Por Fang Wang, Secretario General de la Green Pine Care Foundation y director de coro, RP de China
El 12 de noviembre de 2019 recibí una serie de mensajes con el texto “los niños han llegado bien a casa” provenientes de Yunnan, Guizhou, Xinjiang y Taiwán. Por fin me llegó el último mensaje, el de los niños tibetanos de Qinghai, y ya me quedé tranquilo.
300 niños pertenecientes a minorías étnicas de diferentes regiones fronterizas habían venido a Shenzhen a participar en el concierto multirracial de coros infantiles. Estuvieron aquí entre el 4 y el 11 de noviembre, y no solo ofrecieron sus maravillosas actuaciones en el escenario, sino que también visitaron numerosos colegios para exhibir su propia cultura y música a la vez que disfrutaban de todo lo que ofrece Shenzhen, una metrópolis radicalmente diferente a sus lugares de origen.
Esas minorías chinas incluyen a los tibetanos, la minoría Gaoshan (Buonong, Paiwan), la minoría Kazak, la minoría Naxi, la minoría Lahu, la minoría Tajik, la minoría Yugu, la minoría Yao, la minoría Miao, la minoría Dai, la minoría Bai y la minoría Ewenki. Chanson de Montagne, proyecto musical para los jóvenes pertenecientes a minorías, fue fundado hace 14 años por la Green Pine Foundation. Con grandes esfuerzos, todos esos niños herederos de minorías musicales fueron invitados a participar en el concierto de Shenzhen.
En 2007, un grupo de personas que acababan de escuchar un concierto de los Niños Cantores de Viena salieron entusiasmados del auditorio de Shenzhen y comenzaron la iniciativa Chanson de Montagne con el fin de dar continuidad la cultura vocal y orquestal multiétnica de China. Organizaron numerosos conciertos corales multiétnicos en Shenzhen y otras regiones. He sido director del coro casi 10 años, lo que me ha permitido disfrutar de incalculables anocheceres y amaneceres rodeado de infinita belleza mientras viajaba por los pueblos chinos. ¡Hay tantos niños de ojos inocentes, tantas voces emotivas, tantos y tan diversos colores! Esos son los motivos que nos impulsan a continuar.
12 años más tarde, al final del concierto The Arcaic and the Earth (un concierto coral multiétnico celebrado el 9 de noviembre de 2019), mientras la última nota de la velada se desvanecía, no pude evitar que se me saltaran las lágrimas y abrazar a los compañeros que tenía cerca. Desde que me nombraron Secretario General de la Fundación en 2013, mi entregado equipo (formado mayoritariamente por mujeres) ha experimentado innumerables altibajos físicos y emocionales, pero el esplendor de la cultura multiétnica de China y la inocencia y simplicidad de los niños son inquebrantables. A todos los miembros del equipo nos han inspirado ellos, inundando de amor y tolerancia nuestros corazones, y hemos crecido con la tenacidad que hemos cultivado a través de esta experiencia.
En 2015, el Kazakh Children’s Choir de Chanson de Montagne actuó en el Jade Mountain Music Festival junto a la minoría Gaoshan (Bunong) de Taiwán. Entre 2016 y 2017, más de 20 niños de minorías étnicas cantaron “The harmony of mountains and sea, flying over the rainbow” en Aksai, situado en la frontera del noroeste, al sur de Kunming. Todos compartimos el deseo persistente de que todos los niños que vivan en zonas fronterizas subdesarrolladas puedan volar, ir más allá del horizonte y sentir en sus propias carnes la confianza y el crecimiento que les ofrecen su talento y su amor por el canto, su esfuerzo y dedicación al coro.
“Mommy, I want to fly across the rainbow and sing forever”. [Traducción: Mamá, quiero volar a través del arcoíris y cantar para siempre] Flying over the Rainbow
En 2019, el auditorio de Shenzhen cooperó con Chanson de Montagne y el Cultural Hall of Futian esponsorizó al coro de niños multiétnico, alimentando la esperanza de que el arte coral pueda ir un paso más allá. Manxue Hu, por aquel entonces directora del Shenzhen Senior High School Lily Girl’s Choir, fue nombrada directora coral y artística del coro. Niños y niñas de 4 minorías participaron en su primera actuación con el Shenzhen Senior High School Lily Girl’s Choir. Cantar con nuevos compañeros fue una experiencia extraordinaria y reveladora para aquellos niños que vivían en zonas subdesarrolladas, les permitió entrar en contacto con la cultura internacional; además, mostraron su identidad y minoría cultural a través de su actuación, lo que les permitió ser conscientes de su valor y ganar confianza en sí mismos gracias a los aplausos.
Esos niños a los que les encanta cantar y saben hacerlo de maravilla están escribiendo la Historia de la cultura musical multi-minoritaria de China. Están mostrando cuán amplio es China a través del canto. Por mi parte, como director de este proyecto, me impresionan y enseñan muchas cosas. Cada encuentro con los niños está lleno de alegría y belleza, y cuando nos despedimos aparece la tristeza. En esos momentos me viene a la mente la canción Reluctant to Say Goodbye [Traducción: Reacio a despedirme], escrita por el heredero de la minoría Naxi Naluo Li:
“I can sing songs as much as the flowers on the hills, but none of them is about closure. I can express as much as the tea leaf on the hills, but I won’t say goodbye”. [Traducción: Puedo cantar tantas canciones como flores hay en las colinas, pero ninguna habla del final. Puedo expresar tanto como las hojas de té en esas colinas, pero no diré “adiós”.]
De hecho, en mi mente, en Chanson de Montagne solo hay rayos de sol y canciones que huyen de la oscuridad y la separación. Trabajar para los niños y ayudarlos a abrirse puertas en la vida, me permiten sentir que mi río vital sigue fluyendo.
Fang Wang es Secretario General de la Green Pine Care Foundation y Director del Montagne Cultural Exchange Center, además de Director del Chanson de Montagne Multi-Ethnic Children’s Choir.
Traducido del inglés por María Zugazabeitia, España