Jubilatio: el Coro de niñas de la Catedral de Riga

Jubilatio: el Coro de niñas de la Catedral de Riga
Con la participación de Vita Kalnciema, órgano
Aira Birziņa, Directora Artística
Catedral de Riga
(2011/2012; 63’ 29”)
www.girlschoir.lv

 

El Coro de niñas de la Catedral de Riga (RCGC, por sus siglas en inglés), es el conjunto estrella de la Escuela Coral de la Catedral de Riga, fundada en 1994. Las cantantes, de edades comprendidas entre los 9 y los 19 años, muestran una excelente capacidad para la técnica vocal, y su atención a los detalles es, en ocasiones, asombrosa. Dirigidas por Aira Birziņa, su Directora Artística desde el año 2000, este conjunto ha viajado por toda Europa y ha ganado numerosos premios que reconocen su excelencia en la interpretación vocal. En su disco debut, Jubilatio, el Coro de niñas de la Catedral de Riga presenta una rica selección de composiciones religiosas, desde comienzos del Renacimiento, con el Ave Regina Caelorum de Guillaume DuFay, hasta composiciones modernas como la Missa de Spiritu Sancto en cuatro movimientos de Rihards Dubra y el O Salutaris Hostia de Ēriks Ešenvalds. La gran variedad de piezas corales en este disco incluye unas pocas obras de selección familiar, como Sound the Trumpet de Henry Purcell y The Lord Bless You and Keep You de John Rutter. Más que disminuir la calidad de este disco, estas obras familiares dan mayor visibilidad al principio central de este CD: tener fe es motivo de celebración.

Jubilatio es una celebración que abre la puerta a una compleja exposición musical de la fe a través de tres conceptos fundamentales: la súplica, el ruego y la gloria. Todo el disco permite que el oyente explore la fe de tal forma que nunca se aleja demasiado de estos conceptos fundamentales, que sirven para iluminar e inspirar, nunca para ser condescendientes o juzgar.

Representando el primer concepto fundamental de la fe y la súplica, el Coro de niñas de la Catedral de Riga interpreta las siguientes cuatro obras con una intensidad y una vocalización controlada que rara vez se impone al oyente. Hebe deine Augen auf de Felix Mendelssohn (1809-1847) establece un notable tono de confianza en el Señor, y se interpreta con una sorprendente fuerza vocal. Salve Regina, del compositor húngaro Miklós Kocsár (n. 1933), es una de las dos antífonas marianas. Esta es una importante composición de alguien que merece mucho más público, y se interpreta con gran habilidad. El Miserere de la compositora vasca Eva Ugalde (n. 1973), es contundente en el texto y muestra el concepto de la súplica con gran convicción. En el O salutaris hostia de Ēriks Ešenvalds (n. 1977), el RCGC expresa por completo la súplica más sincera, justo en el momento en el que el coro turba ruega a Dios, “O salutaris hostia…O redeeming Sacrifice… give us strength, send aid.”

El segundo concepto fundamental, la fe y alabanza, lo representan una gran variedad de compositores. Hay una vitalidad vocal en estas selecciones, que se benefician del vigor juvenil y la brillante sonoridad del Coro de niñas de la Catedral de Riga. Sound the Trumpet, de Henry Purcell (1659-1695), resurge con vitalidad y es extremadamente efectivo en el fraseo musical y transmitiendo un claro sentido de celebración. El segundo antífono mariano de este disco, el Ave Regina Caelorum de Guillaume Dufay (1397-1474), se canta con una seguridad marcada por la precisión rítmica y la claridad. Cerca de sus primeros trabajos, el Ecce Maria, de Michael Praetorius (1571-1621), es la tercera obra de este disco dedicada a María, y se interpreta con un poder y sensibilidad que no se suelen encontrar muy a menudo. En el Laudamus in Domine de Ieva Alenčike (n. 1976), el canto es correcto y mantiene un apropiado sentido de vitalidad. El último salmo y el más grandioso de todos es el Salmo 150, Laudate Dominum. Compuesto por Rihards Dubra (n. 1964), trata la letanía de forma muy convincente. En la obra The Lord Bless You and Keep You de John Rutter (n. 1945), acompañada por una excelente organista, Vita Kalnciema, se reafirma la fuerza de la convicción mediante el uso a conciencia de unos modestos registros de órgano que muestran una imaginería casi rígida.

Las siguientes obras, que representan el tercer concepto fundamental, la fe y la gloria, se representan con una emoción que se muestra en la reflexión y un claro entendimiento del texto. El Gloria del compositor danés Michael Bojesen (n. 1960), es una composición tripartita con breves matices que captura la esencia del texto de la resurección. El Exsultate Deo de Vytautas Miškinis (n. 1954), compuesto para el Coro de niñas de la Catedral de Riga, captura de forma brillante la complejidad del texto de resurrección, y al mismo tiempo muestra las habilidades vocales del conjunto. Por último, el compositor Rihards Dubra aparece de nuevo con una composición, la Missa de Spiritu Sancto, que reúne todos los conceptos de la fe (súplica, ruego y gloria) de Jubilatio. La interpretación de esta missa brevis es suficiente para añadir este disco a su colección. La sensibilidad musical de Dubra y su comprensión del texto se combinan para crear una voz composicional que se basa en la tradición y habla con autenticidad. Arreglada para órgano y coro de mujeres, esta obra en cuatro movimientos (Kyrie-solemn and mysterious, Gloria-hymn of praise, Sanctus-acclamation and honor, Agnus Dei-supplication) es una celebración apropiada que equilibra con destreza el órgano y el coro. El RCGC tiene una jovial vitalidad y un sentido de la madurez no demasiado frecuente que dan vida a esta obra. Las componentes de este conjunto tienen que ser reconocidas por su vocalismo ejemplar y su dedicación a cada composición. La Directora Artística, Aira Birziņa, y la organista Vita Kalnciema han colaborado con éxito y han mostrado todo el potencial de esta obra.

Jubilatio se ha elaborado a partir de grabaciones realizadas en 2011 y 2012 en la Catedral de Riga. Construida en 1211, la catedral presenta muestras arquitectónicas del Gótico, Románico y Barroco. La acústica es reverberante y brillante, pero no oscurece la claridad aural de las voces o el órgano. Merece la pena mencionar el órgano Walcker de la Catedral de Riga, famoso en toda Europa, con 124 registros, 4 manuales, y 6.718 tubos.