Darius Lim, director, Singapur
CON EL INICIO DE LA PANDEMIA COVID-19, QUE HA AFECTADO AL MUNDO EN LOS ÚLTIMOS DOS AÑOS, NOS ENCONTRAMOS AHORA PROFUNDIZANDO EN EL ÁMBITO DE LA PRODUCCIÓN DE MÚSICA DIGITAL. DE MUCHAS MANERAS, NOS HA PRIVADO DE LA CAPACIDAD DE EXPERIMENTAR LA PRÁCTICA DE MÚSICA CORAL EN VIVO, UN MEDIO QUE DEFINE EL IDIOMA CORAL.
La experiencia del ensayo online ha pasado a ser un proceso que muchos considerarían una experiencia más fría, ineficaz y unidireccional que reniega de la definición del arte coral. Muchos de nosotros (incluyéndome a mí) miramos hacia atrás y recordamos los tiempos en los que podíamos cantar juntos en grupos grandes. Ahora apreciamos mucho más la capacidad de experimentar los sonidos de la voz humana colectiva – un esfuerzo artístico espontáneo que se hace aún más especial sabiendo que la música interpretada está protegida por derechos de autor en ese preciso momento.
Muchos, hasta el día de hoy, todavía debaten sobre la eficacia y el propósito de los coros virtuales. A pesar de todos estos desafíos, si realmente miramos profundamente los cambios en nuestra creación de música coral, nos damos cuenta de que la plataforma virtual nos ha dado la oportunidad de desarmar los diferentes aspectos del arte coral: podemos profundizar más efectivamente en separar los aspectos técnicos, sociales y artísticos de esta forma del arte.
Los conciertos virtuales han visto algo de fatiga virtual en los últimos tiempos, probablemente debido a los muchos coros virtuales similares que han pasado por las pantallas, todos producidos dentro del mismo formato de “marcos de ventana”. Es interesante notar que los coros ahora están comenzando a poner un mayor enfoque en la defensa de la narración a través de la actuación y el habla en videos musicales. Esto aspecto, al que los coros le dedicaron tan poco tiempo, ahora tendrá que cobrar mayor importancia en la plataforma virtual.
Nuestros objetivos al hacer música también han cambiado drásticamente. Cantar para juntar, unir, sanar y cambiar ahora ha ocupado un lugar central. De alguna manera, esta circunstancia nos ha refrescado y recordado su valioso propósito: ser la forma de arte más accesible del mundo para unir a la raza humana a través de la unidad de voces, el intercambio de historias y la esperanza de un futuro mejor. La competitividad de los festivales y concursos corales ha pasado a un segundo plano por el momento, ya que muchos festivales pasaron a formatos digitales que involucran a coros y directores, además de continuar proporcionando una plataforma para el desarrollo artístico profesional y la conciencia global de la creación musical en medio de este caos.
¿Cuál es el rol de la tecnología hoy y cómo se vería en los próximos años?
En muchos sentidos, Covid-19 ha obligado a toda una generación de músicos, artistas y cantantes a cambiar y hacer la transición a una nueva plataforma digital. Nos ha hecho pensar fuera de la caja y volver a mirar el idioma coral: si no podemos cantar juntos ahora, ¿qué haría falta para que lo hiciéramos? Por el momento, apostamos por la tecnología y todos sus avances para rehacer la experiencia coral, ensayando con zoom y organizando conciertos virtuales. Pero … ¿es realmente “por el momento”? Todavía está en marcha un gran debate.
La plataforma virtual ha creado un mercado y un medio completamente nuevos para conectar el mundo. Ensayos virtuales y conciertos que parecían imposibles para muchos hace solo dos años, ahora son posibles para nosotros con el clic de un mouse. La necesidad de esta plataforma también ha creado un nuevo mercado para diseñadores de software, ingenieros de sonido, productores de música y empresas de medios.
Aunque los ensayos en Zoom deben realizarse con cantantes que no pueden escucharse entre sí debido a las limitaciones de la aplicación, los diferentes elementos de un ensayo coral (técnica vocal, habilidades musicales, interacción social y aprendizaje de canciones) alcanzarían un mayor éxito y eficacia en los cantantes si estos elementos se ejecutaran por separado online y no todos a la vez. No puedes responder a alguien a tu lado, escuchar al director, armonizar y mirar tu partitura mientras estás en un ensayo online. Hasta hace poco, la comunicación bidireccional espontánea se consideraba prácticamente imposible.
Con el lanzamiento y el descubrimiento de Jamulus y JackTrip, ahora la creación de música virtual se ha acercado mucho más a la experiencia en vivo, lo que permite que cantantes y músicos se escuchen entre sí y reaccionen a los gestos de un director en tiempo real. Esto, en mi opinión, es una de las mayores mejoras a la experiencia coral virtual.
No creo que nada pueda reemplazar la experiencia del canto coral en vivo. La experiencia coral es más profunda con la conexión física de la interacción humana y los sonidos de la voz humana. Existe una conexión inexplicable a través de la motivación de construir un sonido coral todos juntos.
Sin embargo, avanzando hacia el futuro cercano, los límites entre los espacios físicos y virtuales continuarán esfumándose con las mejoras en la tecnología. Los ensayos y conciertos corales sincrónicos mejorarán términos de latencia, transmisión y calidad del sonido. Preveo una nueva generación de conciertos híbridos en los próximos años, donde músicos y cantantes podrán colaborar virtualmente en un espacio físico, pero actuarán desde la comodidad de sus hogares. En un futuro un poco más lejano, los avances tecnológicos del holograma 3D probablemente verán avances en las próximas décadas. Cuando tengamos éxito, podremos cantar junto a una persona que se encuentre a miles de kilómetros de distancia, ¡sin duda sería un espectáculo para la vista!
¿Cuáles son las amenazas de este desarrollo para el mundo coral?
Independientemente de los avances en tecnología, espero que no perdamos esa chispa por el canto coral en vivo y la excelencia coral. Es a través del lenguaje coral cantando en vivo que podemos experimentar verdaderamente el alma de la creación de música coral. La resonancia de lo humano, la espontaneidad de los gestos de un director y las imperfecciones de momentos no planificados en una actuación en vivo son solo algunos de los elementos del canto coral que son simplemente irremplazables en la plataforma digital. Es lo que hace que estos momentos sean mágicos y memorables.
Otro peligro probablemente radica en la capacidad de crear un mundo sonoro artificialmente perfecto a través del ámbito digital. A veces, da la ilusión de perfección que puede convertirse en complacencia o fracturar nuestra capacidad para dar grandes conciertos en vivo de igual nivel. Algunos han afirmado que los coros virtuales han salvado al mundo coral de la destrucción total durante el meollo de la pandemia. Otros opinan que los coros virtuales no deben clasificarse en el canto de “coro” y considerarlo artificial. Quizás, si pudiéramos adoptar una perspectiva diferente hacia esta plataforma y verla a través de la lente de la construcción de conjuntos a través de los diferentes elementos del arte coral, nos ayudaría a ver el panorama general de que los coros virtuales son de hecho una forma de defensa coral – al igual que una tienda minorista con un espacio físico continúa vendiendo su mercancía en una plataforma digital.
El mundo coral tardará unos años más en recuperarse de las secuelas de la pandemia. Durante este tiempo, no debemos olvidar que las plataformas digitales, aunque efectivas, no deberían ser un reemplazo a largo plazo del canto coral en vivo. Tampoco debemos perder nuestro objetivo de excelencia artística: desafiarnos musicalmente constantemente para ser la mejor versión de nosotros mismos. Es a través de este esfuerzo que nos encontramos y desarrollamos las habilidades necesarias de disciplina, impulso y automotivación.
Dicho esto, los coros virtuales han dado esperanza al mundo coral en un momento en el que más lo necesitamos. Creo que incluso después de la pandemia, seguirá sirviendo como plataforma para la defensa y la causa y será un recordatorio de la importancia de unirnos para cantar por un propósito común, en cualquier lugar del mundo.
El compositor y director de Singapur Darius Lim es el fundador y director artístico de Voices of Singapore (VOS). Sus trabajos son publicados por Edition Peters, Walton Music y Cypress Music. Actualmente es Miembro del Consejo Coral de Asia Pacífico, Presidente del directorio de la Alianza Mundial de Coros de Niños y Secretario General Adjunto de la Asociación Nacional de Instructores y Entrenadores. También se ha desempeñado en varios otros paneles y jurados de música internacional. Con la visión de construir un Singapur Cantante, la Sociedad Coral VOS es una de las sociedades corales líderes del país con 20 grupos de canto coral y más de 600 cantantes. Entre sus numerosos reconocimientos se encuentra su coro virtual de 900 personas interpretando “Home” durante la pandemia. El trabajo se ha exhibido en el Museo Nacional de Singapur, lo que refleja la resiliencia de una nación. Las grabaciones de coros virtuales de VOS han acumulado colectivamente más de 1,5 millones de visitas en plataformas virtuales y desde entonces se han convertido en un punto de referencia para la creación de música virtual en el país. Correo electrónico: darius@voicesofsingapore.com — www.voicesofsingapore.com — www.dariuslim.com
Traducido del inglés por Ariel Vertzman, Argentina