Rudolf de Beer, profesor y director de orquesta, miembro de la junta directiva de la FIMC
Traducido del inglés por Antonio Meglar, España
Revisado por Carmen Torrijos, España
La música, el baile y el canto (individual y grupal) siempre han sido parte de la vida diaria en África, al igual que en todas las culturas ancestrales. Desde la colonización, la tradición coral cambió para convertirse en una forma más organizada de canto grupal: el canto coral, que pasó a tener un papel esencial en las actividades culturales del continente. La importancia que tuvo la Iglesia en este cambio puede apreciarse en la cantidad de coros eclesiásticos que siguen existiendo hoy en día. La fundación establecida por los misioneros mediante la enseñanza de himnos europeos a los africanos cristianizados fue el comienzo del canto coral a cuatro voces en grupos no europeos. Este hecho puede ser considerado como la primera “formación” en canto coral en la región.
En Sudáfrica esta tradición fue creciendo hasta convertirse en un matrimonio entre la cultura africana y la europea, cada una sólida en sus propias bases pero también incorporando aspectos de la otra. Siguiendo la tradición inglesa, las competiciones pasaron a ser una parte muy importante de la vida coral en Sudáfrica. Muchas de estas competiciones incorporaron más tarde formación para directores corales.
Numerosas instituciones educativas, desde colegios hasta universidades pasando por escuelas de formación profesional, albergaron algunos de los mejores coros del país. Esto tuvo como resultado la implantación de cursos de educación coral en algunas de estas instituciones, aunque principalmente como parte de los estudios generales de música en el caso de la mayoría de antiguas universidades europeas de habla afrikáans. Los directores de orquesta de estos coros fueron a Europa para estudiar dirección coral, como Philip MacLahan, que era profesor y director coral en la Universidad de Stellenbosch y que visitó Alemania para aprender de Kurt Thomas.
Las universidades anglófonas siguieron los pasos del Reino Unido en sus asignaturas de música, e importaron a Sudáfrica los sistemas de evaluación ABRSM y Trinity para la mayor parte de la teoría musical y la formación instrumental. La comunidad afrikáans estableció su propio sistema de evaluación a través de la Universidad de Sudáfrica (UNISA). Todos estos sistemas de evaluación incluyeron más tarde exámenes para coros y directores corales. Sin embargo, ante la imposibilidad de recibir formación oficial en técnicas de dirección de orquesta, los candidatos a estos exámenes tuvieron que buscar profesores privados, al igual que en otras disciplinas.
Philip Lachlan and his wife Helen Radloff (1944)
Tanto coros europeos como africanos organizaron encuentros para coros y/o directores corales. Sin embargo, los coros africanos se centraron en competiciones mientras que los grupos europeos lo hicieron en simposios y talleres como los habituales encuentros nacionales de la Organización Coral de Sudáfrica. La Iglesia, sin embargo, conservó su importante papel en el desarrollo de la formación de músicos y la tradición coral. Los músicos de la Iglesia anglicana fueron educados en la tradición inglesa, que incluía formación como directores corales. Esta tradición continúa siendo muy importante en Sudáfrica.
Incluso antes de las primeras elecciones democráticas con sufragio universal de Sudáfrica, muchos coros y directores viajaron al extranjero en giras de conciertos o para participar en competiciones. Estos directores corales también participaron en cursos, talleres y clases magistrales dentro de muchos festivales y simposios. La necesidad de formación oficial para directores de orquesta se hizo cada vez más acuciante. Una de las razones era que un coro medio no podía competir con otros coros en Europa, por ejemplo, donde la formación para músicos corales ya estaba establecida.
No fue sin embargo hasta 1994 cuando se produjo un importante cambio en cómo estaba concebida la formación para directores: las universidades comenzaron a ampliar su plan de estudios con el objetivo de formar a futuros directores de orquesta más exhaustivamente. Después del cambio político en Sudáfrica, el primer coro escandinavo en visitar el país tras un largo boicot cultural fue la Schola Cantorum de la Universidad de Oslo. Su director, Kåre Hanken, que era también secretario general de la Asociación Coral Noruega, convenció a esta organización para encontrar formas de apoyar la democracia para, en primer lugar, establecer una organización coral nacional para toda la gente de Sudáfrica y, en segundo lugar, para formar directores corales. El gobierno noruego apoyó económicamente esta iniciativa y contribuyó con fondos adicionales para implantar cursos académicos en Sudáfrica. Estos fondos fueron utilizados para crear cursos en la Universidad Metropolitana Nelson Mandela, y Hanken fue el primer profesor de estos cursos. Otros ejemplos son las universidades como la de Pretoria, Kwazulu Natal, Bloemfontein y Stellenbosch.
Los cursos no oficiales, relacionados con competiciones y festivales, también desarrollaron la formación de los directores corales en diferentes aspectos desde análisis, preparación e interpretación de partituras hasta dirección de técnicas de canto. Entre estos festivales se encuentran el National Choir Festival patrocinado por Old Mutual y la Competición Coral Animato de la ATKV (asociación cultural y para la lengua afrikáans). Sin embargo, estos cursos se centran en la música prescrita para cada competición o festival, y no tanto en las técnicas de dirección coral.
Hoy en día es posible estudiar dirección coral bien como parte de cursos con certificado o diploma, o bien como parte de las carreras universitarias oficiales en muchas instituciones de educación superior en el país. Es posible incluso elegir dirección coral como una especialización práctica en lugar de escoger un instrumento en la Universidad de Stellenbosch.
No todos los cursos incluyen una formación enfocada a los directores corales, y los alumnos potenciales tienen que encontrar la información correcta en los folletos informativos de las universidades. La variedad de aspectos que se enseñan en los módulos de formación coral incluyen capacidad auditiva, armonía de teclado, música sacra, gestos de dirección, historia y didáctica de la formación coral e historia y teoría de la música. Algunas universidades solo tocan algunos de estos aspectos, mientras que otras educan a los estudiantes concienzudamente en todas estas disciplinas para que lleguen a ser destacados músicos y directores corales.
Rudolf de Beer. Cantante en las iglesias de Steinkier y Egge (Noruega), también es director del coro de cámara de Steinkier, coro de góspel, coro de voces masculinas, coro infantil eclesiástico y el coro Trønder. Nativo de Sudáfrica, anteriormente dirigió, entre otros, el coro de cámara de Potchesftroom, el coro infantil del noroeste (proyecto de las juventudes musicales de Sudáfrica), el Mecer City del coro Tygerberg y el conjunto musical de voces masculinas de Stellenbosch. Antes de mudarse a Noruega fue profesor de dirección coral, director de educación musical y director artístico de la Schola Cantorum en el departamento de música de la Universidad de Stellenbosch, en Sudáfrica. Estudió en la Universidad de Potchefstroom, aunque realizó su máster en dirección coral y musicología/educación musical en la Universidad de Oslo. También realizó su doctorado en la misma disciplina en la Universidad Metropolitana Nelson Mandela, en Port Elizabeth y la Norwegian State Academy of Music, en Oslo. Más tarde publicó artículos de investigación y compuso música para coros que ha sido publicada por Hal Leonard (EEUU), Norak Musikforlag y la Universidad de Cambidge (Reino Unido). Correo electrónico: rdbifcm@gmail.com