Cara Tasher, directora y docente
A pesar de su muy apretada agenda y su riguroso régimen de composición, Pärt Uusberg y yo intercambiamos correos electrónicos, a pocas semanas de su trigésimo cumpleaños, el 16 de diciembre. En 2014, mis UNF Chamber Singers se enamoraron de su obra Siis vaikivad kõik mõtted y luego grabaron su más conocida Muusika. Estas dos impresionantes obras atrajeron mi interés por investigar más profundamente al compositor, su vida y sus obras.
Cara Tasher: Muchas personas piensan en Estonia, Letonia y Lituania, en conjunto, como los gigantes corales del Báltico. ¿Hay rasgos destacados que usted pueda identificar como más específicamente “estonios” en lo que respecta a la música coral?
Pärt Uusberg: Debo admitir que estoy más familiarizado, principalmente, con la música estonia, y por supuesto, tengo algunos conocimientos sobre la música letona y lituana, pero no he llegado todavía a interiorizarme profundamente en ella. Si hay algo realmente único en la música de cualquier nación es la canción folclórica. En este caso, se deriva de una tradición que tiene más de mil años de antigüedad. Personalmente, me siento muy cerca del regilaul, la canción folclórica estonia, de la que Veljo Tormis, uno de nuestros compositores más famosos, ha hecho muchos hermosos arreglos. También he utilizado canciones folclóricas estonias en algunas de mis composiciones. Recientemente he estado viviendo y estudiando en Lituania, y me he familiarizado más con las antiguas canciones folclóricas lituanas, los sutartines. Al haber estado escuchando tanta música lituana, he podido saber que muchos compositores lituanos han sido influenciados por los sutartines. También he tenido aquí la oportunidad de asistir a una clase especializada para estudiantes extranjeros en la que hemos cantado juntos muchos diferentes sutartines. A través del estudio de estos sutartines, es interesante notar que tienen algunas similitudes con el regilaul, pero también hay algo que los hace particularmente lituanos; incluso, es difícil ponerlo en palabras. Luego de haber experimentado el vivir aquí y, al mismo tiempo, haber tenido muchas oportunidades de cantar sutartines, me parece evidente que están vinculados de alguna manera con esta tierra. Y creo que, probablemente, el poder cantar y escuchar el regilaul durante una larga estadía en Estonia, ayudarían también a un extranjero a profundizar el entendimiento de nuestra cultura y a una mejor comprensión de Estonia a través de su música.
¿Cómo fue dirigir a 10.000 personas que cantaron al aire libre su obra Muusika? (Y felicitaciones, porque otra de sus obras ha sido seleccionada para el próximo Youth Song Festival, ¡para ser interpretada por 25.000 cantantes!) Por favor, cuéntenos más sobre los Summer Song Festivals.
Fue una experiencia muy interesante para mí. Debo admitir que fue más bien un sueño que una realidad, aunque no en el sentido de haber estado soñando con dirigir en un Song Festival, sino en el sentido de que en el momento, esos dos minutos fueron algo onírico. De alguna manera, el tiempo se detuvo, pero también, justo después de terminar de dirigir, sentí que todo duró solamente 10 segundos, así que fue una especie de experiencia paradójica en cuanto a la percepción del tiempo. Desde entonces, no he vuelto a experimentar algo como eso.
Laulupidu, The Song Festival, ha estado muy cerca de mi alma desde que era un niño. Mi madre es directora de coros y he estado asistiendo a los Song Festivals desde que estaba en su vientre. Debo admitir que cuando era niño y joven, mi amor por el Song Festival era incondicional. En aquel entonces no sabía mucho sobre el festival, ni cómo estaba organizado, y tampoco noté las diferencias entre las orquestas y coros de aficionados y los que eran profesionales. Realmente me encantó el ambiente de Laulupidu y me gustó mucho cantar allí junto con miles de cantantes. Hoy en día lo experimento de una manera un poco diferente. Aunque era consciente de que al ahondar demasiado en el estudio de la música muchas personas pueden perder su asombro infantil por el arte, decidí estudiar música profesionalmente. Tratar con la música todos los días cambia el sentido y la comprensión de la música. Todavía me encanta la atmósfera del Song Festival, pero musicalmente disfruto más de una sinfonía de Sibelius o Brahms que de 2-3 minutos de una canción a cappella escrita para coro de aficionados y actuada al aire libre (y actualmente, apoyada con amplificación de sonido). Por supuesto, sigue siendo un momento mágico cuando 25.000 personas cantan juntas, pero eso no se refiere tanto a la música, es algo más … ¡y estoy muy feliz de que este tipo de tradición siga viva en Estonia!
Describa su proceso compositivo.
De alguna manera pienso que tal vez no es buena idea hablar demasiado sobre cómo escribir música. La belleza de la composición es que uno está realmente solo consigo mismo, encontrándose con su alma, yo diría, y no me gustaría mucho ponerlo en palabras. Por supuesto, podría incluso hablar de cosas más prácticas. Por ejemplo, para mí es muy importante escribir música todos los días (excepto durante las vacaciones, por supuesto) desde que tuve mi primera lección de composición con mi maestro Tõnu Kõrvits, quien me dijo: “¿Por qué crees que eres diferente a un pianista o un violinista, que tiene que practicar su instrumento todos los días?”. Aprecio su pensamiento y he tratado de mantener una rutina disciplinada. Todavía tengo algunos períodos en los que no escribo nada, y en verano he estado incluso durante un largo tiempo sin escribir ninguna música. Necesito eso para digerir todo lo que he recopilado en mi cerebro, y para olvidarlo. Luego, vuelvo a componer después de la pausa, quizás más fresco y abierto de mente. Cuando estoy escribiendo regularmente, trato de trabajar alrededor de 3 o 4 horas cada mañana. Por supuesto, ese tipo de práctica ha llegado a mi vida desde que he empezado a identificarme más profesionalmente como compositor. En realidad, empecé a componer antes de estudiar composición, y en ese entonces no escribía todos los días, sino que lo hacía más por diversión y cuando tenía tiempo. Ahora tengo pedidos y plazos, así que tengo que planificar mi tiempo muy estrictamente. Debo admitir que, en cierta manera, extraño la libertad de componer cuando quiero, pero también siento que al escribir más rutinariamente, mis pedidos están mejorando. Tal vez, algún día volverá la libertad y, entonces, tendré aún más conocimiento y experiencia para expresar mis sentimientos y pensamientos en la música.
Con base en las películas en las que ha actuado o para las que ha compuesto obras, parece que usted tiene interés en la justicia social y en abordar temas actuales a través del cine. Describa algunas maneras en las que haya programado, compuesto o interpretado música y cómo se han manifestado estas cuestiones en forma de arte coral.
La verdad es que no elegí los temas de las películas con las que he estado conectado. Cuando yo era niño también abordé un poco el teatro y por eso tuve la posibilidad de actuar en una película. Debo admitir que ni siquiera me gustó mucho el tema de la película en la que actué (Klass). La música que he escrito para películas siempre ha sido por encargo. Desde luego, es muy triste que en nuestro mundo haya cosas absurdas como la violencia escolar o la deportación, pero en el arte, creo más en la belleza. Creo que hay diferentes figuras artísticas: unas que son más proclives a la innovación y que a veces son también más socialmente activas como artistas. Y hay otro tipo de persona creativa, más conservadora y no demasiado socialmente activa como artista. Estoy seguro de encuadrar en esta segunda descripción. Para mí, escribir música es más una posibilidad de comunicarme con la eternidad para dejar mi mensaje. ¿Y cuál es el mensaje? Es tan solo la forma en que siento y amo la música, y a través de ella, el mundo. La música para mí es la parte más hermosa de la eternidad. Simplemente, es eterna y nosotros no lo somos, y no hay nada que podamos hacer al respecto. Así que, a través de la música, puedo comunicarme con las almas que ya ha estuvieron aquí hace 500 años atrás. Cantar o escuchar música antigua da la posibilidad de sentir ese tiempo y su energía viva que fue escrita en papel membretado hace mucho tiempo. Por lo tanto, estar involucrado en la música nos hace inmortales y abre un espacio más grande de comunicación.
¿Cuál sería el encargo de sus sueños?
En realidad, mi sueño es no escribir pedidos en absoluto J. Mi sueño es ser libre de escribir lo que quiera, cuando quiera, y tomar todo el tiempo que quiera para lograr su terminación. Es una sensación muy diferente el hecho de tener que escribir una obra a pedido que el poder explorar musicalmente una idea que viene libremente a mi mente. No sé por qué, pero desde hace mucho tiempo mi sueño ha sido poder escribir una sinfonía. Es por eso que decidí estudiar composición clásica. Todavía no sé si yo seré capaz de escribir una obra así. Y otra pregunta sería: ¿qué tipo de obra sinfónica podría actualmente llamarse “una sinfonía”? Pero espero que un día llegue el momento en el que sea interpretada mi sinfonía. Además, me gustaría escribir al menos una ópera y un réquiem.
¿Tiene consejos para otros aspirantes a compositores?
Debo citar a mi maestro Tõnu Kõrvits: “Cada compositor tiene su propia canción para cantar, solo canta la tuya”. También dijo que es importante servir a la música, ¡y por eso cree que es importante escribir música todos los días! Estoy de acuerdo con él y respeto mucho estos dos puntos.
Sé que pronto se irá a Vilnius a estudiar dirección con Vytautas Miškinis. Por favor, describa su camino hasta ahora.
Nací en un pequeño pueblo llamado Rapla (que tiene cerca de 6000 habitantes). Allí estudié en una escuela secundaria común, pero tuve muchas actividades extraescolares optativas interesantes: estudié trompeta en la escuela de música para niños, canté en el coro de mi madre (Riinimanda) y participé en la escuela de teatro. ¡También era activo en los deportes y fui campeón nacional en salto con garrocha y lanzamiento de disco (aunque Rapla es muy pequeño y esos acontecimientos no eran los más populares J)! Posteriormente, jugué vóleibol. Mi amor por la música coral comenzó cantando en el coro de mi madre, donde experimenté muy buenas sensaciones. Me encantaban los campamentos corales, e incluso, me entusiasmaban los ensayos corales comunes. Muchos de mis más entrañables amigos cantaban en ese coro y ahora algunos de ellos cantan en mi coro de cámara, creado en 2008 (Head Ööd, Vend). Las clases particulares de trompeta con Aigar Kostabi fueron también muy importantes para mí, ya que me mostraron el camino hacia la música profesional. En realidad, al principio, yo quería ser trompetista, pero no tuve demasiado éxito debido a mi ansiedad por el alto rendimiento. En 2005, mi vida cambió significativamente cuando me mudé a Tallinn y comencé a estudiar dirección coral con Heli Jürgenson en la Georg Ots Music School. Desde entonces, he estado tratando con la música como parte de mi rutina cotidiana, casi durante los últimos diez años. Luego de concluir mi formación como director de coro en la Georg Ots Music School, decidí continuar mis estudios en composición con Tõnu Kõrvits en la Estonian Music and Theatre Academy. Todavía divido mis actividades como compositor y como director, y ha sido difícil decidir si eso es una buena idea. Creo que hay ventajas al hacer ambas, pero cada una de ellas toma mucho tiempo, y si quiero entrar más profundamente en una, es un poco complicado hacer ambas. Actualmente, mi actividad principal es la composición, pero la dirección me proporciona cierta diversidad. Además, el hecho de dirigir mi propia música hace más evidente la expresión de mi intención compositiva, y esa es, probablemente, la razón principal de por qué continúo dirigiendo.
Pärt Uusberg (1986) es un compositor y conductor coral estonio. Se graduó en 2009 como director en la clase de Heli Jürgenson, en la Tallinn Georg Ots Music School. En 2014 se graduó en composición con Tõnu Kõrvits en la Estonian Academy of Music and Theatre. Siempre como activo cantante coral, Pärt comenzó su actividad en los coros de niños y jóvenes Riinimanda, que eran dirigidos por su madre, Urve Uusberg. A lo largo de los años, también ha cantado en el Estonian Youth Mixed Choir (dirigido por Taavi Esko y Kadri Leppoja), Voces Musicales (Risto Joost) y el Coro Mundial de Jóvenes (Ragnar Rasmussen y Josep Vila i Casanas). En 2008, Pärt creó su propio coro de cámara, llamado Head Ööd, Vend (Buenas noches, hermano), que se ha hecho conocido por sus hermosos conciertos en iglesias, así como por sus exitosas actuaciones en concursos corales. Pärt también ha estado trabajando con el Estonian Youth Mixed Choir y con el Mitte-Riinimanda Youth Choir. Varias composiciones corales de Pärt ya se han hecho populares y han merecido la aclamación de la crítica. El coro Head Ööd, Vend ha grabado también un CD con sus composiciones, que se encuentran disponibles en http://www.emic.ee/
Traducido del inglés por Javier Perotti, Argentina
Revisado por Juan Casabellas, Argentina