Décimo Festival Internacional de Arte Coral y Octavo Concurso Internacional de Coros
Andrea Angelini, Editor en jefe del BCI, director coral y docente
Encargada por el Zar Pedro El Grande (1672-1725) como «una ventana mirando a Europa», San Petersburgo es una hermosa ciudad cuya elegancia tiene reminiscencias de las capitales más atractivas de Europa. No es de extrañar que actualmente sea la favorita de los fotógrafos de moda y escritores de viajes: construida sobre más de cien islas vinculadas por canales y puentes con arcos en el delta del río Neva, primero fue llamada la Venecia del Norte por Goethe, y sus terraplenes señoriales recuerdan a los de París.
Una ciudad imperial de agujas y domos dorados, de palacios de color pastel y catedrales iluminadas con velas, que está llena de placeres y tesoros tentadores. Las iglesias barrocas sobrecargadas con ornamentos arquitectónicos tienen una calidad de cuento de hadas; y la ciudad es rica en fuentes, palacios, canales, jardines y las famosas “perspectivas” que atraviesan la ciudad… San Petersburgo revela una nueva puesta en escena en cada esquina. Dos revoluciones han ocurrido allí, y aún la huella de la Ilustración y la magnificencia de los Zares todavía persisten en la atmósfera.
Por lo tanto, no es de extrañar que cada año sea organizado un festival coral en esta magnífica ciudad. Singing World es uno de los eventos musicales que uno tiene que ver, o mejor aún, participar en el mismo, al menos una vez en la vida. Este año, los organizadores recibieron cuarenta y seis coros y grupos vocales de quince países del mundo, y el número total de participantes ascendió a 1.500 personas. El arte del canto coral fue mostrado por agrupaciones de Australia, Brasil, China, Finlandia, Francia, Alemania, Hong Kong, Israel, Letonia, Polonia y Rusia.
Durante los seis días del festival, se llevaron a cabo veinte conciertos de música coral, uno de los cuales, de acuerdo con una tradición establecida anteriormente, se celebró en el Centro Cultural Cascada en Peterhof. Es bueno tener en cuenta que también se mantuvieron muchas otras tradiciones formadas durante festivales anteriores. En consecuencia, el sábado 4 de agosto se celebró un concierto dedicado íntegramente a compositores de San Petersburgo, y el martes 7 de agosto tuvo lugar en la catedral de Kazan un concierto con obras de música sacra rusa.
El festival Singing World estuvo dedicado a Yury Falik, un compositor ruso que es muy conocido allí.
“Él dejó el mundo rápidamente, en 2009, como «La desconocida» en el poema de Aleksandr Blok, que «…pasa, exuda nieblas y fragancias para solo dos minutos…». Siempre elegante y formal (usando una corbata Pierre Cardin o un pañuelo de moda), con un bolso colgado sobre su hombro y el borde de una partitura sinfónica -de Prokofiev, Stravinsky o una propia- asomándose de su bolso para el próximo concierto en el Gran Salón de la Sociedad Filarmónica donde, rodeado por la orquesta o los solistas, saltará otra vez, ágil y desbordante, sobre el podio del director y levantará sus manos, y la sala se llenará con música perfectamente pulida durante los ensayos. O se sentará al piano en un aula del Conservatorio de San Petersburgo, a la izquierda de un estudiante y hará observaciones concisas, ingeniosas y muy precisas…».
A lo largo de su colorida y creativa vida, Yury Falik compuso una importante cantidad de obras sinfónicas, de música vocal, de cámara e instrumental. Sin embargo, podría ser descrito como el compositor ruso de música coral que es interpretado con mayor frecuencia. Y dejó una gran herencia artística: cinco volúmenes de música a cappella.
Siguiendo la tradición, el jurado internacional estuvo presidido por el Prof. Valery Uspensky, Director Artístico del Coro Estudiantil del Conservatorio Estatal «Rimsky-Korsakov» de San Petersburgo, director del Departamento de Dirección Coral de la misma institución musical y Artista del Pueblo de Rusia. Los otros miembros provenían de Eslovaquia, Letonia, Italia, Ucrania y Rusia. La tarea del jurado era enorme y muy difícil, porque había muchos coros y también porque el nivel era muy alto. No fue fácil elegir a los ganadores de las distintas categorías. Finalmente, el Gran Premio fue para un coro de niños franceses, «Capriccio», de Nevers, que también ganó el premio otorgado por el público. Para obtener una lista completa de todos los premios entregados, se puede descargar el informe oficial en el siguiente enlace: http://goo.gl/47LoY.
La ronda final, que vio el triunfo del Coro de Niños «Capriccio», se llevó a cabo en una de las salas de concierto más hermosas de San Petersburgo, la Capella Académica Estatal.
Esta es la institución de música profesional más antigua de Rusia. La misma ha determinado las actividades, el establecimiento y el desarrollo de toda la cultura musical profesional rusa, y durante varios siglos ha sido la cara musical de Rusia.
En 1701, en San Petersburgo, se creó el coro de la Corte, y en 1763, la capilla de la Corte Imperial. En 1738, para satisfacer las necesidades del coro, un decreto de la Emperatriz Anna Ioannovna dispuso la fundación de la primera escuela de música especial. En 1882, fue fundada la primera orquesta sinfónica rusa, llamada Capella de la Corte. Después de la Revolución de 1917, la estructura de la Capella fue destruida y las clases, canceladas. El coro, la orquesta sinfónica y la escuela de música se separaron unos de otros, y así desapareció uno de los centros musicales más importantes del mapa musical europeo. Actualmente, los gobiernos de Rusia y de San Petersburgo han iniciado en conjunto un proceso de reactivación de la institución musical más antigua de Rusia.
Durante el último día, el río Neva estaba gris, como el cielo… que no se parecía al habitual de todo el mes de agosto, pero en los corazones de quienes asistieron al festival, seguían estando todos los recuerdos de una atmósfera cálida, que nos recuerda que la voz del ser humano es el más sofisticado y bello de todos los instrumentos.
Andrea Angelini se graduó en piano y dirección coral. Lleva una intensa vida artística y profesional al frente de varios coros y grupos de música de cámara. Ha utilizado su experiencia particular en el campo de la música renacentista para realizar talleres y conferencias en todo el mundo, y a menudo, es convocado a participar como jurado en los más importantes concursos corales. Desde hace años, es profesor en el Curso Internacional de Coreutas y Directores de Coro de Rímini junto a Peter Phillips. Es director artístico del Festival Coral Voci nei Chiostri y del Concurso Internacional de Coros de Rímini. Desde el año 2009, ha sido también editor del Boletín Coral Internacional. Como compositor, sus obras han sido publicadas por Gelber-Hund, Eurarte, Canticanova y Ferrimontana. Correo electrónico: aangelini@ifcm.net
Traducción: Javier Perotti, Mendoza, Argentina
Revisado por Carmen Torrijos, Madrid, España
Edited by Gillian Forlivesi Heywood, Italy