Entrevista con Philip Lawson
Andrea Angelini: director, compositor y director editorial del BCI
AA: Philip, has tenido una maravillosa carrera profesional en los King’s Singers, uno de los grupos corales más aclamados del mundo; ¿de qué forma te diriges al mundo coral amateur?
PL: Adoro trabajar con coros amateurs (es una de las cosas que hice antes de unirme a los King’s Singers algo más tarde de lo que se suele esperar, a mis 36 años). Me fascina el efecto nivelador que tiene: en estos grupos participan personas de todos los ámbitos de la sociedad, que se unen para conseguir la perfección en algo diferente a lo que hacen en su día a día y simplemente porque les gusta formar parte de ello. Este es el significado literal de “amateur”. Ahora tengo mi propio coro, un buen coro de cámara en Romsey, cerca de Southampton, y ahí pongo en práctica todas las técnicas corales que usábamos en The King’s Singers. Esto es algo que intento hacer con cualquier coro con el que trabajo, ya sea como director invitado o en talleres. Los miembros de mi coro disfrutan trabajando para conseguir esa precisión que todos queremos alcanzar, y de ellos espero un compromiso absoluto cuando están conmigo, pues se lo debemos a nuestro público. Tenemos que prepararnos bien y comunicarnos correctamente, ya seamos amateurs o profesionales. También hay tiempo para las risas: durante todos estos años he tenido la oportunidad de recopilar historias bastantes graciosas, aunque sospecho que quizás las han escuchado más de una vez. ¡Les da demasiada vergüenza decirme que me repito más que un disco rallado!
AA: Comencemos desde el principio de esta aventura: ¿recuerdas la primera vez que estuviste en contacto con la música coral?
PL: Sí y fue casi por casualidad. Mis padres no son especialmente musicales, por lo que no estudié música desde pequeño. Como muchos chicos de mi edad, estaba en los Boy Scouts, hasta que uno de mis amigos lo dejó para unirse a un coro eclesiástico local. Me comentó que cantar en el coro era mucho más divertido que los Scouts así que hice lo mismo y mi vida cambió por completo. Aunque era un pequeño coro parroquial, hacíamos viajes a catedrales cada año, normalmente a Chichester o Guildford. Me encantaba como los ecos de las palabras resonaban en estos edificios, algo que no ocurría en nuestra modesta iglesia. Uno de los otros miembros del coro vivía en nuestra calle y su madre se presentó un día en nuestra puerta y le dijo a mis padres que tenían que comprarme un piano, aunque solo fuese para que dejase de ir a su casa y le pidiese ensayar en el suyo. Mis padres hicieron lo propio y me compraron un piano de pared. Era todo lo que necesitaba y me pasaba horas y horas tocando acordes y melodías: poco a poco comencé a componer piezas en su mayoría corales, pero también escribí un par de obras para piano. Todavía las tengo y son un auténtico desastre, pero ¡por algo hay que empezar!
AA: Dirigir, cantar, componer, hacer arreglos. Estos son cuatro aspectos muy diferentes en la vida de un músico que quiere dedicarse al mundo coral. ¿Es posible convertirse en un experto en todos ellos o quizás es mejor especializarse en un solo campo?
PL: Creo que no hay nada de malo en hacerlo todo y quizás es hasta beneficioso experimentar la música desde distintos ángulos. Estar activo en una serie de disciplinas nos puede ayudar a crecer como músicos y si me preguntases en cuál de las cuatro es mejor especializarse, por mi experiencia te diría que el canto. De todas las actividades musicales, cantar es la forma más directa, físicamente hablando, e incluso si no tienes una voz especialmente buena, recomendaría cantar y así descubrir más sobre la resonancia, armonía, fraseo, la energía que tenemos que emplear en las palabras y el color del tono: todos estos conceptos son fundamentales para desarrollar el conocimiento y la experiencia si quieres dirigir o componer y arreglar música coral.
AA: El repertorio coral es inmenso: desde la polifonía a la música contemporánea pasando por el barroco, el romanticismo, la lírica, el góspel o la música serial. ¿Los coros deberían intentar abarcarlo todo? O si se especializan, ¿cuál sería el criterio para elegir los estilos que van a interpretar?
PL: La respuesta más sencilla es hacer lo que de verdad no sintamos cómodos haciendo. La gente muchas veces nos decía a los King’s Singers que “hacíamos de todo”, pero no es del todo cierto: interpretamos muchos tipos de música coral, pero nunca hicimos góspel o rap. El sonido del grupo no está adaptado para esos géneros y hubiese sido una tontería hacerlo por hacerlo (o incluso una falta de respeto hacia los expertos en dichos ámbitos). Dicho esto, es interesante dar un giro a algunos géneros y entregar al público un nuevo punto de vista en estilos musicales que les resultan familiares. Un ejemplo sería la interpretación del repertorio germánico de voces graves que los King’s singers realizaron, con obras de Schubert, Brahms, Mendelssohn etc. Estas piezas suelen ser interpretadas por grupos corales masculinos, bastante numerosos, en Alemania; no obstante, hacerlo con voces solistas que se complementan bien les da a estas piezas un color diferente y atractivo. Me recuerda a cuando grabamos “Spem in alium”, el motete a 40 voces de Tallis: en el estudio tan solo estábamos trabajando 6 voces. No es una interpretación auténtica, pero nos permitió equilibrar perfectamente las voces y poder escuchar matices en la armonía difíciles de apreciar cuando se graban 40 voces en un contexto “real”. Necesitábamos auriculares y un playback para poder grabar esta pieza, algo que fue interesante y un tanto extraño cuando teníamos que cantar suspensiones e incluso falsos enlaces con partes que ya habíamos cantado.
AA: Una pregunta más sobre el repertorio: a menudo se habla sobre la forma en la que se compone la música coral hoy en día. En general, parece que los compositores no tienen la posibilidad de reafirmar su estilo, sino que siguen aquello que les pide la industria musical. Para explicarme mejor, el 90% de los coros son amateur, lo que influye a la hora de interpretar música muy complicada. ¿Estamos perdiendo la música de nuestro tiempo?
PL: Mientras haya grupos como los King’s Singers o los BBC Singers que puedan interpretar estas piezas corales contemporáneas de gran dificultad, la esperanza no se ha perdido. Asimismo, no todos los compositores puedes escribir música que suponga un verdadero reto y al mismo tiempo pueda ser interpretada. Yo mismo no sería capaz. Los King’s Singers han encargado muchas piezas maravillosas que están mucho mas allá de lo que pueden llegar a interpretar los mejores coros amateurs. Podemos tomar como ejemplo los “Nonsense Madrigals” de Ligeti, “The Cries of London” de Berio, o “The House of Winter” de Maxwell; no obstante, esto no quiere decir que los grandes compositores no deban intentar componer música como esta y que el repertorio no se enriquezca de estas maravillosas piezas. Como es habitual, la historia será la que dicte sentencia y pondrá encima de la mesa las obras más destacadas de la escena contemporánea. Por esta razón, creo que es mejor que compositores menos conocidos como yo mismo nos centremos en lo que de verdad podemos hacer, como por ejemplo, escribir música más accesible, en lugar de intentar que aquellas piezas que suponen un mayor reto funcionen en estos contextos con la simple excusa del progreso.
AA: ¿Crees que cada tipo de repertorio tiene su lugar? Mi amigo Peter Phillips (director de los Tallis Scholars) me dijo una vez que no existía una conexión específica entre el texto y el lugar en el que cantaría el coro. ¿Crees que es posible que cantar un motete sagrado en una sala de conciertos de la misma forma en la que se interpretaría en su contexto habitual?
PL: Estoy de acuerdo con Peter: una sala de conciertos con una acústica excelente es un lugar maravilloso para escuchar música sacra, especialmente todas aquellas piezas polifónicas con matices que normalmente se perderían en la reverberación de una majestuosa catedral. Asimismo, las iglesias pueden ser lugares muy buenos para escuchar arreglos de canciones folk y piezas espirituales. No siempre podemos escoger el tipo de acústica adecuada para las piezas que vamos a interpretar, y si nos encontramos en un espacio amplio y seco, lo más importante es conseguir una textura coral homogénea, bien equilibrada y en sintonía, en la que todos los cantantes interpreten las vocales de manera similar y dinámica, y que una amplia armonía haga el trabajo de proyectar el bloque de sonido en el espacio.
AA: La música coral es una gran red. Hay muchas organizaciones que están tendiendo lazos entre países para así construir un mundo mejor gracias a la música coral. Hay ejemplos de revoluciones cantadas de hace 30 años y no hace mucho que Inglaterra ha decidido abandonar la Unión Europea. ¿Son estas dos formas de comportarse diferentes? ¿Qué opinas al respecto?
PL: Me entristece y estoy decepcionado por el resultado del referéndum de 2016, sobre todo porque hay un número muy extenso de votantes liberales (pero no el suficiente) que querían permanecer en la Unión Europea. No obstante, esta es una unión política, no artística, y arte y política son dos cosas muy diferentes. Lo que necesitamos es que los gobiernos dejen de cortar los fondos destinados a iniciativas artísticas: eso puede hacer mucho más daño que el dilema de si los artistas de Reino Unido necesitarán visados para trabajar en la Unión Europea y viceversa. La música no tiene fronteras, y necesitamos seguir utilizando la música coral y el arte en general para encontrar un punto en común que nos una como personas. Desde mi punto de vista sobre el tema, no creo que esto deba tener un efecto en mi trabajo y puedo continuar trazando lazos con muchos países Europeos que me ha encantado visitar y en los que he trabajado durante estos últimos años: Vive l’Europe!!
AA: Esta es la última pregunta y quizás la más difícil: ¿qué es la música coral?
PL: La música coral es una herramienta mediante la cual se unen las personas para ejercitar tanto el cuerpo como la mente y así compartir un objetivo común, para dejar a un lado (aunque sea temporalmente) las diferencias que puedan tener entre ellos. En los King’s Singers hemos estado más de una vez en desacuerdo en muchos temas, no solo musicales, sino también sobre el funcionamiento del grupo; no obstante, siempre recordaré con cariño como dejábamos esas diferencias de lado cada vez que nos subíamos a un escenario, pues nuestro objetivo era hacer la mejor música posible y transmitir a nuestro público todas las emociones que puede encapsular la música. La música coral pueden ser líneas y puntos sobre un papel, pero tiene el poder de mejorar y cambiar las vidas de quienes la interpretan y la escuchan: es absolutamente genial, ¿verdad?
AA: Muchas gracias, Philip. Esta ha sido una de las mejores entrevistas que he realizado hasta ahora.
Durante 18 años, Philip Lawson fue barítono en los King’s Singers y durante la mayor parte del tiempo también fue el encargado principal de los arreglos musicales del grupo. Sustituyó a Simon Carrington, miembro fundador, en el año 1993 y ha participado en más de 2000 conciertos con el grupo, además de haber aparecido en muchos CDs, DVDs y en programas de radio y televisión por todo el mundo. Philip ha contribuído en más de 50 arreglos para el repertorio de los King’s Singers, entre los que se incluyen 10 para “Simple Gifts”, un disco del año 2008 que ganó el GRAMMY al mejor disco mejor álbum crossover de música clásica en la edición de 2009. Antes de unirse al grupo, Philip fue director musical en una escuela de Salisbury (Inglaterra) y auxiliar en el coro de su catedral; además, también trabajó en Londres como barítono, interpretando con frecuencia con los BBC Singers, The Taverner Choir, The Sixteen y los coros de la Catedral de San Pablo y la Abadía de Westminster. En la actualidad tiene un contrato de escritor y asesor con la editorial norteamericana Hal Leonard Corporation y trabaja en calidad de European Choral Ambassador. Philip ha publicado más de 200 arreglos y composiciones y dirige talleres corales con regularidad por toda Europa y Estados Unidos. Asimismo, también ha sido profesor de arreglo coral en el European Seminar for Young Composers de Aosta (Italia) con la colaboración de Europa Cantat, y también ha trabajado como profesor de dirección coral en el Curso Canto Choral de Segovia (España). También trabaja con la Wells Cathedral Specialist Music School, la Salisbury Cathedral School y la Universidad de Bristoln, en calidad de profesor de interpretación vocal, y desde 2016 es director musical de The Romsey Singers. Correo electrónico: lawson.philip@gmail.com
Traducido del inglés por María Ruiz, España
Corregido por el equipo de revisión del BCI