil multiétnico de Fly over the Rainbow del auditorio de Shenzhen y el coro de secundaria superior Lily Girls de Shenzhen también subieron a actuar. Fue un concierto muy creativo que nos transportó mil años atrás con el antiguo tono de los naxi en Days of Beauty de Ola Gjeilo. Una cantante de 87 años, conocida aquí como la ‘diosa de la montaña nevada’, nos llegó al corazón con su extraordinaria interpretación vocal. La actuación de más de 100 guitarristas de toda una aldea fue posible gracias a la historia de un misionero occidental que se perdió en las montañas, se quedó en la aldea durante 30 años y les enseñó música coral y guitarra a todos sus habitantes. Asimismo, el coro Lily Girls interpretó algunas canciones específicas de etnias antiguas, y también ofrecerá este programa en el XII Simposio Mundial de Música Coral de Nueva Zelanda.
Fue un concierto de cultura tradicional china que nos regaló un torrente de emociones y muchas historias maravillosas y conmovedoras. Esperamos que estas fotos transmitan una pizca de aquella noche, una noche que nunca olvidaremos.
Xu Qian ha trabajado durante 10 años como organizadora de acontecimientos corales. De 2011 a 2018 fue directora de proyectos y jefa del departamento de educación en la sede de Interkultur en China. Ha organizado cientos de talleres y clases magistrales impartidos por directores corales internacionales en más de 20 ciudades chinas. También ha formado parte de la junta en más de 10 proyectos internacionales para la organización de festivales corales. En 2019 fue elegida como secretaria general de la Asociación de Coros de Shenzhen. Ha recibido grandes elogios del gobierno de Shenzhen por su labor como directora de asuntos internacionales y relaciones públicas en la comisión del festival coral de Shenzhen. Ha fundado la Compañía de Desarrollo de la Cultura y las Artes Xinghan de Shenzhen, que trabaja en beneficio de los coros en la gira mundial de conciertos de China. Entre los participantes se encuentran grupos de Shenzhen, como el coro Star Bright, el coro de secundaria superior Lily Girls y el coro juvenil de primaria Golden Bell, así como de otros lugares, como el coro Peiyang de la Universidad de Tianjin. Aparte de sus actividades en Shenzhen, Xu Qian también ejerce como asesora artística para distintos acontecimientos, como el Festival Coral de la Ruta Marítima de la Seda de Hainan o la semana de las artes corales Hunan Huanglong. También ha recibido invitación para ocupar el puesto de directora de despacho en la academia internacional de la universidad coral a distancia de la Asociación Coral China. En la universidad estudió inglés y administración de empresas. Sin embargo, después de graduarse, se centró sobre todo en organizar acontecimientos corales. Correo electrónico: qianxu999@hotmail.com
Traducido del inglés por Jaume Mullol, España
Revisado por Juan Casabellas, Argentina