Cantando con las Ballenas

Reporte del 9ª Simposio Mundial de Música Coral de la FIMC en Puerto Madryn, Patagonia, Argentina

 

Por Jutta Tagger,  ex Jefa de Redacción del BCI

 

 “Vamos a  la playa a cantar a las ballenas”, una maravillosa sugerencia de Maya Shavit. Quizás algunos coros o cantantes individuales lo hicieron – había muchas de esas enormes ballenas del sur nadando en la bahía, era tan divertido mirarlas: Podía verlas desde la ventana de mi hotel – pero por supuesto era imposible organizar semejante coro en masa cantando en la playa.

Este 9no Simposio Mundial fue como ningún otro: tuvo lugar en una ‘lejana región’ – por lo menos lejana para la mayoría de los participantes – y difícil de alcanzar porque las cenizas del volcán chileno estaban todavía volando por sobre la región, y haciendo imposible el viaje por aire. Tomó casi 19 horas en autobús de Buenos Aires a Puerto Madryn. El Simposio debió ser acortado dos días para dar un margen extra de tiempo para el viaje. Requirió un esfuerzo enorme por parte de los organizadores locales para reorganizar las horas del programa del Simposio debido a los cambios. Desafortunadamente, algunas de las personas que planeaban participar en sólo parte del Simposio no pudieron llegar. Y algunos eventos tuvieron que ser cancelados por la misma razón, aunque había más que suficientes actividades y conciertos para todo el mundo de la mañana a la tarde.

El Simposio también era diferente porque Puerto Madryn es una ciudad pequeña, que no tiene todos los adornos de las grandes ciudades en las que dichos eventos suelen ser realizados. Por ejemplo, no había una sala dedicada a conciertos, y los conciertos de gala tenían lugar en una sala deportiva reconvertida. Pero ya sabíamos esto antes, y no tuvo ninguna influencia en el espíritu y la calidad intrínseca de los conciertos, clases maestras, conferencias, sesiones de lectura y mesas redondas. La mayoría de los lugares estaban en el centro de la ciudad con fácil acceso caminando de uno a otro.

Un evento de mucho éxito fue el Open o Community Singing, bajo el liderazgo de Michael Gohl, de Suiza, y Josep (“Pep”) Prats, de España. Estuvo muy animado y había cientos de participantes cada día. La coral piloto era excelente (Cantoría de la Merced, de Argentina), y muchos directores invitados compartieron la enseñanza de las canciones contenidas en el cancionero oficial.

El espectro de las corales participantes estaba compuesto por todos los continentes y los géneros – mixtos, hombres, mujeres, jóvenes – desde pequeños conjuntos vocales como Witloof Bay de Bélgica o Da Nó Coro de Brasil, a los grandes coros como la muy colorida Coral de la Universidad Metropolitana de Nelson Mandela, así como una excelente variedad de coros de cámara como el Grupo Vocal de Difusión, de Argentina, por nombrar sólo algunos. Una maravillosa variedad. Todos ellos habían sido por supuesto seleccionados por su excelencia y representatividad de ciertos tipos y estilos de corales musicales. La lista completa de corales participantes y el programa diario del Simposio puede verse en www.wscm9.com/.

Hubo una completa gama de trabajos encargados por el Simposio de Compositores Latino-Americanos, que fueron presentados, así como la obra del compositor americano Matt Van Brink, seleccionada como pieza ganadora del primer Certamen Internacional de Composición, “White Those That Stayed Still”, basada en un texto de Eduardo Galeano, cuyo tema era la Paz (cf. también BCI Vol.XXX, nº2, 2º cuarto 2011).

Un concierto muy interesante fue uno instrumental, de la Orquesta de Instrumentos Autóctonos y Nuevas Tecnologías bajo la dirección de Alejandro Iglesias Rossi, un renombrado compositor argentino que es también presidente del Consejo Argentino de Música. El objetivo de esta orquesta es combinar instrumentos musicales tradicionales de esta parte del mundo con tecnologías occidentales y modernas, dándoles el mismo valor cultural. Todos los miembros de la orquesta son compositores y ejecutantes a la vez.

Hubo además una pequeña pero representativa exposición coral, donde los negocio parecían ser bastante buenos. También había, por supuesto, baile de tango y reuniones sociales (Penguin Dancing) después de los conciertos de gala hasta altas horas de la madrugada.

Un informe de la Asamblea General de la FIMC y resultados de la elección son publicados en otra parte de esta edición.

Dolf Rabus, de Alemania, hizo un gran trabajo grabando muchos de los conciertos (como servicio de la Choral Festival Network a la comunidad internacional); un buen número de ellos está publicado en You Tube. Escucharlos te hace recordar por qué viniste – y quieres venir de nuevo – al World Choral Symposium; te hace olvidar todo el cansancio e inconvenientes encontrados. Por cierto, el siguiente tendrá lugar dentro de tres años, en Seúl, Corea.

Un gran agradecimiento a los organizadores que hicieron posible el Simposio a pesar de las complicaciones.

 

E-mail: jutta.tagger@wanadoo.fr

 

Traducción del inglés, Paula Sawyer (Hawái, USA)

Edited by Anita Shaperd, USA