María Bartha, coodinadora de francés del BCI
Después de un corto o largo vuelo a Budapest, se necesitan todavía más de dos horas para arribar a Debrecen, situada a 200 kilómetros de distancia de la capital. Se llega a un lugar agradable, con hermosas flores, amplias plazas y un viejo tranvía que domina la calle principal, parte de la cual está reservada para los peatones. Los invitados tienen un hotel en el centro de la ciudad, justo al lado del centro cultural donde tendrá lugar el concurso coral. Excelente calidad, excelente servicio. Algunos invitados ven y saludan amablemente a aquellos colegas que han conocido en diferentes concursos corales en otros países, en otras ciudades.
Esta vez, están aquí para el 25º Concurso Internacional de Coros y Festival Folklórico «Béla Bartók», que tendrá lugar en Debrecen del 25 al 29 de agosto de 2012. Este año, coros de catorce países y cuatro continentes han llegado para participar en el evento.
La temporada 2011/2012 es un momento especial en la historia de la ciudad, que fue fundada hace 650 años como una ciudad real independiente y que celebra el 150º aniversario del inicio de la educación musical local. Además, Zoltán Kodály, que estuvo profundamente implicado en la vida musical de la región, nació hace 130 años. En 2011 se celebró con varios eventos el quincuagésimo aniversario de la fundación del Concurso Internacional de Coros «Béla Bartók», cuya vigesimoquinta edición tiene lugar este año.
Podemos observar un colorido desfile cuando todos los coros cruzan el pequeño puente de madera y se congregan en la plaza frente al escenario abierto. La mayor parte de ellos son coros de jóvenes que llevan sus trajes tradicionales y cantan canciones folklóricas típicas de sus respectivos países. Sus rostros están brillando con alegría; mañana, ellos se encontrarán nuevamente en otras circunstancias, pero por el momento disfrutan de reunirse con jóvenes similares de países lejanos y esperan con impaciencia la noche para conocerlos mejor.
La ciudad de Debrecen se complace en ser, una vez más, anfitriona del concurso. El alcalde, el Sr. Lajos Kósa, da una calurosa bienvenida a todos los coros participantes y a aquellas personalidades de la comunidad del canto coral nacional e internacional que honran el evento con su presencia. También saluda a los miembros del jurado internacional que están presentes.
Las sesiones comienzan temprano a la mañana siguiente. Un breve recordatorio de las reglas del concurso: solo pueden presentarse obras a capella. Tanto en la semifinal como en la final, es obligatoria en cada instancia una obra coral de un compositor húngaro antes de la presentación de las obras opcionales. El programa opcional debe incluir solo composiciones corales contemporáneas. El húngaro no es el idioma más fácil de aprender; es difícil encontrar otro idioma similar y aunque las obras obligatorias en las diferentes categorías tienen textos húngaros, obviamente la pronunciación difiere de un coro a otro. Sin embargo, esto no parece ser un problema para los participantes, ya que desde el Comité Organizador se dispuso dar información en húngaro e inglés simultáneamente, permitiendo así que los participantes entiendan todo lo que sucede durante los eventos diarios.
Altavoces alrededor de toda la ciudad difunden las actuaciones para que la gente en la calle, al caminar al supermercado, pueda seguir en tiempo real lo que está sucediendo en la sala de conciertos. El público también juega un importante papel al asistir a las actuaciones. Incluso durante las sesiones matutinas, la sala de conciertos está casi llena, y es muy difícil encontrar un lugar en los conciertos nocturnos.
Debrecen está muy encariñada con el Concurso Internacional de Coros «Béla Bartók» y se presta especial atención a este importante evento, realizado también a través de una iniciativa única: desde 1970, en cada competencia, la ciudad ha encargado obras corales contemporáneas originales a compositores jóvenes, las que son estrenadas en el concierto de la ceremonia de apertura e interpretadas por el reconocido y profesional Coro Kodály de Debrecen. Este coro fue creado por György Gulyás, quien además fue su director durante algunos años, y que también inició y fundó el concurso «Béla Bartók», dedicado desde el principio a las obras corales contemporáneas.
El concurso tiene lugar durante varios días en la sala de conciertos Grand Hall del Centro de Convenciones Kölcsey, que cuenta con un equipo profesional y una excelente acústica para garantizar espectáculos de alta calidad.
En ocasión del concierto inaugural de gala, el diputado de la Municipalidad de Debrecen, responsable de los asuntos culturales, y el presidente del Concurso, el Sr. Béla Somogyi, nos recuerdan brevemente que el legendario György Gulyàs puso en marcha el concurso en 1961, hace cincuenta años. Invitó entonces a Zoltán Kodály para que fuera el primer presidente honorario, pero como Kodály vivía en Suiza y no pudo asistir al primer concurso, respondió a la invitación con las siguientes palabras: «Aunque no puedo estar personalmente con ustedes, estoy en alma y pensamientos. Vivat, crescat, floreat (que esto viva, crezca y prospere)».
¿Se pensaba en aquel entonces que, medio siglo después, el concurso seguiría todavía vivo y conservaría sus principales objetivos y su concepción original -la promoción de la música coral contemporánea-, y que al mismo tiempo, se convertiría en un notable acontecimiento para la comunidad coral internacional?
El concurso, de hecho, todavía sigue viviendo, creciendo y prosperando.
Varias obras de compositores jóvenes son interpretadas en el concierto inaugural. Los compositores son invitados a unirse al coro sobre el escenario y son presentados al público.
Qué momento festivo, cuando una pareja vestida con trajes tradicionales locales camina hacia el escenario cada vez, para felicitar a los compositores y presentarlos con flores. Hasta este año, se habían encargado cerca de un centenar de obras y el concurso es un catalizador para promover la música contemporánea, presentando desafíos desconocidos en cada ocasión.
La ceremonia de apertura concluye con una obra maestra bastante desconocida de Kodály, The Music Makers, compuesta para celebrar el 700º aniversario del Merton College de Oxford, en 1964. La característica especial de esta presentación es que fue dirigida por uno de los estudiantes de Kodály, el mismo Làszló Heltay que ya condujo el concierto hace cuarenta y ocho años. En esta oportunidad, accedió a dirigir en Debrecen el estreno húngaro de esta obra de Kodály.
Así, entonces, se inauguró oficialmente el concurso; las sesiones continuarán durante dos días.
En 2005, en Kyoto (Japón), la Federación Internacional para la Música Coral clasificó este concurso como uno de los diez mejores concursos corales en todo el mundo.
Esto no debe ser ninguna sorpresa, ya que la tradición del canto en Debrecen se remonta a varios siglos atrás. Como ya se ha mencionado, la ciudad también celebra este año el 150º aniversario de la vida musical organizada en Debrecen. La buena voluntad y el trabajo musical condujeron a la fundación del Zenede (el instituto de música). El lenguaje de la educación en aquellos tiempos era el latín y el alemán, y el primer instituto donde se brindó educación musical en húngaro fue el Conservatorio, que dio al mundo de la música húngara e internacional muchos maestros corales, músicos, historiadores y directores famosos. Fue el primer instituto al que Zoltán Kodály dio su nombre en vida, y desde entonces, la educación musical en el instituto estuvo basada en su famoso método, que todavía sirve como un modelo de enseñanza musical en muchos países.
Los miembros del jurado internacional del concurso de coros trabajaron juntos en armonía, según Peter Broadbent, y su lealtad a Hungría y al concurso de Debrecen está fuera de cualquier duda.
María Bartha: Peter, ¿su trabajo en el jurado fue una tarea sencilla o difícil? ¿Está de acuerdo con sus colegas?
Peter Broadbent: La labor del jurado «B» se realizó, por lo general, con muy pocos desacuerdos, en un espléndido espíritu de cooperación y un ambiente muy agradable. El decepcionante estándar en las categorías de voces iguales y de niños y jóvenes causó cierto debate acerca de qué premios debían otorgarse, pero hubo un total acuerdo sobre el orden y una gran cantidad de comentarios útiles y constructivos de los colegas. El estándar de las categorías de coros mixtos y de coros de cámara fue obviamente mucho mayor, y una vez más, hubo acuerdo sobre el orden de los resultados y muy buenas discusiones sobre los programas, conjuntamente con una apreciación sobre la calidad de las obras obligatorias.
El jurado internacional estuvo en realidad dividido en dos grupos: el jurado A y el jurado B.
Los miembros del jurado A eran Philip Brunelle -presidente del jurado y director (Estados Unidos)-, Ursa Lah -directora (Eslovenia)-, Ferenc Sapszon -director (Hungría)-, Csaba Somos -director (Hungría)- y Philippos Tsalahouris -compositor (Grecia)-.
Los miembros del jurado B eran Peter Broadbent -presidente del jurado y director (Gran Bretaña)-, Mykola Gobdych -director (Ucrania)-, Levente Gyöngyösi -compositor (Hungría)-, Harald Jers -director (Alemania)- y Ágnes Török -directora (Hungría).
El anuncio de los resultados tuvo lugar el domingo y los ganadores de las distintas categorías fueron los siguientes.
Coros de Niños:
El Coro de Niños Lautitia (Hungría) obtuvo suficiente puntuación para el segundo premio (no fue adjudicado el primer premio) y también fue proclamado como el coro infantil más exitoso.
Coros Juveniles:
El Coro Juvenil mixto Zoltán Kodály (Hungría) terminó con el mejor resultado y ganó el segundo premio (aquí tampoco se entregó el primer premio).
Coros de Cámara y Coros Mixtos:
El Coro Juvenil «Kamēr…» (Letonia) ganó el primer premio en ambas categorías.
Coros de voces iguales (coros femeninos):
El Coro Femenino Bartók de la Universidad de Miskolc (Hungría) terminó segundo; el primer premio no fue otorgado.
El Gran Premio del 25º Concurso Internacional de Coros «Béla Bartók» fue concedido al Coro Juvenil «Kamēr…» de Letonia.
Además de los premios mencionados previamente, también se entregaron varios premios especiales, incluyendo uno ofrecido por la esposa de Zoltán Kodály, la Sra. Sarolta Péczely. Este premio fue otorgado por el alto nivel interpretativo de las obras de Kodály y el ganador fue el Coro de Cámara Hymnia (Dinamarca), dirigido por Flemming Windekilde.
En la sala de conciertos del Centro Kölcsey, los aplausos de cientos de oyentes aclamaron a los ganadores y a su director Janis Liepins, de solo veintitrés años. El Coro Juvenil «Kamēr…» obtuvo un triple éxito, ya que como se mencionó anteriormente, también fue el ganador (además del Gran Premio) en las categorías de Coros de Cámara y de Coros Mixtos. La presentación de este coro dice:
«Una pasión juvenil combinada con una musicalidad sensible; estas son las cualidades que mejor definen al Coro Juvenil «Kamēr…», fundado en 1990. En los últimos años, «Kamēr…» ha trabajado con programas encargados especialmente por el coro, construyendo un repertorio único. Hasta ahora, el proyecto más grande del coro ha sido The World Sun Songs, en el que presentó 17 nuevas obras corales encargadas especialmente para el vigésimo aniversario del coro, incluyendo nuevas obras de ocho compositores contemporáneos de Letonia. Transmitir emociones, así como la más alta calidad vocal, son cuestiones de igual importancia para el coro. Esto se expresa también por los puntos suspensivos incluidos en el nombre del coro «Kamēr…», que significa «mientras». «Mientras todavía somos jóvenes, todo es posible…».
En el concierto de clausura del concurso fue interpretado el Psalmus Hungaricus de Kodály, por la orquesta sinfónica y el coro oficial de la ciudad, con excelentes solistas.
Además de las sesiones de concurso, se realizaron espectáculos folklóricos corales sobre el escenario, y hubo intervenciones espontáneas y conciertos sorpresa en diversos lugares. Otros coros ofrecieron conciertos de música sacra.
Durante el concurso, los participantes podían ver escenas de diferentes épocas de la vida de Bartók, visitando la exposición especial en el hall de la sala de conciertos.
No hay suficiente espacio para narrar los cincuenta años de historia de esta competición, pero József Balogh, el director del festival, la conoce de memoria. Utilizando documentos seleccionados, organizó una retrospectiva presentando los acontecimientos más importantes de estos cincuenta años. Algunas cifras y hechos ayudan a ilustrar el desarrollo continuo y duradero de este festival único.
Desde su creación, el concurso coral «Béla Bartók» ha sido organizado sobre una sólida base profesional y un nivel muy elevado. Actualmente, un Comité Artístico coordina el evento y decide sobre las categorías, el número de participantes, las obras obligatorias y la selección de candidatos. El Comité propone también a los miembros del jurado internacional y sugiere compositores.
Los organizadores han establecido estrechos contactos con asociaciones profesionales e instituciones musicales nacionales, cuyos representantes son invitados a asistir a las sesiones y eventos.
La Federación Nacional de Coros y Orquestas estuvo representada por su presidenta, Éva Kollár, que presentó la situación y el rol del evento en el marco nacional y en el contexto internacional.
MB: ¿Qué representa el Concurso de Coros «Béla Bartók» en el contexto de la escena coral húngara?
EK: Desde la creación del Concurso de Coros «Béla Bartók» en 1961, este acontecimiento musical internacional juega un papel muy importante en la vida musical húngara. Considerando la situación del país durante el pasado reciente, la participación de conjuntos extranjeros en un festival en una nación «socialista» -detrás de la cortina de hierro- era un acontecimiento extremo; sin embargo, la influencia de estos coros invitados de alto nivel era generalmente fructífera para los conjuntos anfitriones así como para los compositores húngaros. Las nuevas conexiones con el mundo extranjero musical abrieron nuevas posibilidades para las organizaciones locales y para toda la escena coral húngara.
Desde el punto de vista musical, el carácter único de esta competición centrada en la música coral contemporánea, ha formado un abundante nuevo repertorio para coros. Este período estuvo en correspondencia con un tiempo especial: el desarrollo explosivo de la educación musical, proveniente de las ideas florecientes de Zoltán Kodály sobre la música en las escuelas. El resultado fue una efectiva y exitosa nueva etapa en la vida coral, tanto para niños como para adultos.
Esto es lo que hace que el Concurso de Coros «Béla Bartók» sea tan notable, y que haya mantenido su carácter original y calidad durante tantos años. Los organizadores encargan nuevas composiciones cada vez que el evento tiene lugar, proporcionando un marco de actuaciones frente a un público nacional e internacional.
El Concurso Internacional de Coros «Béla Bartók», junto al Concurso Nacional de Coros «Zoltán Kodály», tienen actualmente una importante función en Hungría, ya que permiten a las agrupaciones de varias formaciones interpretar obras de alto nivel musical y proporcionan un lugar para su estreno ante una audiencia internacional en Hungría.
MB: ¿Por qué la música coral húngara, que es tan hermosa, no es muy interpretada en el extranjero? ¿Ello se debe solo a las dificultades del idioma o hay otra razón?
EK: Como miembro del jurado en varios eventos corales internacionales, he notado que en casi todo festival o concurso se escuchan composiciones húngaras. Son, por supuesto, obras de los compositores más conocidos, como Zoltán Kodály, Béla Bartók, Lajos Bárdos y Miklós Kocsár, pero cada vez hay más obras de György Orbán, Miklós Csemiczky, János Vajda, Levente Gyöngyösi y Péter Tóth que van siendo familiares para los coros de otras naciones.
Es cierto que las obras escritas en latín son más fáciles y están más ampliamente disponibles para los coros en todo el mundo. Las características fonéticas de la lengua húngara representan una tarea realmente difícil para los cantantes. Las reglas de pronunciación son lógicas, pero la estructura de las frases, los particulares sonidos de las vocales y las cadencias de nuestro idioma lo hacen un poco extraño al oído europeo, mientras que, por ejemplo, para los coros en Japón resulta más fácil aprender textos húngaros. Ellos parecen compartir algún sentido musical relativamente común con nuestra música.
A veces hay una conexión entre las obras húngaras y los arreglos de música folklórica húngara, dando a estas obras un carácter especial, que es tan interesante para el público como difícil para los intérpretes extranjeros. El ritmo típico, la forma de dicción recitativa, parlando, y el frecuente tiempo de baile hacen a esta música única e implica esfuerzos mucho mayores para los cantantes de todo el mundo.
Hay un tercer problema con la interpretación generalizada de las composiciones húngaras: la publicidad. El problema para los organizadores es que tienen pocas oportunidades para la presentación y para los anuncios comerciales. No es solo una cuestión de recursos financieros escasos; a veces también son lentos para actuar. Esto es algo que necesitamos cambiar muy pronto.
Por último, pero no por ello menos importante, es posible que uno desee conocer algo sobre la comida húngara, así que vamos a volver a consultar la opinión experta de Peter Broadbent, ya que ahora está muy familiarizado con las especialidades húngaras.
MB: Peter, cuéntenos algunas de sus experiencias con la comida húngara…
PB: La comida tradicional húngara a menudo parece bastante pesada para los gustos europeos occidentales, pero he comido muy bien en todas mis visitas a Hungría. Hay un creciente número de restaurantes donde se puede encontrar un enfoque más moderno y ligero de las recetas típicas húngaras, con comidas que no son demasiado intimidantes en términos de cantidad. Los platos clásicos como la sopa Gulyas, Pörkölt (una cazuela), Halászlé (sopa de pescado) y los famosos Hortobagyi Palacsinta (panqueques) son maravillosos, pero creo que es mejor comerlos en la casa de un amigo.
¿Sus oídos ya están acostumbrados a los acordes disonantes de música moderna? Si su coro desea obtener más información sobre el concurso o la manera de experimentarlo, pueden visitar el sitio web indicado a continuación.
Sitio web : www.bbcc.hu
Maria Bartha: Licenciatura (flauta) del Conservatorio Kodály Zoltán en Debrecen, Hungría. Diploma del estado (francés, inglés) de la academia de comercio exterior “Academy for Foreign Trade” en Budapest. Trabajó en Interkoncert en Budapest, en el departamento de opera y ballet. En Francia, cofundadora de la escuela de música Bussy-St-Georges Music School, Presidente de teatro musical para chicos en Bussy. 12 años en la asociación internacional hotelera International Hotel Association, 17 años en OIV (Organización internacional de viñas y vino), una organización intergubernamental con 43 estados miembro; entre otros deberes, coordinaba 16 grupos de trabajo científico. Seguimiento de alumnos (master); también a cargo de la preparación y seguimiento de la organización internacional de competición de vinos, en colaboración con personal local. Estudios complementarios en geopolítica, auditora de CNAM (University for life-long learning) e IRIS, Departamento de geopolítica y asuntos internacionales, dos años de especialización en los asuntos de la Unión Europea.
Traducción: Javier Perotti, Argentina
Revisado por Carmen Torrijos, España.
Edited by Gillian Forlivesi Heywood, Italy