Competición Internacional de Coros de Cámara en Marktoberdorf, Alemania, del 2 al 7 de junio de 2017

Tim Koeritz, periodista musical, profesor y cantante

Sonidos desconocidos de hip-hop iban a ser oídos en la competición de este año, la edición número 15 de la Competición Internacional de Coros de Cámara en Marktoberdorf, en el extremo suroeste de Alemania. Por primera vez la categoría “Música Coral Popular” estaba en la agenda. Incluso Martin Seiler, director del coro pop “Greg is back” de Augsburgo, tomó un micrófono. Después de todo, cantar con un micrófono es una parte integral del sonido pop vocal, y –como Martin Seiler enfatiza– “Greg is back” se considera a sí mismo como “un coro pop que no está dispuesto a comprometerse: somos un coro que simplemente se esfuerza a lo grande en un gran escenario, y totalmente equipado con micrófonos, aspira a un sonido enorme, un sonido pop, para que el público no pueda notar la diferencia entre un concierto de Coldplay o Genesis con uno de nuestros conciertos corales: eso es lo que estamos tratando de alcanzar, y es por eso que digo “que no nos comprometemos a hacer concesiones” – y no se nos permitía poner eso en práctica aquí. A los miembros del coro no se les permitía tener un micrófono cada uno, sino que tuviéramos cierta disposición de los micrófonos en todo el escenario, produciendo un sonido un tanto más vacío, y sólo se nos permitía tener cuatro micrófonos adicionales – en nuestro caso uno para el beatboxer, uno para el bajo y dos para los solistas. Cuando hacemos nuestra propia disposición para los conciertos creo que tenemos más de cuarenta micrófonos en el escenario”. Usualmente, ellos tienen su propio técnico en la mesa de mezclas.

Sin embargo, en Marktoberdorf, la meca del canto coral clásico, es probable que las restricciones técnicas permanezcan en rigor – como señala Matthias E. Becker, presidente del jurado, en su primera recapitulación: “Creo que el uso de micrófonos individuales no será posible, aunque sólo sea por razones de tiempo. Tendríamos que extender el festival por dos días más para permitirles a los coros sus pruebas de sonido. Sé que esto a “Greg is back” les toma entre cinco y seis horas. Creo que, en vista de que esta fue la primera vez, todo funcionó bastante bien. Tuvimos seis postulantes, desafortunadamente dos de esas agrupaciones no pudieron dejar sus países por razones políticas y por eso sólo tenemos cuatro coros. En la próxima ocasión tendremos más participantes, y trataremos de ser más precisos cuando anunciemos las condiciones”. Para Jürgen Budday, director artístico de la competición Marktoberdorf, era importante “presentar un nuevo color para también atraer nuevos públicos. Creo que en este aspecto estuvimos muy al día. Y lo que importa en Marktoberdorf más que nada es la calidad. Estos coros han alcanzado tan altos estándares que simplemente me gustaría escucharlos aquí”.

Sin embargo, es bastante difícil definir un coro pop o jazz como tal. Esto se hizo evidente con los ensambles que aparecieron. ¿Las propuestas del coro filipino “Los Cantantes de Manila” realmente podrían ser descritas como música pop? Por ejemplo, en piezas como “Canta” de Guido Lopez Gavilan, el coro, dirigido por Darwin Vargas, cumplió con la regulación de que el programa tenía que incluir al menos una pieza latinoamericana. Pero la forma virtuosa desinhibida, el enorme poder vocal y el carisma del grupo no se correspondía mucho con el sonido belcanto del coro, algo que no pertenece al pop. A pesar de esto, terminaron compartiendo el primer premio con el coro de Detmold college “Pop-up”. Además de la pieza latinoamericana, la categoría “Música Coral Popular” también requería una balada rubato y un arreglo propio del estándar del jazz “Round (about) Midnight” del pianista de jazz y compositor Thelonius Monk, por lo que la categoría popular requiere no tanto un compositor sino un arreglista. Mientras que para el coro de Augsburgo “Greg is back” es casi exclusivamente el mismo director del coro el que proporciona los arreglos, Anne Kohler, fundadora y directora de “Pop-up” encarga que se los escriban. Para ella hay claros criterios de lo que constituye un buen arreglo – “Encuentro que lo que realmente importa es que el mensaje de la melodía llegue bien, en el sentido de que la instrumentación tiene que ser correcta. Y eso significa que las líneas del bajo necesitan ser creativas e innovadoras, y que la percusión vocal necesita ser utilizada con un objetivo claramente definido, que las líneas vocales tienen que ser realmente cantables en lugar de estar simplemente allí, que el rango en el que se presenta la pieza necesita estar bien concebido. Después de todo, en un coro de jazz este es un asunto bastante diferente. Si en una pieza pongo a la soprano muy agudo, eso sonará terrible, porque las sopranos inmediatamente sonarán “clásico”. Tal melodía necesita ser escrita para un rango agudo de tenor o para un registro de contralto realmente rico. Como no solamente eran asombrosos vocalmente sino increíblemente seguros estilísticamente, “Pop-up” fue merecedoramente galardonado con uno de los dos primeros premios en la competición.

Por supuesto la calidad vocal también contaba en la categoría A de coros mixtos, que este año no constituyó lo mejor que hemos escuchado en Marktoberdorf. Aun así, entre los once coros de nueve países, fue el coro escandinavo, el Chamber Choir NOVA de Oslo, el que se llevó uno de los primeros lugares. Es dirigido por Yuval Weinberg, un israelí de 27 años de edad, que también recibió el premio especial a mejor desempeño en dirección en la competición. Estudió en Berlín y Oslo y ya ha estado involucrado con varios coros profesionales como director invitado. Yuval Weinberg describe el sonido típicamente escandinavo de su coro como “colocado muy directamente ‘hacia adelante’, por así decirlo, y encuentro que posee calidez. Se me permite decir eso como extranjero, porque no soy de Noruega. Fue algo bastante nuevo para mí –sólo he estado en Noruega por dos años y medio”. La sobresaliente calidad sin vibrato y la homogenidad particular del coro resultó particularmente convincente en el programa de libre elección, en la segunda ronda, especialmente en el arreglo de una canción folklórica noruega, en la que el unísono de soprano en la introducción fue realmente fascinante. La mezcla especial necesaria para el unísono es probablemente el objetivo más difícil de lograr para una cuerda o el coro completo. “Esa es nuestra meta”, dice Yuval Weinberg, “que todos los cantantes juntos suenen como uno solo pero que cada uno mantenga su propia identidad, y eso es lo que a menudo trabajamos. No es que todos tengamos el mismo color, sino que usando los colores que tenemos, logremos un color conjunto”.

La homogenidad también es un requerimiento básico para el repertorio del período romántico, junto con las frases largas como otro aspecto de importancia –y eso es algo que los coros asiáticos de Indonesia y Singapur simplemente no manejaban. En el caso del coro noruego, disfrutamos adicionalmente la detallada diferenciación dinámica que pudimos escuchar en el “Kyrie” de la “Cantus misase” de Rheinberger. Por esta convincente interpretación, el Chamber Choir NOVA de Oslo recibió un premio especial por la mejor interpretación de una pieza romántica en la competición.

La pieza obligatoria para todos los coros fue el estreno mundial de “The Emigrant” de Wolfram Buchenberg, basado en un poema de más de un siglo de antigüedad, del poeta irlandés Joseph Campbell. Con sus composiciones para coro, el propio Buchenberg, proveniente del área de Marktoberdorf, ha disfrutado una larga conexión con la competición. El viejo texto irlandés refleja el tema de la huida y la emigración, temas demasiado presentes en nuestro propio tiempo, en toda su ambivalencia. “El texto muestra” –dice Buchenberg– “lo que pasa cuando una persona se ve forzada a dejar su hogar dentro de las próximas cinco horas”. Es una pieza que resulta considerablemente demandante para los coros en lo rítmico y en lo vocal. Para Buchenberg, la manera en que los coros negocian los “cambios violentos de humor en la pieza, de un segundo al otro, es de particular importancia. Esa es una de las dificultades de la obra. Que es donde las cualidades del coro son reveladas”.

Al final, resultó que el Chamber Choir ONE de Singapur dirigido por Lim Ai Hooi, presentó esta pieza obligatoria de la manera más viva, de una forma transparente y llena de expresión. Aquí las jóvenes voces brillantes calzaban particularmente bien con el espíritu de la pieza. Tomando la competición como un todo, este coro fue galardonado con uno de –en total– dos terceros lugares. Un segundo premio fue para el coro de la Universidad de Mendoza. Los coros universitarios prácticamente dominaron la imagen de la competición –de los dos coros alemanes que no cumplieron las expectativas, OPUS VOCALE y el Chamber Choir of the Collegium Musicum, este último está adjunto a la Free University más que a la Technical University of Berlin. Aquí Donka Miteva, originaria de Bulgaria, está a cargo del coro. A ella le gustó particularmente el carácter de esta competición que alienta la unión al no ser sólo una competición sino también una organización de conciertos conjuntos y servicios ecuménicos: “Todos pensamos que esto fue genial. Todo el coro estaba complacido con el servicio religioso, particularmente, por el carácter ecuménico que resultó muy inclusivo. Adicionalmente hubo contribuciones de alto nivel como el Chamber Singers de Georgia, Estados Unidos, y también –afortunadamente– nosotros. Fue una experiencia maravillosa, presentarnos nuevamente pero en un contexto distinto”.

Teniendo en mente únicamente la comparación de logros, el resumen final de Georg Grün, presidente del jurado en la categoría de coros clásicos, fue así: “Esta vez hubo poca diferencia en el nivel entre los competidores, quienes presentaron características, tipos y repertorio totalmente diferentes, lo que lo hizo muy difícil –después de todo el jurado es bastante internacional, de varios continentes, proporcionando puntos de vista muy diferentes. Entonces todo toma mucho más tiempo. Pero personalmente también siento que es mucho más interesante que cuando sólo toma cinco minutos estar de acuerdo y decidir sobre el ganador”. A final, incluso entre los ganadores, se representaron dos tipos de coro realmente diferentes hasta en su sonido; por un lado el coro noruego ya mencionado, y por otro el coro universitario de Estados Unidos, el Georgia State University Singers, que también fue galardonado con un primer lugar. Opuesto a los noruegos, a menudo van directo al margen, incluso forzando el sonido hasta un vibrato y no sólo cuando cantan música góspel. 

Tim Koeritz, nació en 1965 en Stade, al norte de Alemania. Inicialmente estudió para convertirse en profesor de música e historia en escuelas primarias, con piano como primer estudio en Hanover y Friburgo, en la frontera occidental de Black Forest. Luego de completar también la parte pedagógica de su entrenamiento en Hildesheim, se embarcó en un curso de dos años en radio periodismo en el instituto “Lernradio” adjunto al Karlsruhe Music College y consiguió su diploma en 1998. Desde ese año ha trabajado y vivido en Múnich, aprovechando la base para trabajar como radio periodista independiente para varias estaciones alemanas, entre ellas Deutsche Welle y Deutschlandradio Kultur. Sus principales intereses –además de la música contemporánea– se centran en la música coral. Parte de su trabajo como periodista musical es escribir las notas de programas. Actualmente está trabajando para via-nova-chor Munich, el Theatergemeinde Augsburg con su serie de conciertos “Philharmonic Matinee” así como la serie al aire libre que tiene lugar durante el verano, “Concerts in the Fronhof”, así como también en la serie de conciertos del Cultural Centre k1 de la ciudad de Treunreut. Como educador musical Tim Koeritz ha sido empleado desde 2005 en el Munich Institute of Adult Education como profesor en música y apreciación musical así como en el departamento de estudios generales. Allí enseña cursos en teoría musical e historia de la música como también introducciones a los conciertos de la Munich Philharmonic Orchestra. Además es un activo profesor independiente de piano en Múnich. Desde 2005 ha estado cantando con via-nova-chor Munich, un coro especializado en música contemporánea. Durante varios años también llevó a cabo el rol voluntario de presidente de la Association of Friends of the via-nova-chor, una labor que incluía recolección de fondos, patrocinios, publicidad de márquetin y organización de conciertos. Correo electrónico: tim.koeritz@t-online.de 

Traducido del inglés por Vania Romero, Venezuela

Revisado por Juan Casabellas, Argentina