Michalis Pagoni, director de coros y pedagogo musical
En el siglo XX la música forma -notoriamente- un campo enorme y variado, por al menos dos motivos que evidentemente deben estar relacionados: las muchas nuevas nociones acerca de qué es la música, y la enorme cantidad de compositores activos. Más personas -probablemente varias veces más- han escrito seriamente música que en todos los siglos anteriores juntos. Además el aumento no ha sido sólo numérico sino también geográfico. De la segunda mitad del siglo XX a la primera década del siglo XXI se extiende uno de los períodos más importantes e interesantes en la historia de la cultura musical. Esta era memorable por los importantes cambios socio-históricos e ideológicos, marca un nuevo avance en la formación y evolución de todo el arte musical asociado con el arte coral. A partir del tardío siglo XX, la música se ha hecho más fragmentaria que en cualquier período histórico anterior. Cada compositor se esfuerza por encontrar un sonido original y completamente individual. Si se inspiran en otra música, es debido más a las obras de precursores individuales que a tendencias generales.
Las agitaciones políticas de la segunda mitad del siglo XX tuvieron un profundo efecto sobre la música, como sobre otras artes. Durante la depresión económica que siguió a las diversas guerras que ocurrieron en Chipre, músicos y compositores en particular fueron forzados a reducir sus recursos musicales. Esto dio lugar al desarrollo de pequeños conjuntos, sobre todo corales. La liberación de Chipre de la dominación británica (como consecuencia de las lucha de liberación entre 1955 y 1959) y la movilización hacia el período de independencia estimuló a la isla y constituyó una de las atmósferas más creativas que la gente necesitaba, y la cultura musical rápidamente comenzó a desarrollarse. Una etapa importante en la historia de la isla (en particular para la cultura musical) son los acontecimientos políticos de 1974. La conquista de una parte de Chipre por militares turcos y la pérdida de muchas personas son solamente algunos motivos que afectan la activación musical del país.
El arte coral de Chipre es uno de los más jóvenes de Europa. Surgió hacia la segunda mitad del siglo XX. Es el mismo período en el que, en muchos países europeos, aparecen nuevas tendencias revolucionarias en la música coral. Este es el momento para que esta nueva cultura coral ocupe un lugar entre la música de otros países europeos y resalte sus características. Las calidades artísticas del canto coral de Chipre son reconocidas en todo el mundo gracias a sus características. Factores sociopolíticos influyen en el estilo artístico y el rumbo del repertorio. Sin embargo, su originalidad está enraizada en siglos de antiguas tradiciones de música folklórica. Junto con el desarrollo de la interpretación del arte coral, la aparición de los primeros compositores es particularmente importante para la cultura musical de Chipre. Es también esencial que el estilo realista de pensamiento de los compositores chipriotas tenga en cuenta su contacto con el público que necesita esta clase de música. Entre ellos se encuentran importantes figuras de la cultura musical de la isla, cuyos nombres adentraron en su desarrollo histórico, como Leandros Sitaros, Solon Michaelidis, Sozos Tombolis, Yagos Michaelidis, Kostas Ioannides y otros. Por sus muchas obras corales, influidas por la poesía y la literatura contemporáneas, ellos ocupan un lugar significativo entre los compositores chipriotas de la segunda mitad del siglo XX y la primera década del XXI. Particularmente importante es el hecho de que algunas obras de estos compositores, alcanzándonos hoy, permanecen intransigentes y memorables. Otros desempeñaron un rol momentáneo -pero aún un significativo paso en toda la cultura musical para los artistas y el público. Ambos contribuyen al crecimiento musical coral como parte de la cultura de la isla. Todo esto da razones para hablar de la “primera generación de compositores chipriotas”.
La música folklórica de Chipre como base del arte coral
La vida musical de Chipre comienza en realidad al final del siglo XIX. Antes de este período, puede considerarse que la única música existente en la isla era la música folklórica, que está limitada (muy a menudo) a las canciones sin (y luego con) acompañamiento de algunos instrumentos folklóricos.
Aparición del canto colectivo en Chipre y sus requisitos culturales previos
El término “canción popular” implica una declaración poéticamente redactada en combinación con la música, empleada para expresar los más íntimos sentimientos de un ser humano [1]. La poesía, por lo general, es la expresión íntima de experiencias e impresiones espirituales y estéticas del poeta como individuo; la poesía, sin embargo, articula sentimientos que pertenecen al alma de la gente sin acentuar los gustos personales de carácter individual. Por lo tanto podemos decir que “la música popular” es la propiedad colectiva y común de un pueblo en la cual se refleja la vida espiritual y musical de esa gente.
No podemos decir exactamente cuándo aparece la música folklórica en Chipre. Pero seguramente podemos decir que acompañó a la gente de la isla en el trabajo, en diversos momentos públicos rituales, durante el luto. Ellos llevan un instrumento musical continuamente consigo. Esto es característico de su estilo de vida. La música está presente en cada momento de la vida de los chipriotas.
Esencialmente, el desarrollo activo del arte musical comenzó en 1878, cuando la isla cayó bajo la dominación del ejército británico. Entonces el estado de toda la cultura de Chipre estuvo bajo la influencia de ellos y, en algún modo, los refleja. Los rasgos que afectan esta evolución pueden ser por varios motivos. En primer lugar, la dirección autónoma de política cultural en el país es un requisito previo principal para el progreso. La independencia que adquiere la isla de Chipre después de su liberación de la ocupación británica ha sido aceptada por los historiadores modernos como un importante paso del futuro desarrollo del país en todos los aspectos y, sobre todo, en el campo cultural y musical.
Otro factor que afecta la cultura musical de Chipre es el desarrollo de numerosas escuelas de música privadas. En este contexto, la aparición de muchos nuevos coros y orquestas aumenta el interés de los chipriotas en la música y el canto colectivo. Además, algunos músicos deciden recibir su educación en el extranjero. Muchos músicos talentosos estudian en otros países europeos, y con su vuelta a Chipre están listos para traspasar sus conocimientos.
Sumado a esto, la cultura musical mundial incide en el trabajo de los compositores chipriotas. Reconociendo el papel principal del arte musical en la vida de la gente, las obras de esta etapa temprana están caracterizadas por dos rasgos estilísticos: los elementos nacionales están en relación con las tendencias musicales europeas de la época.
Todos estos aspectos positivos no aparecen de pronto e inesperadamente. No sería posible que tuvieran lugar sin el trabajo intensivo de muchos músicos. Pero seguramente, hay muchos otros motivos, para los cuales no existen datos en la literatura acerca de este período.
La influencia de la música bizantina en el desarrollo del canto popular en Chipre
La música de la isla está, en gran parte, influida por la música bizantina. Esta es la música del Imperio Bizantino compuesta sobre textos griegos (músicas ceremoniales, festivas, o eclesiásticas [2]. Historiadores griegos y extranjeros convienen en que los modos eclesiásticos y, en general, todo el sistema de la música bizantina está estrechamente relacionado con el sistema antiguo griego. Esta tradición, que abarca el mundo de habla griega, se desarrolló en Bizancio desde el establecimiento de su capital -Constantinopla- en 330, hasta su caída en 1453. Es, sin lugar a dudas, de origen variado, utilizando producciones artísticas y técnicas de la época clásica, de la música judía, e inspirado por la música vocal monofónica que se desarrolló en las ciudades paleocristianas de Alejandría, Antioquia y Éfeso.
Una figura clave de la música bizantina en Chipre fue Ieronimos o Tragoudistis (Hieronymous el chantre), un estudiante chipriota de Gioseffo Zarlino [3], quien tuvo su momento alrededor de 1550-60 y, entre otros, propuso un sistema que permitió al canto bizantino medieval corresponderse con las prácticas corrientes de contrapunto por medio de la paráfrasis del cantus firmus, e incidió seriamente en nuestra música tradicional en los años posteriores. Las otras las figuras importantes de la música bizantina de la isla son: Chrysanthos de Madytos, Gregorio el Protopsaltes, y Chourmouzios el Archivista. La evolución de la música folklórica en Chipre representa, por lo tanto, los rasgos característicos de las formas musicales griegas y bizantinas. La música folklórica de la isla puede considerarse una rama de las músicas folklóricas de Grecia y Roma. El único rasgo que lo diferencia de la música folklórica griega es que la anterior tiene más elementos eróticos que heroicos. Este elemento da a la música folklórica de Chipre un antiguo encanto.
La religión cristiana desempeña un papel importante en la sociedad de Chipre. Por lo tanto, toma parte principal en el desarrollo de canciones populares de la isla. Hay numerosos ejemplos en los cuales puede ser claramente remontada la influencia fuerte de la música bizantina sobre la música folklórica. Ambos tipos de música recrean las experiencias de la gente con sus excepcionales líneas melódicas y textos metafóricos. Como la música bizantina apunta a crear una relación entre los cristianos y Dios, la música folklórica intenta unir grupos de todas las edades. Por lo tanto, muchos investigadores de música bizantina y música folklórica que viven y trabajan en Chipre, encuentran conexión estructural entre ellas.
Características temáticas en la música folklórica de Chipre
El contenido y el tema de la canción popular son siempre de naturaleza concreta. En estas canciones las imágenes de poderosa expresión desempeñan un rol importante. La naturaleza animada e inanimada es presentada en vívida descripción. El texto, junto con otros componentes de la música (la melodía, el ritmo, la armonía horizontal, el tempo, etc.) crea una impresión mágica sobre el oyente y provoca sentimientos de amor, de alegría, de pena.
En Chipre, la gente está acostumbrada a expresar sus sentimientos a través de canciones. Los rasgos característicos de las canciones populares son la espontaneidad, la simplicidad, la restricción formal y la expresión natural. Sin embargo, el hecho de que la música folklórica de la isla sea generalmente monofónica es muy importante. Esto caracteriza el futuro desarrollo de la música coral en Chipre y el pensamiento del compositor.
En cuanto al contenido, las canciones populares de Chipre pueden dividirse en varios grupos. Los más importantes son las epopeyas y las canciones acríticas, las canciones regionales, las canciones de amor, las canciones de bodas, las canciones para niños, las canciones humorísticas, los lamentos y los motivos religiosos cristianos.
Las denominaciones epopeya acrítica y canciones acríticas respaldan el argumento de los “Akritas”, los protectores de las fronteras de Imperio Bizantino. Las batallas de los Akritas ocurrieron principalmente a lo largo de las fronteras orientales del Imperio Bizantino, sobre todo en Chipre. La epopeya y canciones se refieren a las acciones de varios héroes como Digenis, Porphyris, Andronikos y Konstantas. Estos nombres estuvieron relacionados con figuras históricas que vivieron entre 900 y 1000 d.C. Las batallas de los Akritas contra una fuerza superior de enemigos, contra serpientes y leones, están sin duda conectadas con legendarias historias de origen oriental. Los contactos entre Bizancio y el mundo árabe eran tan estrechos que no sólo el espíritu de Grecia y la cultura griega influyó en el mundo árabe, sino además elementos árabes penetraron en los dominios griegos.
Las canciones regionales son conocidas como “fonos” en la isla. Tales canciones son características de ciertas regiones y presentan el standard artístico de los habitantes de estas áreas tanto en cuanto al texto como a la melodía. Nos encontramos con estas canciones regionales cuyos textos y melodías han permanecido completas: “Paphitiki”, “Karpasitiki”, “Avgoritiki”, “Akanthiotissa” y “Tilirkotissa”.
La forma poética dominante en la canción popular de Chipre es la “canción de amor”. En este grupo de canciones prevalece el elemento lírico, que está remarcado por una ilustración sumamente imaginativa del tema con símbolos y metáforas de la naturaleza, demostrando también las experiencias más moderadas de los amantes. Una imagen sustituye a la otra, el “extranjero” es comparado con un “ave migratoria”, la “muchacha” con un “capullo de rosa”, la “belleza” de un ser humano con el “sol radiante”, las “lágrimas” con la “lluvia”. Además de esto, en las canciones populares de Chipre se encuentra a menudo la comparación del amado con el cielo y sus estrellas, con la tierra y sus árboles, con la albahaca sensible, con una rosa roja o blanca, con el jazmín. El amante es comparado con un árbol, con un halcón, con una primavera de agua dulce o con el sol.
Las canciones “de bodas” son un grupo admirable de canciones que están estrechamente relacionadas con las costumbres y hábitos de la isla. Tales canciones fueron originalmente difundidas hace 50 años, sobre todo en los pueblos más pequeños. Su objetivo era cantar la bendición y la alabanza a los novios y otros asistentes. Además, pueden distinguirse grupos diferentes como canciones acerca de la preparación de la cámara nupcial y el simposio de boda, canciones referidas al ornamento de los novios, al matrimonio, a los padrinos y a los padres de la pareja.
Un grupo especial de canciones populares de Chipre lo constituyen las “canciones de trabajo”, que eran cantadas en el trabajo o para recreación después del mismo. En general, el objetivo de estas canciones era facilitar las primeras horas de trabajo, y aún el ritmo para apoyar el régimen de trabajo del cuerpo con el fin de alcanzar mejores resultados. Las canciones con que ellos tratan la recolección de cosecha, la siega y la trilla, la cosecha de vino o el tejido, a menudo siguen viejas tradiciones. La mayor parte de estas canciones son de carácter bromista o elogioso; el objetivo y el propósito son igualmente aquí la modificación de los trabajos forzados y el esfuerzo.
Otro grupo de canciones en la música tradicional de Chipre son las “canciones para niños”. Este término subsume las canciones que son cantadas a los niños y aquellas que son cantadas o recitadas por los mismos niños. En la primera categoría encontramos las canciones de cuna, que sirven para cantar a los niños al dormir, y las canciones que se proponen para conseguir el objetivo contrario, es decir mantener a los niños despiertos, y animarlos a jugar. El segundo grupo incluye aquellas canciones que los niños cantan por cuenta propia mientras juegan o simplemente por espontánea alegría, pero también aquellas que tienen el objetivo de ensanchar su conocimiento general y religioso, y también de formar su carácter.
Tal como en tiempos antiguos, las madres en Chipre cantan a sus niños para dormir. En estas canciones ellas expresan sus deseos, expectativas, y aspiraciones para el niño. E invocan la felicidad que -según la creencia popular- es para ser considerada equivalente a la fatalidad, y esperar que la diosa del destino sólo conceda lo mejor a su niño.
Desde siempre las canciones “humorísticas y alegres” son otro grupo importante entre las canciones populares de Chipre. Los contenidos de estas canciones conciernen al ser humano. Ellos son objeto de burlas y sátiras. Las personas que en su carácter se desvían de lo normal, y por lo tanto presentan características cómicas, como la avaricia, la codicia, la pereza u otras situaciones y circunstancias extrañas, son sujetos de entretenimiento y criticadas irónicamente. Aún a la larga estas canciones sirven también para la educación moral de las personas.
El resultado final -como arte coral, que percibimos como artistas activos o público- viene de un extenso y duro trabajo de directores corales colegas y compositores de Chipre. Con sus importantes tareas a escala nacional, pero también con su contenido patriótico, el arte coral de la isla tiene una poderosa influencia sobre la gente, activa nuevas ideas y es generalmente uno de los factores más importantes para incitar el entusiasmo masivo. Esto conduce a la intensificación real del arte coral en Chipre sobre dos bases: la dirección coral y la composición coral.
El arte coral contemporáneo en Chipre
Al principio del siglo XX, los compositores de música clásica experimentaban con un lenguaje cada vez más disonante, que a veces llegaba a piezas atonales. Luego de la Ia Guerra Mundial, como un contragolpe a lo que ellos tomaron por gestos cada vez más exagerados e informes del Romanticismo tardío, ciertos compositores adoptaron un estilo neoclásico, que procuró recobrar las formas equilibradas y los procesos temáticos claramente perceptibles de estilos más tempranos. Después de la IIa Guerra Mundial, los compositores modernistas procuraron alcanzar mayores niveles de control en sus procesos de composición (por ej. a través del empleo de la técnica dodecafónica y el posterior serialismo integral). Al mismo tiempo, a la inversa, los compositores también experimentaron con métodos de abandonar el control, explorando procesos de indeterminación o aleatorios en grados menores o mayores. Los avances tecnológicos condujeron al advenimiento de la música electrónica. La experimentación con cintas grabadas y texturas repetitivas contribuyó a la aparición del minimalismo.
En Chipre (como ya he mencionado antes), el arte coral está en el camino de la creación y el desarrollo durante los últimos años del siglo XX. La participación de muchos directores de coro profesionales en la isla (que estudian principalmente en países europeos como Inglaterra, Bulgaria, República Checa, Grecia, etc.) y a partir de ello el surgimiento de nuevos coros, tiene su papel importante en el desarrollo de la cultura coral de Chipre. Un momento importante en este desarrollo es la formación profesional de directores corales en el extranjero. Casi todos ellos trabajan hoy en Chipre, algo que nos permite hablar de una etapa nueva, más importante en el desarrollo del arte coral de nuestro país. La generación nueva de directores profesionales incluye nombres como Angelina Nikolaidou-Spanou, Evi Afxentiou, María Kapetaniou, Michalis Pagoni, Stelios Karaolis, Francisca Gais y otros.
El arte coral encontró caldo de cultivo en el país después de 1955, cuando los directores corales intentan hacer lo primero para desarrollarlo. El Coro Aris en Limassol, fundado por el compositor Solon Michaelides, y el Coro Leandros Sitaros en Nicosia, fundado por el compositor Leandros Sitaros, pueden ser considerados como los primeros coros profesionales de Chipre.
En los años recientes del siglo XX se crearon muchos nuevos grupos: coros mixtos (locales o no), coros de niños o coros con un objetivo particular (coros cuyos repertorios incluyen canciones patrióticas). Los fundadores de estos coros quieren perfilar sus esperanzas y las expectativas artísticas de la gente, o desarrollar una canción tradicional popular y presentaciones artísticas de música folklórica tradicional. Sería imposible incluir todos los coros que trabajan en este momento en la isla. Menciono sólo algunos conjuntos corales como la Sociedad Cultural Epilogy (que incluye tres conjuntos) dirigidos por Angelina Spanou-Nicolaidou, el Coro Tiempos Modernos dirigido por Nicos Vihas, el Coro de la Sociedad Musical de Pafos dirigido por Sotiris Karagiorgis, el Coro de la Sociedad Cultural Ermis Aradippou dirigido por Michalis Pagoni, el Coro Proodevtiki Larnakas dirigido por Marios Lysandrou, el Coro de la Sociedad Cultural Limassol (que incluye dos conjuntos) dirigido por Violetta Kakomanoli y Maria Kapetaniou, el Ensemble Evagoras dirigido por Loucas Zymaras, y otros.
Una contribución importante a la música coral de Chipre la hacen los coros municipales, como el del municipio de Nicosia, dirigido por Koullis Theodorou; de Larnaca, dirigido por Andreas Gerolemou; de Derynia, dirigido por Tasos Protopapas; de Polemidia, dirigido por María Georgiou-Mandaliou; de Aglantzia, dirigido por Neofytos Rousos; de Famagusta, dirigido por Nicos Vihas; de Lakatamia, dirigido por María Tumazian; de Pafos, dirigido por Kleopatra Kotsoni, y muchos otros.
La lista anterior de conjuntos corales y sus directores es muy extensa, pero por motivos obvios no podemos listar todos los nombres de quienes hoy trabajan en Chipre. Es también importante decir que todos ellos (tanto coros como directores) alcanzan una “altura” mayor y al mismo tiempo promueven el arte coral de Chipre. Gracias a muchos logros artísticos comprobados y el reconocimiento internacional de varios de estos coros y sus directores, la isla tuvo un espacio importante dentro de la cultura coral mundial en la década pasada. A todo esto, también podemos añadir muchos grupos corales que no hemos mencionado junto a sus directores quienes, por las destacadas versiones de varias obras corales, pueden contribuir al futuro desarrollo del arte coral en el país.
El establecimiento de un importante número de nuevos coros en los últimos años del siglo XX y a principios del XXI, pero también la aparición de una generación nueva de jóvenes directores profesionales, conduce a la necesidad de todos estos grupos corales de presentar su trabajo artístico no sólo dentro de la isla, sino también más allá. Durante los 20 años anteriores se organizan en la isla varios festivales, conciertos y simposios corales, que dan a los directores y los miembros de los coros la posibilidad de conocer a otra gente, vivir la experiencia del festival coral, conseguir ideas para nuevos repertorios, o conectarse con otros grupos corales.
El rápido desarrollo de los grupos vocales de todo el país también incide en el repertorio coral. Esto amplía, mejora y enriquece considerablemente el trabajo de los coros con obras corales de diferentes géneros y épocas. Mayor actividad de conciertos entre los chipriotas estimula a los directores de cada coro para proporcionar al público algo nuevo o menos conocido.
Un lugar central en el repertorio de los coros chipriotas ocupa el arreglo coral de música tradicional de la isla. Hay muchas transcripciones de música tradicional hechas por compositores o aun más por los directores mismos, que arreglando las canciones tradicionales las adaptan según las capacidades de cada conjunto.
Hay también una fuerte tendencia entre los directores a crear arreglos de muchas canciones originales de compositores griegos como Mikis Theodorakis y Manos Hadzidakis. Además de esto, hay un número importante de arreglos diferentes de una misma canción hechos principalmente por los mismos directores. El repertorio de los coros también incluye obras de compositores mundialmente reconocidos de cualquier época como Bach, Mozart, Beethoven, Verdi, Orff y otros.
Desde luego, una parte grande del repertorio de los coros de la isla está conformada por obras corales con temas patrióticos. La fuerte relación de los compositores con estos temas lleva a la interpretación de tales canciones varias veces al año.
Todo esto puede hacernos concluir que las obras corales de los compositores chipriotas conforman una parte importante en el repertorio de los coros de la isla. Entre estas obras podemos dar como ejemplo el “Himno y Pena por Chipre” compuesta por Solon Michaelides, la cantata “9 de julio” de Michalis Christoudoulides, la canción coral “Violín de hace veinte años”, de Andreas Charalambous, y muchas otras.
Composición coral profesional en Chipre
Consecuencia del reflejo de la aparición de nuevos coros en Chipre, es la activación del interés de los compositores de la isla, que comenzaron a crear una cantidad de obras corales nuevas. Durante el siglo XX, todos los compositores chipriotas están en contacto estrecho con los coros del país, para los cuales crean un importante número de sus obras corales.
Especialmente en el desarrollo del arte coral en Chipre toman parte muchos compositores y músicos, como Andreas Charalambous, Christodoulos Georgiadis, Sotiris Karageorgis, Leandros Sitaros, Solon Michaelides, Sozos Charalambides, Sozos Tombolis, Andreas Gerolemou, Michalis Christodoulides y otros.
Las obras corales de estos compositores pueden ser observadas como el reflejo de los cambios de la época en la sociedad de Chipre. Sus obras están caracterizadas por la alta plasticidad y expresividad, pero sin imponer cualquier nueva exigencia estética de la música original tradicional de la isla. Muchos de los compositores chipriotas modernos tienden a reproducir en su música la imagen actual de la sociedad. En el proceso de analizar las obras corales de los compositores chipriotas, es clara una indicación de las maneras de desarrollar el material musical en sus obras: perfilar una intención fuerte en la creación de música que refleje el poderoso espíritu patriótico de la música contemporánea. Sin embargo, con sus piezas corales, los compositores expresan sus sentimientos, describen experiencias dolorosas, buscando el poder curativo de la confesión y se animan unos a otros en el análisis de sus sentimientos por la poderosa fuerza del arte coral.
El género principal en el que los compositores crean sus obras es -sobre todo- la canción coral con o sin acompañamiento. Además, en sus producciones completas toman un lugar típico las formas más grandes como “oratorios populares”, cantatas y requiems, otra vez con contenidos revolucionarios y patrióticos. Dependiendo de su concepción ideológica y artística, en cada obra coral se incorporan símbolos musicales o imágenes. Su rasgo característico es la múltiple repetición de una melodía corta (cumpliendo el papel de estribillo), pero con palabras diferentes cada vez.
Debería notarse que los compositores chipriotas no dan a la palabra “oratorio” el sentido del clásico género de oratorio. Bajo el nombre “oratorio”, ellos crean un ciclo de canciones que están en estrecha relación con el contenido de su texto, o el lucimiento musical. Desde luego, estas canciones tienen la unidad temática de su material. Basado en este principio, estas obras toman su nombre de los propios compositores como “oratorio popular”.
La poesía artística juega un importante papel en el desarrollo de la música coral durante este período. Su estructura está caracterizada principalmente por el verso libre, pero en paralelo con esto es usada la forma tradicional de rima. Los principales representantes de la poesía contemporánea de Chipre son: Kleri Angelidou, Costa Mondis, Kypros Chrysanthis, Rina Katseli, Tevkros Anthias, y otros. Sus poemas se caracterizan por su espíritu particularmente alto, y por la tensión emocional. Sus materiales se originan en experiencias personales y memorias. Basado en tales contenidos emocionalmente significativos, el trabajo artístico de los poetas chipriotas alcanza su agitación. Además, los compositores no sólo de Chipre sino de todo el mundo, y más expresamente de Grecia, encontraron muchas ideas interesantes en obras de estos poetas. Ellos los incorporaron a obras corales, extrayendo así importante significado nacional y cultural.
Los rasgos folklóricos y las imágenes de la música tradicional de la isla tienen también un lugar especial en las obras corales compuestas por compositores chipriotas. Podemos mencionar que muchos de los compositores emplean en sus obras formas populares, de las que sus formas originales son difíciles de detectar. Entonces podemos hablar acerca de afinación popular dentro de las obras corales de los compositores chipriotas, que está presente no sólo como una expresión literal (fragmentada o completa), sino también con el ritmo tradicional.
Todos estos rasgos desempeñan un importante rol en la música coral de Chipre compuesta desde el último cuarto del siglo XX hasta la actualidad. En realidad estos son los rasgos que construyen las bases sobre las que los compositores más jóvenes de Chipre desarrollaron la actual situación de la cultura coral de la isla.
La situación actual del arte coral en Chipre y sus pre-requisitos culturales(en la primera década del siglo XXI)
La creación y desarrollo de la activación del arte coral en Chipre desde los últimos años del siglo XX a la actualidad es obra de numerosos artistas. Además de esto, muchos directores corales (de los cuales varios de ellos están mencionados más arriba) podemos añadir un gran número de compositores que viven y trabajan en Chipre. Además, muchos de los grupos corales que están organizados y trabajan en Chipre, desempeñan un rol importante. Además de la música coral académica, que se estudia en las dos más importantes universidades privadas de la isla, los conjuntos vocales de cámara o grupos vocales desempeñan un papel importante en toda la cultura coral de Chipre.
Por otra parte, los festivales corales organizados en todo el país juegan un papel principal en el aumento del nivel de profesionalismo en el arte coral contemporáneo de Chipre. Podríamos decir que estos acontecimientos pueden ser considerados importantes “reuniones” tanto para cantantes como para directores. En estos festivales, los cantantes tienen la oportunidad de escuchar otros coros extranjeros y sentir la belleza del arte coral de Chipre. Por otra parte, por medio de estos festivales ellos tienen la oportunidad de conocer a otros colegas y ampliar sus participaciones en escenarios de concierto en diversos eventos corales. En conexión con esto, los coros tienen la oportunidad de generar más intercambios corales o invitar otros coros del extranjero a viajar a Chipre para encuentros corales y conciertos.
Varios congresos también desempeñan un papel significativo, organizados principalmente en diversas ciudades de Grecia, sobre todo para directores de coro. Allí, los directores tienen la oportunidad de intercambiar experiencias sobre el trabajo con los coros y ganar nuevos amigos, contactos y reputación. No por casualidad, estos congresos crean fuerte cooperación y muchos logros artísticos en la cultura coral en general.
En los últimos diez años el arte coral de Chipre tiene un lugar especial en la vida diaria de la gente. Mis observaciones indican, sin embargo, que toda la cultura coral en la isla está aún en el terreno de continuo desarrollo, que crece y atraviesa un mayor progreso. Los datos anteriores muestran que la música coral está orientada principalmente por coros aficionados o comunitarios -coros de municipio. La ausencia de coros de cámara, masculinos, femeninos, de niños o niñas y la existencia sólo de coros mixtos conduce a lugares comunes en el canto coral. Esto también está relacionado con temas patrióticos que ocupan un lugar especial en el arte musical de todo el país.
Claramente, seguir el desarrollo activo del arte coral demanda muchos esfuerzos. Por otra parte, está demostrado que Chipre tiene compositores y directores muy talentosos y bien entrenados listos para pasar su conocimiento y esforzarse para un desarrollo más activo de la cultura coral de la isla.
[1] Gottfried J. Herder, Herders Werke, Suphan, 25.
[2] The Columbia Electronic Encyclopedia, 6th ed., 2007 – Byzantine music.
[3] Gioseffo Zarlino (31 de enero o 22 de marzo de 1517 – 4 de febrero de 1590) fue un teórico de la música y compositor italiano del Renacimiento. Fue posiblemente el teórico de la música más famoso entre Aristógenes y Rameau, e hizo una gran contribución a la teoría del contrapunto así como a la afinación musical.
Michalis Pagoni es Director de la Escuela de Música Privada “Horizontes Musicales” en Athienou, Larnaca. Estudió Pedagogía musical en la Academia Nacional de Música “Pancho Vladigerov” en Sofía, Bulgaria y también, Dirección coral con la Prof. Theodora Pavlovich. Durante sus estudios fue miembro del Coro Académico San Paraskeva y más tarde en 2005 se convirtió en director del coro. En 2008 conformó y conduce hasta ahora el Coro Mixto de la Asociación Cultural “Ermis” Aradippou. En 2009, terminó el Programa de Relaciones Públicas y recibió el Diploma del Instituto Legal de Relaciones Públicas. Más recientemente, en febrero de 2012, obtuvo el título de Doctor en Musicología y Artes Musicales con una disertación acerca del tema: “Problemas interpretativos de la música coral en Chipre / de 1974 a la primera década de siglo XX”. También publicó numerosos artículos en varios periódicos y revistas de Chipre. Ha participado en varias conferencias corales tanto en Chipre como en el extranjero, promoviendo de esta forma la música coral de la isla.
Traducido por Oscar Llobet, Argentina
Revisado por Juan Casasbellas, Argentina
Edited by Ross Nelhams, UK