Olga Alexopoulou, directora, vice presidente de la Asociación Pan-Helénica de Directores de Conjunto Instrumental y Coro
Lo que necesita dejarse claro es que en la Grecia moderna, recién formada como un estado en 1830, la música coral aún no era parte de la música folklórica o la tradicional. Con la excepción de la polifonía pentatónica de Epiro y la influencia italiana que se encuentra en Heptanisos y en Creta (dado que estas áreas estaban bajo el dominio de Venecia), en el resto de Grecia encontramos canto monofónico y antifonario.
El concepto de coro por lo tanto (más que en cualquier origen podemos encontrar en la danza del coro en el drama de la antigua Grecia) es algo adquirido. Esto es evidente por el hecho de que los primeros intentos de formar un coro fueron principalmente realizados por extranjeros que visitaban Grecia o por personas de posición social que tenían la oportunidad de tener contacto con la música europea. Una indicación de esto es la invitación de la Reina Olga a A. Katakouzinos de Odessa para fundar el coro de la capilla del palacio en 1870. En los juegos de las olimpiadas de 1896 el Himno de Samaras es interpretado bajo la dirección de M. Uger, mientras en 1916 A. Marsick forma el primer coro femenino.
No pasa mucho tiempo hasta que los primeros grupos de aficionados comienzan a hacer su aparición por todo el país. Un ejemplo indicativo es el del coro de Tripoli alrededor de 1930, dirigido por Saliveros (¡un tonelero de profesión!), sin embargo varios años pasarían antes de que se diera un estudio más detallado a este género popular.
1980-2008
En los primeros 80’s hubo un aumento inaudito en el número de coros por el país. Cada municipalidad formó por lo menos un coro aficionado (una actividad que usualmente era gratis). De esta forma un increíble número de gente tenía contacto con este tipo de música. Automáticamente hubo oportunidades de empleo para directores, coristas y pianistas. Debido a la falta de especialización, muchos músicos aficionados- en posesión de alguna educación de música general- emprendieron la realización de los coros sin ningún conocimiento detallado sobre el arte. Esto llevo a la cultivación de una impresión equivocada- que funcionó como una barrera por varios años- y cualquiera que tuviera una relación con la música podía ser un director.
A pesar de todo esto, la necesidad de formación más sistemática y de entendimiento profundo sobre los parámetros del arte comenzó a hacerse más evidente. Sin embargo, por muchos años el número de personas que proseguían sus estudios en este ramo era muy pequeño. Una ley relativa para la fundación de una escuela de realización de coro existió, sin embargo la escuela no pudo funcionar, en parte por la falta de instructores y profesores de especialidad, pero principalmente porque las regulaciones legislativas con respecto al examen de diploma no existía. Esto resultó en que algunas personas decidieran proseguir sus estudios en el extranjero (A.Kontogerogiou, M. Patseas, F. Papakonstantinou, R. Mastrosavva etc.) y a su regreso establecer departamentos de dirección de coro en los conservatorios existentes. Antonis Kontogeorgiou fue el primero en crear un curso de tres años de dirección coral, cuyos graduados pudieron realizar carreras excepcionales, no solamente como directores, sino como líderes en el estudio y resolución sobre los problemas institucionales y de organización que existían en la educación musical de Grecia (K. Th. Evangelatos, St. Oulkeroglou, M. Logiages etc.)
Un factor importante contribuyó a cambiar la idea de que participar como corista en un buen ensamble, una observación detallada de un buen director, junto con conocimientos generales de la música, eran suficientes para poder asumir el papel de director. Ese factor fue organización/existencia de varios Festivales de Coros Internacionales (Tripoli, Kifissia, Atalanti, Larissa, Kefaloni etc) y competencias que florecían durante estas décadas (Festival de Coro Internacional de Atenas, Competencia Internacional de Música Sacra en Preveza, etc.). Pero el contacto de coros extranjeros gradualmente cultivó la necesidad de directores capacitados.
Por varios años una forma básica de enseñanza para los directores de coro fue a través de seminarios. Talleres, discursos y reuniones con directores invitados desde el extranjero, campamentos de verano, y simposio siguen floreciendo hoy en día. Durante los 90s, con la caída del antiguo régimen soviético, Grecia recibió una ola de artistas inmigrantes de (Albania, Bulgaria, Yugoslavia, Rusia, Bielorusia, y Ucrania) países con academias de música excepcionales y con un buen nivel de estudio musical. Su incorporación en la sociedad griega (como violinistas, pianistas, directores etc.) hizo evidente la diferencia entre la educación sistemática y la formación ocasional.
Todos estos procesos maduraron lentamente en la música de la sociedad griega (en realidad aún está madurando). Una prioridad sobre la generación de directores de música es el desarrollo de sus habilidades y la profundidad de su conocimiento sobre el campo de estudio. Los griegos se han convencido de lo complicada y extensa y, a la vez, fascinante área de estudio.
En 2007, el Ministerio de Cultura “resolvió” el problema con la formación de Departamentos de Directores de Coro con un programa definido sobre el estudio en la música de conservatorios, también con programas de estudio de posgrado en la Universidad de Música de Corfú. Aún hay varios problemas institucionales en el funcionamiento de estos departamentos; sin embargo un comienzo se ha hecho, y desde octubre de 2008 los primeros departamentos de Directores de Coro oficialmente funcionan en algunos de los conservadores de música y en los departamentos de música de algunas universidades.
Olga Alexopoulou, conductor, Vice President of the Pan-Hellenic Association of Conductors of Choral & Instrumental Ensembles
Traducido por Carolina Estrada, Mexico
Revisado por Juan Casasbellas, Argentina
Edited by Sue-Ann Struwe, South Africa