Entrevista con el director Petri Sirviö
Mr. Sirviö, usted fundó el Mieskuoro Huutajat (Coro Masculino de los Gritos) en Oulu, Finlandia, en 1987. ¿Cómo se le ocurrió esta idea?
Generalmente, siento que las ideas están sobrevaloradas o que su importancia en el proceso está malentendida; casi todo el mundo tiene ideas brillantes y menos brillantes de forma regular. Lo más interesante para mí es el camino por el que se llevan a cabo tus ideas y hacer que a otras personas les encanten. De todos modos, con Huutajat debo confesar que el concepto básico fue principalmente idea mía, pero la desarrollamos en un grupo de amigos apasionados en un periodo de seis meses antes de los primeros ensayos. Cuando llegamos a la sala de ensayos, me di cuenta de que no habíamos planeado la música, así que tuve que improvisar una rendición de tres partes a gritos del himno nacional finlandés—no una buena, pero una que servía como prueba del concepto.
¿Qué clase de obras representan? ¿Hay algún repertorio que esté disponible para coros de gritos?
He compuesto todo el repertorio que representamos, excepto por dos o tres números que sólo representamos en determinadas ocasiones. Hay varios compositores que han compuesto para coros de recitales, algunos a veces representados en un volumen alto, y, por supuesto, coros tradicionales como los coros haka en Nueva Zelanda, pero nunca hemos probado con ellos. Cuando compongo, a veces tengo un cierto patrón de ritmos o melodías en mente, pero el texto siempre es el punto de partida para trabajar. Un texto para gritar puede ser prácticamente cualquier cosa: desde poemas hasta extractos de leyes o tratados, desde canciones infantiles a canciones de luto. Sólo tiene que haber algo que gritar o algo escondido que es revelado cuando se grita.
¿Qué clase de gente es miembro de su coro? ¿Son cantantes profesionales o amateur, o son gritadores profesionales? ¿Qué edad tienen?
Los miembros del coro son amateurs, aunque algunos de ellos son músicos entrenados. La idea básica para las audiciones es que cualquiera puede intentarlo. Es gratificante cuando gente sin ninguna habilidad musical reconocida puede convertirse en un gritador excelente con precisión rítmica brillante y con una expresión vocal fuerte. En términos de edad, estábamos en nuestros veinte cuando empezamos en 1987 y ahora somos 33 años mayores. Los nuevos miembros suelen estar aproximadamente en sus treinta cuando se unen.
Este número del ICB se centra en “el canto y la salud.” Gritar no está particularmente visto como una práctica saludable para la voz. ¿Cómo calientan y cómo entrenan la voz para que no se cansen o se dañen?
El punto de partida desde el que formamos una voz de grito es hacer que la voz alta sea tan natural como sea posible, encontrando el registro personal y la forma de producción de voz en que se sienta más fácil elevar el volumen. No tenemos un requisito estético para un tono bonito de voz, como es el caso con la mayoría de formas de arte de expresión vocal. Me imagino que esto ayuda a que el grito se mantenga en un ámbito saludable, con menos tensión dañina. Puede resultar sorprendente, pero a lo largo de nuestra historia ningún miembro ha tenido ningún problema médico con las cuerdas vocales. Calentamos de la misma forma que los coros normales: empezamos con una buena respiración, relajamos la parte superior del cuerpo, comenzamos con voces suaves en registros bajos, patrones con escalas simples, etcétera.
¿Actúan en conciertos o en otros eventos? ¿Puede dar algunos ejemplos?
Tuvimos el privilegio de actuar en diversos lugares y escenarios, y me encanta de esa forma. Empezamos con actuaciones sorpresa en espacios públicos y hemos acabado actuando en museos de arte y haciendo colaboraciones con artistas de todas las disciplinas—nuestro último proyecto mayor fue con el Ballet Real de Suecia. Pero también tenemos conciertos de dos sets y me encantan todavía más: gritar de forma cultivada durante noventa minutos y mantener a la audiencia concentrada y feliz durante todo el tiempo es como una maratón, igual de pesada pero también de gratificante.
¿Conoce algún otro coro de gritos en Finlandia o en el extranjero? ¿Han hecho alguna colaboración?
Ha habido algunos intentos pero no conozco ninguno que haya tenido éxito por ahora.
¿Cuál es el sueño de Mieskuoro Huutajat? ¿Y el suyo?
Con oportunidades limitadas para ensayar y actuar, este año ha probado que los miembros quieren continuar, y de forma desesperada. Gritar en sí mismo, así como la comunidad de gritadores, son divertidos y gratificantes. Comparto esta pasión. De forma más general, veo toda esta historia como una actuación que dura siglos. Empezamos desde abajo como un experimento, de un claro concepto de un grupo de hombres vestidos de manera uniforme, tanto como un retrato como una caricatura de la sociedad masculina. El contenido musical creció de mano de este concepto, y yo, como compositor, quiero continuar desarrollándolo. Pero lo que es quizá más interesante para mí es el proceso sociológico del crecimiento y la madurez del equipo: los miembros fundadores eran jóvenes enfadados y algunos de ellos son ya abuelos furiosos; los nuevos miembros adoptan el concepto y el espíritu pero traen nueva energía. No me refiero sólo a la edad de los miembros, sino al proceso de crecimiento conjunto de una sociedad, creando sus tradiciones y sus maneras—tanto para bien como para mal—constantemente orgullosa de todo, pero también con una buena pizca de autodesprecio.
Página web e información de contacto: www.huutajat.org, petri@huutajat.org
Traducido del inglés al español por Andrea Expósito, España