La King’s Singers Foundation Inaugura el Primer Concurso de Composición
Graham Lack, compositor y redactor asesor del ICB
La expectativa siempre está presente en cualquier competición nueva y «Un villancico para Navidad», que tuvo lugar por primera vez en el 2012 con el auspicio de King’s College, Cambridge y la King’s Singers Foundation, sin duda alimentó la concienciación de una cultura rica en las Islas Británicas pero también ejemplificó el estado riesgoso del género. Con el apoyo de Classic FM y Novello & Company (la parte impresa de Music Sales Group) y con el auspicio de Woodfines Solicitors Cambridge, el concurso se publicitó como «una búsqueda nacional de nuevos villancicos», con compositores de todas las edades provenientes de todo el Reino Unido «invitados a mostrar su talento» en un «concurso festivo de composiciones». A los ganadores se les garantizaba una actuación en la imponente capilla del King’s College, una grabación para Classic FM, la suma en metálico de 250 libras y la oportunidad de ser publicados por Novello.
El concurso se dividió en cuatro categorías, una de las cuales les dio a los competidores la oportunidad de componer para los propios King’s Singers. La primera categoría era para comunidad coral sin audicionar, se necesitaba una pieza compuesta al unísono o para dos voces (SA). La admisión era para compositores de todas las edades y los villancicos podían presentarse con o sin acompañamiento de teclado. La segunda categoría era para composiciones de coros mixtos (SATB), pero los compositores debían ser menores de 18 años. Igual que en la categoría anterior, los trabajos podían presentarse con o sin acompañamiento de teclado. En la tercera categoría, también para coros SATB, los compositores debían tener 19 años o más y podían presentar tanto piezas a capella como acompañadas por teclado. Por último, en la cuarta categoría se podía presentar una composición a capella para The King’s Singers (CtCtTBarBarB), y estaba abierta a compositores de todas las edades.
Se recibió un total de 322 villancicos para este concurso inaugural; variando la edad de los compositores entre 9 y 83 años. El jurado de «Un villancico para Navidad» estaba conformado por Stephen Cleobury (director musical, Coro del King’s College, Cambridge), John Rutter (compositor y productor discográfico), y David Hurley, primer contratenor de The King’s Singers.
Durante un evento llevado a cabo en la capilla del King’s College en la tarde del 18 de diciembre de 2012, las piezas de los compositores ganadores de las primeras tres categorías fueron representadas en un ambiente de taller por las voces de coros jóvenes de todo el Reino Unido, incluyendo King’s Junior Voices, CBSO Young Voices, London-based Inner Voices y Quay Voices, procedentes del noroeste de Inglaterra. En el concierto de esa misma noche en la capilla del King’s College, los King’s Singers presentaron el estreno de la pieza ganadora de la categoría final. Ambos eventos se grabaron para ser retransmitidos por Classic FM, presentados por Tim Lihoreau el 22 de Diciembre.
La ganadora de la primera categoría fue Ruth Sellar, una graduada en música del King’s College, Londres, con su villancico Patapan, para comunidad coral sin audicionar. En la actualidad, Ruth trabaja en la escuela preparatoria Bilton Grange, en Rugby, donde enseña piano y teoría de la música, acompaña a instrumentistas y coros e interpreta piezas para los oficios de la capilla. Interpretada en un cantarín 5/4 y con un alegre acompañamiento de teclado, la pieza parecía fácil de dominar y los jóvenes cantantes estaban perfectamente a la altura. Sin embargo, a medida que la melodía se bifurcaba en partes separadas de soprano y alto, la composición en canon resultaba menos efectiva que la simple al unísono, disipándose en intervalos dudosos que no eran ni realmente melódicos ni armónicos. Con respecto a la melodía, una tonada pegadiza está bien y no es tan fácil de componer como podría suponerse, y esta, ciertamente pasó el examen de «cantabilidad». Y si bien se asemejaba mucho a la canción popular inglesa Scarborough Fair y al final quedaba demasiado cercana a We Three Kings of Orient Are, permanecería –para bien o para mal– en la mente de uno por varios días.
El ganador de la segunda categoría fue Owain Park, un joven músico del sudoeste de Inglaterra. Actualmente ostenta el cargo de Senior Organ Scholar en la Catedral de Wells, un puesto que mantendrá hasta otoño de 2013, cuando ingresará en el Trinity College de Cambridge becado para estudiar música. Su Let Christians all with Joyful Mirth contiene palabras encontradas en la galería de una antigua iglesia en Dorset. Este villancico se apoya demasiado en un ritmo impactante y repetitivo. Es el que utilizó Bernstein para America, en su West Side Story. El compositor lo llamó Tempo di Huapango. Sería grosero criticar severamente la música de un compositor tan joven, y el pensamiento armónico es notablemente maduro, pero la leve sensación de «parar y seguir» puede atribuirse al acompañamiento del órgano, que se interpola en el esquema formal y divide un bloque coral homofónico del siguiente. En suma es más un himno que un villancico y solo posiblemente una adición útil al repertorio. Sin embargo, es una composición a la que podría hacer frente un pequeño coro de cámara cuyo estilo propio sea, como la pieza misma, de paso ligero.
Dominic Irving ganó la tercera categoría. Establecido en el sudeste de Inglaterra, es titular de un Máster en Composición Musical para Cine y Televisión por la Universidad de Bristol y una Licenciatura en Composición por el Trinity College of Music de Londres. Su estilo se define como muy melódico, a menudo divertido, y se mueve libre entre el brillo de la virtuosidad, ricos lirismos y rígidas disonancias. Hasta ahora ha presentado un concierto de piano, una cantata para niños, numerosas composiciones corales, algo de música de cámara y varias partituras para películas.
Su villancico Blessed be that Maid Marie fue representado con gran seriedad por los versátiles Quay Voices quienes, aún estando al límite de su técnica, entendieron bien el control conciso de estructuras disonantes que emplea el compositor. Se trata de una composición coral sumamente idiomática que va y viene como la marea a medida que una acerba armonía da paso a otra. Una tríada completa aparece justo cuando se la necesita, en puntos armónicos clave a lo largo de la composición. El lenguaje musical no recuerda en verdad a Britten, pero las restricciones formales son la evidencia de un compositor tal como él, que sabe cómo decir exactamente lo que quiere decir.
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El premio en la categoría final, una composición escrita especialmente para The King’s Singers, se lo llevó Steven Griffin de Edimburgo, quien había sido miembro del Coro de la Capilla del Magdalen College en Oxford, donde estudió música con John Harper, Bojan Bujic y otro miembro de King’s Singer, Bill Ives. Actualmente es Asistente de Director Musical en el George Watson’s College en Edimburgo. El Sr. Griffin comenzó a componer música a los 10 años y desde entonces su música ha sido representada en el Barbican Centre, el Southbank Centre, el Edinburgh Fringe Festival y St. Martin-in-the-Fields. Admite que se tomó la composición en serio cuando empezó su carrera como docente, y se dio cuenta de que era difícil encontrar música, como él dice, «suficientemente fácil de aprender para un coro joven sin tornarse infantil ni paternalista para los niños». Su villancico A Hymn to the Virgin, famoso por haber sido armonizado por Britten por supuesto, es uno de los textos prescritos del concurso. Es estupendo y «encaja perfectamente con el incomparable estilo de los King’s Singers» como publicó el conjunto en twitter desde el mismo concierto.
Con respecto a los ganadores, Stephen Cleobury dijo: «El concurso tuvo una gran respuesta y fue muy difícil elegir a los ganadores. En general la calidad de los participantes fue excelente». David Hurley dijo: «Estoy orgulloso de ser parte de este concurso y he disfrutado mucho trabajar con Stephen Cleobury y John Rutter. El nivel de las categorías ha sido increíble y en la categoría de King’s Singers hemos recibido trabajos hábilmente escritos». Y Adrian Frost, socio gerente de Woodfines, felicitó a aquellos que convocaron el concurso y explicó que «hay mucho trabajo detrás de la competición». Aquellas personas que han ayudado a hacer que el concurso tenga éxito han visto sus frutos con la cantidad y calidad de trabajos recibidos».
Parecería que muchos han dado muy generosamente y han tenido esperanzas de que el concurso fuera «una inspiración para compositores de todo el Reino Unido». Si será un evento internacional o no es una pregunta que queda por responder. Pero si la intención del concurso es promover los villancicos navideños, se debe centrar la energía en eso y, al menos en nuestra opinión, abrir «Un villancico para Navidad» a todo los compositores del mundo, cualquiera que sea su nacionalidad.
Mientras la audiencia abandonaba lentamente la capilla del King’s College apenas unos días antes de Navidad, el famoso Festival of Nine Lessons and Carols era inminente y surgieron discusiones sobre los nuevos trabajos interpretados y sobre el futuro del villancico como género. Con cuatro categorías y premios que iban desde premios en metálico, posibles acuerdos publicitarios y transmisiones radiofónicas que llegan a miles de personas, el concurso fue organizado estratégicamente. Solo esperamos que sea reconocido como se merece y que nuevas formas de expresión musical puedan surgir de este género tradicional.
Graham Lack estudió composición y musicología en el Goldsmiths’ College y en el King’s College, en la Universidad de Londres (BMU Hons, MMus), pedagogía musical en la Universidad de Chichester (certificado estatal) y se trasladó a Alemania en 1982 (Universidad Técnica de Berlín, tesis doctoral). Ocupó un cargo de Música en la Universidad de Maryland, presidió el Simposio de Música Contemporánea de Finlandia (Universidad de Oxford, 1999) y el Primer Simposio Internacional de Institutos de Compositores (Instituto Goethe, 2000), y contribuye con el Diccionario Groves y Tempo. Sus obras a cappella incluyen Sanctus (Queens’ College Cambridge), Two Madrigals for High Summer, Hermes of the Ways (Akademiska Damkören Lyran), y un ciclo para los King’s Singers, Estraines, grabado por Signum. El Coro de la Filarmónica de Munich le ha encargado Petersiliensommer, y el Coro Bach de Munich, Gloria (coro, órgano, arpa). The Legend of Saint Wite (SSA, cuarteto de cuerdas) fue ganadora en una competencia de la BBC en 2008. Refugium (coro, órgano, percusión) fue estrenada por el Trinity Boys Choir en Londres en 2009. Sus trabajos recientes incluyen Wondrous Machine para el multipercusionista Martin Grubinger, Five Inscapes para orquesta de cámara y Nine Moons Dark para gran orquesta. Los estrenos de la temporada 2010-11 incluyen el trío de cuerdas The Pencil of Nature (música viva, Munich), A Sphere of Ether (para el coro Young Voices of Colorado) y el cántico The Angel of the East. Sus futuros proyectos siguen siendo un Primer Concierto para Piano de Dejan Lazić, y The Windhover (violín solista y orquesta) de Benjamin Schmid. Es miembro correspondiente del Instituto de Estudios Musicales Superiores del King’ College de Londres, y asistente regular de las conferencias de la ACDA. Sus editores: Hayo Musikverlag, Cantus Quercus Press, Schott Music, Josef Preissler, Tomi Berg. Correo electrónico: graham.lack@t-online.de
Traducido por Julieta Sapienza, Argentina
Revisado por Carmen Torrijos Caruda, Spain