Un Entrevista por Cara Tasher, directora de coros y docente
Desde que escuché el etéreo coro HAMRAHLÍÐ en el Simposio Mundial de Música Coral en 2008 en Copenhague, bajo la dirección de su fundador Þorgerður Ingólfsdóttir, me he sentido atraída por la música coral de Islandia. A mi oído estadounidense, la homogénea población cultural de Islandia combinada con su cohesiva tradición coral parece promover una fuerte cultura de competencia de conjunto vocal, debido a las naturalmente alineadas y acústicamente resonantes vocales de la lengua. Quisiera agradecer especialmente a Valgerður G. Halldórsdóttir y al Centro de Música de Islandia por su ayuda en exponer a nuestros lectores a la magnífica música de este lugar.
Cara Tasher: Gran parte de tu escritura parece una especie de música paisajista, incorporando rítmicos ostinati, zumbidos y algunos cánticos, y tienes cambios tonales elegantes y algo sorprendentes que impregnan muchas de tus canciones. Hay una gran amplitud en tu escritura, y el crítico John Quinn describió una de tus piezas como poseedora de una “frágil belleza”. ¿Cómo influye el hecho de ser islandés en tu estilo de composición?
Sigurður Sævarsson: Tal vez una explicación para esta “amplitud” en mi música sea la naturaleza islandesa que abarca todo. Islandia tiene pocas y pequeñas áreas arboladas o bosques. A medida que uno viaja a través de Islandia, encuentras vistas tan alejadas como el ojo puede ver. Me resulta encantador estar de pie y mirar hacia el mar, las montañas lejanas y majestuosas, o bien estudiar los musgos y las flores pequeñas. La mayor parte de mis obras corales están escritas con la acústica de una gran iglesia en mente, donde cada nota puede tejer alrededor de la siguiente, creando una suave y fina red alrededor del alma. Por supuesto, mi música tiene que estar coloreada por la bella e impactante música que he escuchado a lo largo de mi vida, y que a veces he tenido la suerte de interpretar, desde Palestrina hasta James MacMillan. La historia musical de Islandia no es larga, de hecho podría decirse que realmente no comenzó hasta la primera parte del siglo XX. Así, por esta razón, los compositores islandeses han tomado como modelos a compositores de otros países. Por eso, creo, la música coral islandesa es tan variada. Las influencias provienen de muchas fuentes; la mayoría de los compositores fueron al extranjero para hacer sus estudios, tanto a Europa como a los Estados Unidos.
El primer coro en Islandia fue fundado alrededor de 1850. Un grupo de pensadores progresistas que creían que era importante para el renacimiento del país que los islandeses terminaran con la antigua tradición de cantar viejas rimas cantadas y quintsong (una práctica folklórica oral de cantar en quintas paralelas), y cambiaran a formas más modernas de canción. Este primer coro fue fundado por estudiantes y profesores en la “Lærði Skólinn”, la única escuela de educación superior del país en aquel momento. En poco tiempo, los coros masculinos eran preponderantes en la escena musical del país, y fueron pensados para encarnar la noción de orgullo nacional y la lucha de la nación por la independencia. El primer coro femenino fue fundado recién en 1918. Hasta entonces, las mujeres sólo habían cantado en los pocos coros mixtos, que a menudo se formaban para ocasiones especiales, por ejemplo, las visitas reales del rey danés, y también en las iglesias.
Una gran cantidad de música coral se ha compuesto en Islandia desde principios del siglo XX. En los comienzos, los compositores escribieron obras nacionalistas -no es sorprendente- ya que en esa época los islandeses estaban profundamente ocupados con la libertad nacional y el amor a su país, lo que dio el impulso a la fundación de los primeros coros en Islandia. La primera gran obra coral islandesa fue interpretada en 1930: una cantata que celebra el milésimo aniversario de la fundación del Althing, la institución parlamentaria más antigua del mundo.
Nathan Hall escribió en el Reykjavik Grapevine: “Sigurður inventa momentos para voces que brillan como campanas, resonando y luego apagándose hasta un susurro casi inaudible”. Por favor comparte tu proceso de composición específicamente para coro a cappella.
Siempre es el texto desde donde empiezo. Las palabras me llevan adelante. Si el texto no me moviliza de alguna manera, no puedo componer sobre él. A menudo he dicho que con las notas pinto paisajes alrededor del texto. No importa si la obra es corta o extensa, siempre uso la misma técnica. Cuando estoy componiendo una obra a cappella, necesito tener más cuidado de lo habitual para no cansar las voces; tienen que brillar desde la primera nota hasta la última. La sencillez es algo más que siempre me esfuerzo por respetar. Quiero que el oyente escuche todas las notas y adónde van -también hay más posibilidades de que el texto se entienda claramente. He tenido mucha experiencia valiosa de cantar en coros excelentes con grandes directores. Con ellos he participado en un rico y variado repertorio de obras. Muchas grandes obras, que han influido en mí y otras que no fueron tan importantes. Sin embargo, ¡todavía se puede aprender mucho de las obras no tan grandes!
Quiero que el oyente escuche todas las notas y adónde van -también hay más posibilidades de que el texto se entienda claramente.
Después de elegir un texto, ¿cuál es la primera cosa que haces en la elaboración de una obra más grande?
Empiezo leyendo el texto una y otra vez. Quiero conocerlo tanto como si lo hubiera escrito yo mismo. Si estoy trabajando con un texto que tengo que editar, como en mi Passion of Hallgrímur (basada en los 50 Salmos de Hallgrímur Pétursson), entonces trabajo con el texto como si fuera un libreto. El objetivo es hacer que el “argumento” sea lo más claro posible, y también que la obra no sea demasiado larga. No escribo una nota hasta que el texto esté completamente listo. Entonces, si siento que algo más se necesita a medida que el trabajo avanza, vuelvo al texto para encontrar más. Escribo bastante lentamente, a veces tomando semanas con una frase en particular que pienso podría ser mejorada. Después de eso, necesito tiempo para distanciarme de la obra, unas cuantas semanas o un mes o dos, para volver a ella despejado antes de que finalmente la abandone. Esto también se aplica a mis obras más cortas. A menudo ocurre que mientras una obra está “leudando” en el estante, ya he comenzado otra.
¿Cómo difiere tu instrucción en la Universidad de Boston de tu instrucción en Reykjavík?
La mayor diferencia que de inmediato noté fue que en los Estados Unidos, no hice nada más que estudiar. En casa, en Islandia, trabajaba al mismo tiempo que estudiaba, además de cantar en el coro de la Ópera de Islandia. Naturalmente, en Boston todo era mucho mayor que en Islandia. El ambiente en la Universidad de Boston fue genial y allí conocí alguna gente maravillosa. Originalmente, me inscribí en el programa de maestría para cantantes, pero agregué un año adicional para completar también mi maestría en Composición. Yo estaba muy contento con mis maestros en ambos departamentos. También participé en el departamento de ópera y canté en el estreno mundial de Freshwater de Andy Vores. Una de mis experiencias más gratificantes fue cantar en el Marsh Chapel Choir bajo la dirección de Julian Wachner. Ensayábamos los jueves y cantábamos en los servicios dominicales, que se transmitían en vivo. Cubrimos una gran cantidad de repertorio, en los servicios dominicales y conciertos, y fue una gran experiencia trabajar con Julian.
Las sagas islandesas del siglo XIII son fuentes de texto útiles en términos de su franqueza y el hecho de estar en el dominio público. ¿Qué musicalizarás de este corpus de poesía?
Los islandeses son más conocidos por sus sagas históricas que por la música. Desde que Snorri Sturluson (1179-1241) escribió la Edda -de la que J. R. R. Tolkien dijo que lo influyó mucho cuando escribía su “Señor de los Anillos”- muchos grandes narradores y poetas han escrito algunas de las perlas más preciosas de Islandia. He estudiado varios textos de esta época, algunos de los cuales no son fáciles de abordar. Tuve la idea de escribir música para la Edda, que, por supuesto, es una tarea gigantesca que aún no he comenzado; lo mismo se aplica a mi próxima ópera, cuyo libreto ya está listo; ahora el compositor sólo tiene que sentarse al piano y empezar.
Describe tu encargo soñado.
Hay mucho que quiero escribir para coro. He reunido bastantes textos que quiero utilizar. Por supuesto, cuando recibo un encargo, pregunto si hay un texto favorito al que quieren que ponga en música. Mi encargo ideal sería escribir una obra con un gran texto para un director y un coro excelentes y entusiastas. No se puede pedir más.
¿Cuáles son tus conjuntos corales favoritos para escuchar? (Además de la Schola Cantorum, por supuesto)
Debo admitir que no he seguido mucho a ningún coro en particular. Yo, sin embargo, compro CDs de música coral pero, por lo general, compro la obra, no necesariamente los intérpretes. Esto no es ideal, lo sé, ya que a veces tengo que comprar otra versión de la música debido a defectos en la interpretación. No obstante, esto no sucede muy a menudo. Repasando mi colección, veo que la mayoría de las grabaciones que tengo son del Coro Monteverdi, seguido por el Trinity College Choir y The Sixteen. Hoy en día, hay grandes coros y directores.
Nombra algunos otros compositores que podrías recomendar a los directores que nunca han oído música islandesa antes de darles un sentido más amplio de la música coral de tu país.
La mayoría de los compositores islandeses, en algún momento de sus carreras, compusieron música coral. Hay unos pocos coros ambiciosos y directores corales en Islandia que encargan nuevas obras. Un ejemplo de esto es el Coro de Hamrahlíð y su directora, la Sra. Þorgerður Ingólfsdóttir. Creo que tengo razón al decir que sólo somos dos los compositores islandeses que nos hemos dedicado casi por completo a escribir música coral en los últimos años; mi colega de Schola Cantorum, Hreiðar Ingi, y yo. Si la gente está interesada en conocer mejor la música coral islandesa, el Icelandic Music Information Center itm@mic.is tiene personal bien informado que siempre está listo para guiar y recomendar. Y, por supuesto, todo el mundo es bienvenido a visitar mi sitio web www.sigurdursaevarsson.com donde también estoy dispuesto a ayudar.
Nunc dimittis por Sigurdur Saevarsson
Sigurður Sævarsson empezó el estudio del canto en la Escuela de Música de Keflavík en Islandia con Árni Sighvatsson a los 23 años, habiendo comenzado con el violín a los 7. Luego asistió a la Nueva Escuela de Música en Reykjavík, donde estudió con Sigurður Demetz y Alina Dubik. En 1994, Sigurður comenzó estudios de postgrado en la Universidad de Boston, donde sus profesores fueron William Sharp, Charles Fussel, Sam Headrick y Martin Amlin. En 1997 obtuvo grados de M. M. en Canto y Composición. Desde entonces, Sævarsson ha estado enfocado en componer ópera y música coral. Su obra publicada incluye muchas piezas corales cortas, cuatro grandes obras corales (Requiem, Missa Pacis, Oratorio de Navidad y Hallgrímspassía), dos óperas, dos obras de cámara y un ciclo de canciones para bajo. En la actualidad, Sigurður es miembro de la Schola Cantorum, uno de los coros más respetados de Islandia, y actúa como Director de la Nueva Escuela de Música de Reykjavík. Correo electrónico: s@sigurdursaevarsson.com
Cara Tasher, directora de estudios corales de la Universidad del Norte de la Florida desde 2006, ha acumulado experiencia como cantante, maestra y directora de coros con orquestas y coros del más alto calibre. Dirige los Chamber Singers y el Chorale en la UNF, asesora a los directores de coro de pregrado, y enseña en el programa de Maestría en Dirección coral. Idónea en varios idiomas, los conciertos, talleres y compromisos como cantante y directora han llevado a Tasher a más de veinte países. Estudió en el Conservatorio de Música de la Universidad de Cincinnati, en la Universidad de Texas en Austin, en La Sorbonne y en la Northwestern University, donde recibió varios distinciones y premios. La Dra. Tasher se desempeña dentro de la comunidad a través de ACDA, IFCM y NATS. Fue galardonada en 2010 con el Premio de Enseñanza de Graduados en la Universidad del Norte de la Florida, co-presentó “El Director como maestro de voz” en el Simposio Mundial de Música Coral en 2014, y ganó el Premio a la Excelencia en Liderazgo Universitario en 2016. Correo electrónico:cara.tasher@unf.edu
Traducido del inglés por Oscar Llobet, Argentina
Revisado por Juan Casasbellas, Argentina