Stanislav Pecháček, director de coro y maestro
El canto coral ha desempeñado un rol muy importante en la vida de la sociedad Checa desde tiempos medievales y ha estado conectado con la liturgia Cristiana por cientos de años. No estaba restringido sólo a la ejecución del canto Gregoriano, ya que su repertorio también incluía varias formas de música polifónica. La polifonía vocal floreció especialmente en nuestro país durante los siglos dieciséis y diecisiete, especialmente en las prácticas de las “literátská bratrstva” (hermandades de intelectuales), organizaciones de los pueblerinos responsables de la música en la iglesias. El compositor más importante de la época fue Kryštof Harant z Polžic a Bezdružic (1564–1621), autor de la Misa Missa quinis vocibus, una parodia basada en un cantus firmus del madrigal “Dolorosi Martir” de Luca Marenzio.
Las iglesias fueron el lugar principal para las ejecuciones musicales hasta finales del siglo dieciocho, y por esta razón la mayoría de las piezas vocales-instrumentales estaban conectadas con la liturgia. Hay una enorme producción, la cual está representada por diferentes tipos de Misas, Vísperas, Letanías, Salmos y otras piezas sobre textos litúrgicos (Salve Regina, Magnificat, Te Deum etc.). La música también era ejecutada en residencias nobles. La rica nobleza formaba sus propias orquestas, mayormente con sirvientes musicalmente talentosos. Se concentraban en la música instrumental la cual sería escuchada no en conciertos sino en ocasiones cotidianas o especiales tales como bodas, funerales, bailes y banquetes. Las producciones tenían muy poco en común con el carácter de los conciertos donde la música es ejecutada exclusivamente para ser escuchada y donde no hay participación del público. El repertorio también incluía cantatas seculares compuestas para cumpleaños, onomásticos, casamientos, muertes o nacimientos de niños en la familia del empleador.
Los compositores Checos que vivieron en Bohemia estaban en su mayoría conectados con las iglesias. Adam Michna z Otradovic (1600–1676), poeta y brillante compositor del Barroco temprano, era el organista oficial en Jindřichův Hradec. Él se hizo famoso por sus sencillos himnos vernáculos Česká mariánská muzika (Música Mariana Checa), Svatoroční muzika (Música para el año litúrgico) and Loutna česká (La lucha Checa). En la misma época, Bohuslav Matěj Černohorský (1684–1742) trabajó como organista en St Jakub en la Vieja Ciudad de Praga, y también por algunos años en Asís y Padua (Italia). Su ofertorio, Laudetur Jesus Christus, es considerado hoy como una de las mejores obras de la polifonía Checa. František Xaver Brixi (1732–1771) fue designado Kapellmeister de St Vít Cathedral en Praga y así obtuvo la más alta posición musical en la ciudad. Su prolífica producción de aproximadamente 500 obras contiene cerca de 120 misas. Josef Seger (1716-1782) fue designado organista de la iglesia Týn de Praga. Sus numerosas composiciones, que comprendían Misas y otras piezas litúrgicas, reflejaron rasgos estilísticos del Baroco tardío.
Un grupo especial de músicos Checos fue formado por maestros de campo, cuya tarea era también organizar la música para las iglesias. Entre ellos, los más notables fueron Jakub Jan Ryba (1765–1815) -autor de la popular Misa de Navidad Hej, mistře– y Karel Blažej Kopřiva (1756–1785), quien perteneció al grupo de maestros, músicos y compositores en el pequeño pueblo de Citoliby.
Muchos músicos Checos encontraron empleo en el extranjero. Tal es el caso de Jan Dismas Zelenka (1679–1745), el principal compositor Checo del Baroco tardío, quien fuera ejecutante de bajo doble, director y compositor en la Capilla Real Católica Romana de Dresden. Sus obras incluyen alrededor de veinte Misas y muchas otras piezas litúrgicas. Josef Mysliveček (1737–1781) vivió en Italia, František Xaver Richter (1709–1789) en Alemania y Francia, Antonín Rejcha (1770–1836) en París. Muchos compositores Checos trabajaron en Viena, la capital del ImperioAustríaco donde un número de ellos hizo una notable carrera: Leopold Koželuh (1747–1818), František Ignác Tůma (1704–1774), Jan Křtitel Vaňhal (1739–1813), Antonín Vranický (1761–1820), Pavel Vranický (1756–1808).
El comienzo del canto coral secular en Bohemia data tan sólo del siglo XIX. En esa época las composiciones corales seculares comenzaron a surgir en estos nuevos coros. Luego de modestos comienzos, grandes compositores surgieron en la segunda mitad del siglo, siendo Bedřich Smetana (1824–1884) -el fundador de la música nacional Checa- el primero de ellos. Él fue autor de varias piezas para coro masculino (Tři jezdci -Los tres jinetes-, Rolnická-Farming, Píseň na moři -Canción del Mar-), de tres piezas para coro femenino, aún muy populares (Má hvězda -Mi estrella-, Přiletěly vlaštovičky –Regreso de las Golondrinas-, Západ slunce –El atardecer-), y de una cantata (Česká píseň –Canción Checa-).
Su sucesor Antonín Dvořák (1841–1904) enriqueció la música coral Checa con muchas composiciones escritas para acompañar poesía folclórica (por ejemplo, Moravské dvojzpěvy –Duetos moravos-) y con varias cantatas espirituales y seculares (Stabat mater, Requiem, Te Deum, Svatební košile –La novia del Espectro-, entre otras).
El canto coral Checo alcanzó un nuevo nivel cualitativo a comienzos del siglo XX gracias a las asociaciones de maestros corales en las cuales la calidad artística tomó precedencia sobre la función social que prevalecía, y así la nueva técnica se hizo presente también en las obras corales. Las numerosas obras de Josef Bohuslav Foerster (1859–1951) son un claro ejemplo de ello.
Leoš Janáček (1854–1928) se enfocó con sus coros masculinos en los poemas Kantor Halfar (Halfar el maestro), Maryčka Magdónova y Sedmdesát tisíc (Siete mil) de Petr Bezruč, los cuales trataban los problemas sociales y nacionales en Silesia en un modo muy realista. Sus cantatas, especialmente Glagolská mše (Misa glagolítica ) pertenecen a las composiciones Checas más importantes de esa época. Josef Suk (1874–1935) -especialmente con su ciclo Deset zpěvů (Diez canciones) para coro femenino- y Vítězslav Novák (1870–1949) son otros importantes compositores que vivieron entre los siglos diecinueve y veinte.
Sin dudas el compositor Checo más famoso en todo el mundo de la primera mitad del siglo veinte es Bohuslav Martinů (1890–1959). Aunque pasó la mayor parte de su vida en el extranjero (Francia, E.E.U.U., Suiza, Italia), la mayoría de sus composiciones corales fueron escritas sobre poesía folclórica Checa (Česká říkadla –Rimas Checas de Cuna-, Tres ciclos de madrigales Checos y otros). Además, compuso cantatas inspiradas en antiguos textos bíblicos y pasajes de la literatura mundial moderna. Una tendencia a usar piezas cortas y formación de cámara son típicas de las cantatas de Martinů (por ejemplo: Kytice –Guirnalda-, Polní mše –Misa del campo-, Hora tří světel -Monte de las Tres Luces-, Gilgameš –La Epopeya de Gilgamesh). Su cantata de cámara Otvírání studánek (La apertura de los pozos) es una de las composiciones más populares de la música Checa del siglo veinte.
Entre los compositores Checos modernos se destaca Petr Eben (1929–2007). Su extensa producción fue inspirada en parte por canciones folclóricas (sus arreglos y sus propias piezas eran compuestas sobre poesía folclórica), por ejemplo O vlaštovkách a dívkách (Swallows and Maidens) para coro de mujeres o Láska a smrt (Amor y Muerte) para coro mixto; y en parte fue inspirada por textos antiguos y medievales, ej.: Řecký slovník (Diccionario Griego), Cantico delle creature (Cántico de las criaturas), Apologia Sokratus, Pragensia, Pocta Karlu IV (Honor a Carlos IV). Así mismo, escribió muchas piezas para coros de niños, por ejemplo: Zelená se snítka (La primavera en Leaf) o Deset dětských duet (Duetos de diez niños). La inspiración más importante para él fue su profunda creencia en Dios la cual se manifiesta en muchas Misas y otras piezas litúrgicas, incluyendo Posvátná znamení (Símbolos Sagrados).
Las composiciones de Zdeněk Lukáš (1928–2007) son muy populares entre los coros Checos de cualquier tipo y nivel. Lukáš muy a menudo combina poesía folclórica y música (ej.: Jaro se otvírá –La primavera comienza- para coro masculino, Věneček-The Wreath para coro de niñas). También se inspiró en textos antiguos y medievales y escribió varias piezas litúrgicas (Requiem, Missa brevis).
Entre los compositores de la generación con más experiencia, debemos también mencionar a Antonín Tučapský (1928) (quien vivió varias décadas en Londres), Otmar Mácha (1922–2006), Ilja Hurník (1922), Zdeněk Šesták (1925) y Jiří Laburda (1931).
A comienzos del nuevo milenio, la producción coral de los compositores Checos fue muy rica. Una de las razones más importantes es que aquí -al contrario de los grupos instrumentales cuyo repertorio está principalmente basado en la música clásica-, los coros tienen la tendencia de interpretar composiciones nuevas, ya sea de compositores extranjeros como Checos. Es por esta razón que muchos compositores corales provienen de las generaciones de mediana y corta edad.
Stanislav Pecháček, Doctor en Filosofía graduado en la Facultad de Filosofía de Olomouc en 1974. Enseñó en la Pedagogical Grammar School (Escuela de Gramática Pedadgógica) en Praga por nueve años, donde comenzó a interesarse en el canto coral llegando a ser director del coro de niñas de la escuela. Desde 1985, ha enseñado en el Departamento de Música de la Universidad Charles; desde 1998, en la Facultad de Educación de Praga, como conferencista principal; y desde 2012 se ha desempeñado como profesor universitario, ocupando en el 2001el puesto de Director Adjunto del Departamento de Música. Ha publicado cuatro monografías acerca de canciones folclóricas y literatura coral Checas (una de ellas publicada en Polaco) y nueve libros de texto en el campo de la entonación, técnicas de dirección, didáctica de la música y armonización práctica de canciones folclóricas para piano y guitarra. Desde 1990 a 1995, fue director del coro de mujeres ‘Puellae Pragenses’ y desde 1995 al 2006 condujo el coro de niños ‘Mládí’(Juventud). En la década de 1990 estuvo comprometido con organizaciones corales tanto en la República Checa (Presidium of the Association of Czech Choirs) como en el extranjero (AGEC – Arbeitsgemeinschaft Europäischer Chorverbände). De 1993 al 2000 fue Editor en Jefe de la publicación para las artes corales ‘Cantus’. Email: pechacek.stanislav@seznam.cz
Traducción Inglés-Español: Natalia María Forgione, Buenos Aires, Argentina
Edited by Will Masters, UK, and Gillian Forlivesi Heywood, Italy