Romans Vanags, Profesor adjunto de la Academia Musical letona J.Vitols, Director artístico de Interkultur
Las competiciones corales mundiales se celebran cada año, casi cada mes y, a menudo, es difícil para los coros y directores elegir en cuál participar. Algunos coros adoptan una postura turista cultural y van a lugares donde no han estado antes, otros buscan posibilidades para competir con coros de alto nivel donde la competición sea reñida, y otros, por el contrario, eligen competiciones más realistas desde el punto de vista de composición coral, requisitos y regulaciones. Para asegurar la calidad de la competición y el número de participantes, los organizadores a menudo tienen que buscar nuevas formas y contenidos, con el fin de organizar una competición coral que sobresalga del resto por algo especial. El Campeonato Mundial Coral Infantil y Juvenil, organizado por la Agencia Cultural InterAspect de San Petersburgo en colaboración con La Universidad Pedagógica de Rusia Estatal de Herzen, es “fruto” de la búsqueda de nuevas alternativas. La competición en sí va dirigida a distintas categorías corales con un límite de edad que determina la composición de los participantes y las reglas de la competición. El sistema es interesante. Como en cualquier deporte, los coros compiten en octavos y cuartos de final, semifinal, y solo los mejores quedan invitados a participar en la final. Todo esto crea, sin lugar a dudas, suspense y un verdadero espíritu de competición. Tal y como ocurrió en los Juegos Corales Mundiales organizados por Interkultur, la lucha por el título de campeón es intensa, y a través de esta criba solo los coros más fuertes y potentes musical y técnicamente son seleccionados para la final.
Este año, el II Campeonato Mundial Coral Infantil y Juvenil en San Petersburgo se celebró del 15 al 22 de febrero y asistieron 30 coros, principalmente de Rusia y Europa del este. Esto es comprensible, ya que la situación actual geopolítica no es muy favorable para el marco global internacional de los organizadores de festivales de arte y cultura en la región. De cualquier manera, me gustaría mucho felicitar a los organizadores del concurso, especialmente a Elena Brizina y a Igor Matjukov, por una actitud tan extremadamente profesional y sincera al mismo tiempo. Todas las rondas de competición se planearon de manera muy precisa y las actuaciones corales provocaron un gran interés en el público. La calidad y objetividad fueron valores que reflejó el jurado internacional presidido por el profesor auxiliar del Conservatorio Nikolái Rimsky-Korsakov de San Petersburgo, compositor y director Sergei Jekimov. Fue un enorme placer trabajar con mis colegas Andrea Angelini (Italia), Milan Kolena (Eslovaquia), Vytautas Miskinis (Lituania) y Valeri Uspenski (Rusia). Cada uno de estos expertos es ampliamente reconocido entre los directores y cantantes corales por todo el mundo. Espero de verdad que tanto la valoración de los expertos y las discusiones tras el concurso fuesen significativas para coros y directores. Cada competición tiene sus propios líderes así como coros cuya actuación es toda una sorpresa y un placer. El líder de este campeonato lo fue ya desde el primer día de la competición el Coro Estudiantil del Conservatorio N. Rimsky-Korsakov de San Petersburgo, con el director Anton Maksimov. La actuación del coro fue especialmente alegre en la última ronda, en las finales. La capacidad vocal y técnica del coro y el entrenamiento profesional de los cantantes determinaron los resultados y en gran medida confirmaron los altos estándares de educación que posee el Conservatorio. Después de la competición, el jurado discutió si algunas escuelas musicales y coros universitarios deberían tener una categoría propia, ya que competir al mismo nivel que coros sin la misma experiencia musical limitarían dramáticamente las oportunidades competitivas de los últimos. El Coro de la Escuela Musical de Daugavpils Stanislav Brok de Letonia (director Yevgeny Ustinskov) y el Coro Escolar Musical de Niños Simeropol (director Viktor Zaslavkiy) mostraron cualidades artísticas similares. El coro de Niños “Avrora” de Moscú, dirigido por Anastasia Belajeva, deleitó con su perfecto sonido, pero el coro de San Petersburgo “Petersburg Stars”, dirigido por Svetlana Galimova, se ganó el cariño de la audiencia. ¡Este coro, en que los niños cantan con discapacidades de visión, supuso una actuación increíblemente fascinante y armoniosa!
El sistema de este campeonato impuso una difícil tarea a los directores –planear un programa correcto y táctico para poder mejorar la representación de cada una de las rondas sucesivas tanto técnica como artísticamente. Los coros, que habían seleccionado un programa apropiado, pudieron mantener el interés de la audiencia y el jurado hasta las finales de la competición. Fue un bonito detalle que los organizadores ofrecieran a los coros la oportunidad de actuar en los auditorios más famosos y acústicamente mejores de San Petersburgo: La Gran Sala del Conservatorio Rimsky-Korsakov de San Petersburgo y la Capilla Académica Estatal M.Glinka. Estos auditorios, en los que han actuado los artistas más notorios del mundo, quedarán en la memoria tanto de directores como de cantantes. A cada coro se le brindó la oportunidad de actuar en conciertos independientes durante el festival. Los participantes tuvieron además la oportunidad de asistir a un concierto en una de las iglesias más famosas de Rusia, Spas na Krovy (Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada).
Los organizadores habían planeado todo con mucha atención, de manera que cada coro fuese asistido y premiado con diplomas y premios conmemorativos. Hasta ahora no había visto tantos seguidores en ninguna competición que quisiesen premiar a sus favoritos con premios especiales a la simpatía. En la ceremonia de clausura, cada coro se sintió ganador, ¡y los ojos de los niños y sus corazones estaban llenos de alegría!
Para resumir, me gustaría afirmar que competiciones corales así constituyen un importante punto de partida para el crecimiento de cada coro y la autoafirmación de los jóvenes cantantes. Espero que los organizadores de la Competición Coral de San Petersburgo no cesen en su afán creativo, generando siempre nuevas ideas. Lo más importante ahora es que en un futuro próximo esta competición atraiga coros de regiones cada vez más lejanas y se cree así un verdadero sentido de competición Coral Mundial. ¡Espero que reine la paz en el mundo, y este festival musical de niños y jóvenes coros reunidos y actuando juntos definitivamente contribuirá a esta victoria!
Romans Vanags, graduado en el colegio de música especializada de Emils Darzins’ y en el Departamento de Coro y Dirección Orquestal del Conservatorio Estatal de Letonia Jāzeps Vitols’ en Riga (actualmente Academia de Música de Letonia Jāzeps Vitols). Obtuvo un diploma por dirección coral y pedagogía musical. Además, estuvo estudiando dirección de orquesta sinfónica y en 2003 obtuvo el título de maestría profesional en Música. La trayectoria profesional de Romans Vanags ha estado ligada con la dirección y la pedagogía. Romans Vanags ha sido el director jefe del coro de profesores llamado Vanema desde 1984 hasta 2004, y desde 1990 ha sido el director principal del coro femenino de la Universidad de Letonia Minjona. Desde 1987 ha sido director jefe y artístico del coro de niños de la Escuela de Música Jāzeps Mediņš. Entre 1990-1993 colaboró con la Orquesta Sinfónica del Colegio Musical Jāzeps Mediņš. Romans Vanags trabaja desde 1987 en la Academia de Música de Letonia en Riga como profesor de dirección coral. Email: romans@latnet.lv
Traducido del inglés por Juan Carlos García Gil, España
Revisado por Carmen Torrijos, España