El canto coral, el canto de los pueblos, ha marcado siempre el ritmo de la vida de los hombres en sociedad desde el principio de los tiempos, iniciando a los jóvenes que entran a la vida, guiando a los adultos a través de diferentes acontecimientos y acompañando a los ancianos a su morada última. El canto coral es un medio privilegiado para la educación y la formación. La misma UNESCO ha reafirmado este rol particular del canto coral durante el primer congreso mundial sobre la educación artística en 2006 en Lisboa. El primer foro de jóvenes de la FIMC realizado en febrero de 2008 en Caen, asumió esta misión e hizo de ella un ideal de vida.
Como hemos dicho antes, el canto coral está involucrado en los temas más importantes de la vida, y son los jóvenes que tienen la oportunidad de impregnarse de esto, los que se convierten en sus portavoces, tal como puede observarse en cada presentación del Songbridge, una iniciativa del recordado Erkki Pohjola: un ideal de paz, fraternidad y de diálogo entre los seres humanos hecho música y cantado por jóvenes provenientes de todos los orígenes y todos los horizontes.
Estos ideales llegan incluso a convertirse en vocaciones y llevan a ciertos “elegidos” a consagrar su carrera a tales ideales, después de haber cursado una carrera universitaria de larga duración en instituciones de alto nivel, ya sean universidades o centros profesionales como las que existen en Juiz de Fora en Brasil o en Bloemfontein en Sudáfrica.
Y es que acaso ¿no vale la pena el sacrificio de una vida para cumplir una misión como esta?
La publicación de este dossier especial del Boletín Coral Internacional coincide con la conclusión de una obra monumental realizada por Jutta Tagger, quien durante más de 10 años construyó y asumió la dirección de esta revista, haciendo de ésta su propia tarjeta personal. Es nuestro deber hacerle en este momento un homenaje digno de su labor.
El conocimiento del medio, la densidad de su red especializada, su constancia y su entrega desinteresada, todas cualidades reunidas en un sólo personaje, han hecho de la Federación Internacional para la Música Coral una referencia universal en el amplio medio de la música coral, ya que estas cualidades son también elementos de referencia para la educación de jóvenes talentos.
Extrañaremos sus cualidades, de hecho las extrañamos desde ya. Aunque afortunadamente, estas cualidades continuarán ahí para guiarnos y para servirnos de indicadores a todos nosotros, en particular a Andrea Angelini, quien estará a cargo de suceder a Jutta en esta misión cuyo interés fundamental es al mismo tiempo el deber y la satisfacción moral de poder organizar y canalizar las ideas y las expresiones de un arte consagrado a la eternidad que nos lleva consigo hacia el futuro.
Accra, 28 de septiembre de 2009
Lupwishi Mbuyamba
Traducción del Francés María Catalina Prieto, Colombia