Ambroise Kua-Nzambi Toko, República Democrática del Congo
Director de coro
LA MEDICINA TRADICIONAL AFRICANA
Odisea de esta práctica ancestral
Existente desde antes de la llegada de la medicina científica occidental, la medicina tradicional africana ha demostrado su valía desde los albores de los tiempos. Practicada mucho más en las zonas rurales, atraía a menudo a mucha gente, especialmente en las áreas desprovistas de centros de salud modernos y se impone naturalmente como una aproximación alternativa inevitable para ciertas enfermedades ante las cuales la medicina moderna se muestra impotente. (3).
Incluso en la era moderna, la medicina tradicional africana ha sido siempre una realidad sobre el campo. La atención indígena constituye el tratamiento de primera línea para quienes padecen de enfermedades de origen inexplicable y misterioso.
La medicina tradicional atiende a más del 80% de la población, según la OMS, pero ha sido continuamente desatendida, combatida, no acompañada ni financiada.
En el imaginario popular de los Bantús africanos, la curación está en la naturaleza, en el mundo físico y espiritual (cósmico, ancestral, místico). Creemos en el poder de los ritos, pero también en los de la naturaleza, contenidos en:
- Arena, piedra, agua, fuego, aire,
- La sal, el aceite, polvos,
- Plantas, hojas, corteza de árbol, raíces, frutos,
- EL calor, el frío, el viento,
- La lluvia, el sol, la luna,
- La luz, los olores, los animales,
- Las representaciones, las máscaras, las estatuas, los tótems,
- Las palabras, los sonidos, los llantos, la música, los cantos, las oraciones,
- El baile, el trance, el ritmo de los instrumentos de percusión.
Los tratantes – iniciados y no iniciados
Los sanadores son generalmente de carácter hereditario, de abuelo a bisnieto, pero los herboristas, que son los no iniciados en sentido espiritual, han aprendido sobre las plantas y sus propiedades curativas al igual que sobre los síntomas y los efectos secundarios.
En el mundo de los sanadores están los elegidos, los herederos de la tradición, los iniciados, los formados y, por supuesto, los charlatanes que han comprado el poder y que veden ilusiones, así como aquellos que ejercen la profesión por imitación.
Los sanadores son verdaderos gurús rodeados de ayudantes, o personas que trabajan solas, pero también pueden ser asistidas por iniciados o por sanadores asistentes. Son llamados: sanadores, fetichistas, practicantes tradicionales, terapeutas tradicionales, videntes, clarividentes, brujos, profetas, adivinos portavoces inspirados, jefes de clan (en las tierras Ne kongo, les llamamos Nsadisi, Nganga-Nkisi, Ngunza, Mbikudi, Ma ndona, Ndoki, Mpovi, Mfumu a kanda…)
De su fuerza a sus debilidades
Práctica fuertemente ligada a las creencias y arraigada en la cultura ancestral, la medicina tradicional africana afirma tener la panacea. Por otra parte, algunas de sus debilidades con múltiples y a veces imprevisibles consecuencias, verdaderos secretos a voces, no escapan a la consciencia colectiva. Estas deficiencias están ligadas a diversas razones tales como:
- Ser de transmisión oral
- La falta de documentación que reúna conocimientos
- Ausencia de un marco para la reflexión colectiva o científica
- Los métodos de terapia que, por lo general, son menos elaborados y menos definidos
- Un sistema de iniciación muy selectivo e incluso egoísta
- El bajo nivel de seguridad sobre la precisión de las dosis de los medicamentos o del tratamiento administrado. Los riesgos de suministrar dosis equivocadas o de sobredosis son reales.
- Su influencia considerable en la práctica de la automedicación
- Su lado subjetivo e incluso esotérico que a menudo se inclina hacia lo irracional, y del cual sólo los iniciados poseen el monopolio
LAS ENFERMEDADES TRATADAS POR LOS SANADORES Y LOS TERAPEUTA TRADICIONALS AFRICANOS
Los desórdenes y patologías tratadas por la medicina tradicional son múltiples y variados. Lo mismo ocurre con los tipos de tratamiento que varían de una tribu a otra, de una etnia a otra o de una población a otra.
A título ilustrativo están los casos de enfermedades mentales, desordenes psíquicos, enfermedades de orden místico, pérdida misteriosa de ciertas facultades (vista, audición, memoria), impotencia sexual, perdida de virilidad, esterilidad femenina, así como tantas otras.
Ciertas enfermedades son tratadas de mejor manera por ciertas tribus, utilizando a veces distintos métodos de terapia.
Entre estas enfermedades figuran aquellas en las que el diagnóstico y tratamiento se realiza a través de procedimientos de carácter espiritual que, por lo tanto, involucran adivinación, encantamientos, invocaciones de ancestros (bankulu) o de espíritus (Mpeve) y las invocaciones de Dios, el ser supremo, el creador, el indestructible (Akongo, Nzambi a mpundu en el territorio Ne Kongos, Nzakomba en el territorio Mongos, Mvidi mukulu el en territorio Luba, Wonia Shongo en el territorio Otetela, Imana en las etnias de Ruanda y Burundi).
Esto estaría más ligado a creencias que atribuyen ciertas enfermedades a hechizos malignos, maldiciones, lazos familiares, posesiones, ataques de brujas, ajustes de cuentas por medios fetichistas o de consecuencias negativas de delitos cometidos por el culpable.
Para la civilización negra africana es posible enfermarse por haber ofendido a Dios, los espíritus, los ancestros, la naturaleza, la sociedad o los principios sagrados de la vida en comunidad, según afirma el profesor Bingono Bingono, criptocomunicólogo camerunés (4). Así curamos al cuerpo a través de la mente
El proceso de sanación puede necesitar de sesiones de varias horas, algunos días o incluso de semanas en un lugar preciso. Esto a menudo se debe o está ligado a la gravedad de la enfermedad a tratar, así como de los rituales inspirados o dictados por los espíritus. Las mujeres y los niños se encuentran en la categoría más exigente de esta atención.
Según el tipo de enfermedad, los pacientes se alojan en las antesalas de las viviendas de los sanadores (Ngunza, Ma Ndona, Nganga Nkisi…) o se dirigen hasta allí para las sesiones de sanación. Otros pueden ser llevados a lugares específicos para el procedimiento (un arbusto, bajo un árbol, a la orilla de un río)
LA MÚSICA EN LAS PRACTICAS ANCESTRALES
La sanación no está realmente ligada de manera directa con la música, el canto, la danza o el trance, de lo contrario se prescribiría, por ejemplo, el canto para sanar, y esta panacea sería contada entre las soluciones de las abuelas más afamadas y serían de uso popular. Esto hubiese permitido desarrollar rápidamente la musicoterapia al estilo africano.
Por otro lado, diversas fuentes sostienen que ciertos cantos tienen un poder sanador cuando son entonadas por los iniciados. Existe también una práctica que consiste en dar órdenes a los iniciados que componen los cantos, epitalamios que pueden servir de soporte terapéutico durante os ritos de sanación (es este el caso de los Luba en la República Democrática del Congo, En «Lufu», que significa muerte) epitalamios compuestos para ser cantados durante este rito con la finalidad de salvar al paciente de la muerte. Música, canto, percusión, danza, trance se utilizan en la mayor parte de los ritos.
Aunque en su tesis sobre “la relaciones entre música y trance” Gilbert Rouget demuestra que ni la melodía, ni el ritmo, ni l canto, ni la música instrumental provocan un trance al punto de curar naturalmente las enfermedades (2) y Erwan Dianteill en su tesis titulada “La música y el trance en las religiones afroamericanas” lo afirma con fuerza (2), se observa que muchos iniciados entran en trance por medio de cantos y ritmos de percusión.
El canto se asocia a la oración, la danza conduce al trance y a la oración.
Los músicos tradicionales de África, a pesar de su inmensa variedad, presentan ciertas características comunes. Estás son, en general, circunstanciales, funcionales, rituales, contextuales y, por tanto, utilitarias. Su omnipresencia en diferentes tipos de ritos revela la concepción africana de la música como algo que va más allá de un simple medio de comunicación entre humanos.
Existe música sugerente, música que puede liberar emociones a veces bloqueadas, música que puede transportar a un mundo de plenitud y de bienestar, música de carácter místico que solicita la intervención de fuerzas sobrenaturales o místicas, música orientada a objetos, música de meditación que puede provocar sentimientos positivos, música de relajación, música de sanación y de autosanación.
La palabra “música” ha tenido problemas para ser traducida en varias lenguas africanas. Por esta razón a veces canto y música son traducidas con la misma palabra. Enkikongao, lengua hablada en la República Democrática del Congo y en Angola, Nkunga significa canto y música. El canto juega, de esta manera, un rol de vanguardia. Allí donde la palabra se detiene, comienza el canto.
Como instrumento de comunicación tiene fundamentalmente dos dimensiones. Por una parte, la fenocomunicación, que es una comunicación de esencia material, palpable, física, acústica, produciéndose en el mundo físico y material y, por otra parte, la criptocomunicación, que es una comunicación iniciática, mística, esotérica y de orden espiritual, afirma el profesor Bingono Bingono. (4)
Las personas comunes no entran de forma natural a la dimensión criptocomunicativa a través del canto, pero bajo ciertas condiciones y a menudo durante el transcurso de los rituales, se descubren haciéndolo a través de la fenocomunicación.
Cantos, instrumentos y danzas van de la mano en un buen número de situaciones que, por tradición o en esencia, no podrían pasar por alto a la música. Cantar es, entonces, uno de los componentes de los rituales dedicados a la sanación de enfermedades. Las sonoridades vocales, así como las marcas fonéticas, varían considerablemente de un punto geográfico a otro.
Canto y sanación
¿Es posible sanar a través de la música? ¿La curación nativa a través de los sonidos es posible? ¿Existe la música para sanar?
Para muchas tradiciones africanas tanto el canto como la danza que conduzcan a un trance tiene, más allá de su valor artístico, una función terapéutica. Junto con los cantos de temática diversa se encuentran aquellas que se utilizan en las prácticas de sanación de determinadas enfermedades. Toda enfermedad es considerada como una disfunción del cuerpo físico, biológica, mental, psicológica o del cuerpo espiritual.
Por tanto, cantar puede llevar a estados alterados que permitan aumentar las capacidades humanes. Encuentra entonces su lugar en los ritos de sanación debido a los enfoques de los tratamientos previstos.
Las tradiciones africanas reconocen, en general, el poder de la música, no como una fuerza real y concreta o que constituya un principio activo, sino como un instrumento que acompaña, coadyuvante o mediador que pueda establecer una conexión entre lo interior y lo exterior hasta esferas superiores, y también activar una fibra sensible que pueda acercarlas.
En el enfoque terapéutico de las enfermedades, la unción es fundamental. Los iniciados cargados de unción son auxiliares del sanador que se las ha dado y que se ha llenado a sí mismo de ella. Su rol es el de cantar, danzar y tocar los instrumentos tradicionales.
Así como en el extenso espectro de las plantas, en el que a menudo una sola puede curar varias enfermedades, se cree que la música también está dotada de cierto poder curativo.
Los ritos de sanación
Música, canto y danza están asociados al sistema de atención nativa de un buen número de tribus o etnias en África subsahariana. Los sanadores adivinos a veces utilizan las artes adivinatorias para detectar las enfermedades y, sobre todo, las causas. Los clarividentes pueden leer la enfermedad entrando en contacto con el paciente.
En algunos ritos el canto se asocia a la danza y el trance, a veces acompañados de instrumentos musicales tradicionales, cada uno de los cuales está dedicado a funciones específicas.
Los cantos son entonados por el terapeuta tradicional o por sus ayudantes y en algunos ritos por el mismo paciente en una o varias fases del ritual.
Algunos cantos son entonados como epitalamios, prólogos de entrada y otros para crear un efecto placebo que predisponga al paciente a desarrollar la fe y de esta manera participar en su propia sanación.
Los ritos de sanación están extendidos por toda África bantú y presentan varios puntos en común. Prohibidos por los misioneros cristianos y hasta nuestros días por la religión cristiana, estas prácticas ancestrales han desaparecido, con la excepción de algunas que han resistido múltiples presiones.
Ciertos cantos han sido recuperados, readaptados e integrados al repertorio de grupos tradicionales.
En la República Democrática del Congo, la Zebola de los Mongos es un rito que involucra cantos y danza para ahuyentar a los espíritus. El paciente poseído, generalmente mujeres jóvenes, entran en trance convulsivo o pierden el conocimiento.
Canto, música y percusión también están presentes en los ritos de circuncisión Nkanda de los Ne Kongo y Gaza de los Bangala o los Bamongo. Los instrumentos de percusión son utilizados por los cuidadores o sus auxiliares iniciados, cada uno de ellos ejerciendo una función.
Para los Mbata (Bambata), los pacientes que sufren Ntulu nwengina (crisis de asma) acuden con gallos vivos, así como otros presentes y cantan Nsusu a koko.
Para los Bamaniangas el canto interviene en el rito Kimoko. A título ilustrativo, el canto lulendo Iwa satana diata lo, significa “Neutralizar el poder de Satanás”.
También está el rito Mayititi, en el que el canto interviene para curar la Mayititi (parotiditis).
En el ritual el paciente debe colocar su cabeza en un agujero cavado en la superficie del suelo y cantar:
Yi yi yi mayititi
Meka kana sala mu
Miale O – Canto de sanación de los Topokés,
rubato
En Congo-Brazzaville los ritos de sanación Lemba, Mudiri, Tingigila incluyen cantos.
La Vimbuza es una danza de sanación muy popular entre los Tumbukas, etnia del norte de Malawi protegida por la UNESCO.
Esta danza recuerda a una muy popular entre los Ba Maniangas de la República Democrática del Congo. Este parecido también se observa en los ritmos de tambores “Ngoma”.
El canto está presente en el rito Bissima de la tribu Ekang de Camerún.
Paradigma de los cantos rituales
Navegando entre subjetividad y objetividad, el canto de sanación incluye encantamientos, alabanzas y poemas cantados y repetidos en forma de mantras.
Ciertas características a continuación enumeradas parecen comunes en estos cantos.
- La compatibilidad ligada al contenido esencial o quintaesencial.
- La coherencia con la atmósfera de cada fase del ritual (cantos adaptados a invocaciones dulces, murmullos, llantos, a declaraciones plenas de autoridad, de sanación o de victoria). Eso puede depender del carácter del canto y del contenido literario.
- El canto de inspiración pura, conocido e impuesto en una etapa del ritual.
- El canto intuitivo o inspirado, improvisado por el cuidador terapeuta tradicional o criptocomunicador o sus ayudantes inmersos en un estado transfigurado y transformado o modificado (trance de inspiración creativa, trance divino).
- Cantos poseedores de virtudes curativas y supuestamente calmantes.
- Las oraciones y declaraciones cantadas.
- Los cantos con virtudes sugestivas que devuelven a un estado modificado (canto de trance, cantos para abrir el espíritu, canto para ahuyentar el miedo, la duda).
EL CANTO EN LAS SESIONES DE ORACIÓN DE LIBERACIÓN Y DE SANACIONES MILAGROSAS
Habiendo sido combatidos por los misionarios cristianos, varios ritos y cantos han desaparecido. La aparición y proliferación de las llamadas iglesias de avivamiento, postmisioneras, han abierto otro camino, una verdadera alternativa a esos ritos ancestrales sustituidos por sesiones de oración de liberación y de sanación milagrosa. Los pastores, evangelistas, los profetas de Dios, colmados de unción y dotados de un don espiritual de sanación milagrosa han tomado el lugar de los terapeutas tradicionales, de los sanadores adivinos, otros organizan sesiones especiales, bien sea en lugares públicos en cruzadas y campañas de evangelización o en privado en sus células de oración. Estas sesiones se acompañan de cantos de adoración, de alabanza, de súplica, de declaración de victoria sobre el enemigo, sobre las tinieblas, sobre los demonios, sobre los espíritus poseedores y diversas letras de fe y de proclamación de la sanación de las enfermedades sin distinción alguna. El nombre de Jesucristo se encuentra en el centro de estas sesiones de exorcismo religioso cristocéntrico y los resultados son sorprendentes y reales. Algunos enfermos sanan en el momento en el que los cantos son entonados. El éxito de esta práctica ha llevado muchos sanadores y terapeutas tradicionales a disfrazarse de profetas de Dios y arrastrar multitudes tras ellos.
Ejemplos de cantos entonados en serie durante las sesiones de liberación y sanación milagrosa:
- Yesu azali awa (Jesús está entre nosotros)
Kitisa nguya na yo (haz manifiesta tu presencia en este lugar)
- Nguya, Nkembo na lobiko epayi na Yawe (el poder, la gloria y la salvación pertenecen a nuestro Dios)
- Elonga ejali na makila ma Yesu (La victoria está en la sangre de Jesús)
Cantos importados – Himnos góspel - I am the Lord that healeth thee
I am the God that Healeth thee, I am the Lord Your healer
I sent My word and I healed your disease, I am the Lord Your healer
You are the God that Healeth me, You are the God my healer
You sent the word and you healed my disease, You are the Lord my healer - He touched me
Shackled by a heavy burden,
‘Neath a load of guilt and shame.
Then the hand of Jesus touched me,
And now I am no longer the same.
He touched me, Oh He touched me,
And oh the joy that floods my soul!
Something happened and now I know,
He touched me and made me whole.
Dr. Ambroise KUA-NZAMBI TOKO es investigador y director de la Academia de Música Coral en la República Democrática del Congo, miembro del Consejo Internacional y del Consejo de los World Choir Games, director artístico de numerosos festivales de música coral en la República Democrática del Congo. Ha estudiado artes musicales, ciencias físicas, informática y dirección coral en un taller de alto nivel organizado por A Cœur Joie International (2005). Dirige tres coros congoleses (Chœur La Grâce, Schola Cantorum AKTO – coro de jóvenes y Chœur d’hommes du Centenaire). Es uno de los compositores y directores de coro congoleses más reconocidos. Primer director del Coro Mundial de Jóvenes Africanos (2012 – 2015). Ha conducido más de 130 talleres internacionales, sesiones y clases magistrales sobre música africana y congolesa. Ha dirigido más de 300 conciertos internacionales y ha participado en más de 38 festivales internacionales de canto coral con el Chœur La Grâce. Elegido como mejor director y actor coral Wallonie-Bruxelles en el quincuagésimo aniversario de la República Democrática del Congo (1960 – 2010) por la Delegación Wallonie-Bruxelles de la República Democrática del Congo, laureado con el Premio «Special commendation» del Consejo Internacional de la Música y de cuatro premios africanos de música coral. Recibió en el 2014 el Premio Nacional al mérito de la cultura y las artes de mano del ministro de la Cultura y las Artes del gobierno congolés y el trofeo «Optimum Kantor» en noviembre del 2017 en Brazza (Congo). Es autor de tres libros: Mélopées sacrées, le papyrus de l’artiste; La voix décryptée, Musiques africaines – généralités et singularités y de numerosos artículos sobre la música coral (ICB de la FIMC, Chanter de ACJ Québec, Tuimbe de ACCM, …). Creó un nuevo sistema de notación musical (Mimin’si). Recibió dos diplomas de Doctor Honoris Causa (Arte Musical e Himnología) de la Triune Biblical University (Canadá & E.E.U.U.).
REFERENCIAS
- Oriane Marck, La musique dans la société traditionnelle au royaume Kongo (XVe-XIXe siècle), mém. de master, Université Pierre-Mendes, Grenoble, 2011
- https://journals.openedition.org/ethnomusicologie/114
- https://fr.wikipedia.org/wiki/M%C3%A9decine_traditionnelle_africaine
- https://www.youtube.com/watch?v=Lu7rV-IlEy4
- https://www.musicinafrica.net/fr/magazine/la-musique-traditionnelle-en-namibie
- https://ich.unesco.org/fr/RL/le-vimbuza-danse-de-guerison-00158
Informantes
- Ne Nkamu Luyindula, Etnomusicólogo, director del Centro Mbongi Eto, Ne kongo
- Souzy Lituambela Lolea, director de coro e integrante del chœur la grace, originario de la tribu Topoké
- Bijou Massamba, director de coro e integrante del chœur la Grâce, originario de la tribu Mongo
- Laurentine Makayisa Londa, testigo ocular
- Olivier Kanda Nzuzi, director de coro, testigo ocular
- Charles Mathongo Damas, integrante del chœur d’hommes du centenaire, testigo ocular
- Lily Abessolo, integrante del chœur africain des jeunes (2013-2015), Camerún
- Rodrigue Atsou, director de coro en Pointe-Noire, Congo-Brazza
- Michée Kanda, director de coro, transcripción.
Traducido del francés al español por Leo Garrido, Argentina
Bravo pour la recherche. Cet article est vraiment très édifiant. Il est dit que la musique adoucit les moeurs.il serait donc question d’un changement d’état émotionnel. Alors là guérison n’est pas seulement physique, mais également spirituelle ou psychologique.Alors dans un cas ou dans un autre,la musique serait source de guérison.la musique dans les rites de guérison chez les bantous.malheureusement nos traditions ont été combatues.Mais il est temps de les revalorisées.
Je suis très flatté pour une telle recherche, très édifiante. Je vous saurais gré de bien vouloir m’accorder cette faveur de ne ratez aucune publication svp. Merci beaucoup au docteur AMBROISE.