Enfriamientos corales — Poniendo la tradición patas arriba

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Por Tim Seeleg, director de coros y docente
Traducido del inglés por Oscar Llobet, Argentina
Revisado por Juan Casabellas, Argentina

 

¿Cansado de los mismos vetustos precalentamientos? Todos lo estamos. Entonces volvamos a empezar, con una nueva mirada.

Siempre hubo mucho debate acerca de si es necesario hacer precalentamientos corales al principio de cada ensayo, como nos enseñaron. Este debate ha existido desde que existe algo llamado coro.

¿Los precalentamientos corales nos llevan realmente a nuestro objetivo último, o simplemente sólo matan el tiempo pues nuestro director los hizo?

¡Lo que realmente necesitamos son eficaces y eficientes enfriamientos corales! No es tu trabajo, ni tampoco tienes realmente el tiempo para precalentar a tus cantantes.

Primero, una advertencia. Este artículo no es para ustedes, santos, que tienen ensayos de coro en la escuela antes de las 7:30 de la mañana, o cantan temprano para servicios de iglesia. ¡Este artículo es para alguien que dirige un coro que ensaya a cualquier hora después de la respetable hora del mediodía!

La verdad es que casi todas las personas usan sus voces en sus vidas cotidianas, sea en el trabajo, en los juegos, o en casa. Pocas personas llegan a nuestros ensayos con sus cuerdas vocales completamente frescas y sin usar. Lo que han estado haciendo -sin embargo- es hablar, no cantar.

Hay un conocido adagio en la histórica Escuela Italiana: Si canta come si parla (se canta como se habla). Esto no puede estar más alejado de la verdad.

Aquí está el problema (que cada fonoaudiólogo señala y por el cual nos cobra): En el habla común,

  1. Raramente prestamos atención a la postura
  2. Casi nunca respiramos o usamos el aire correctamente
  3. Hablamos demasiado bajo en nuestro registro
  4. No enunciamos o empleamos articulaciones.

Dicho con simpleza y en palabras cotidianas, somos sencillamente perezosos. Y eso no ayuda a cantar, o a hablar. Nuestro interés es que los hábitos que nuestros cantantes emplean al hablar siete días a la semana, tienen que ser revertidos en un muy corto enfriamiento antes de cantar.

Si miras esas cuatro deficiencias principales en nuestro modelo de habla, es el régimen perfecto para revertir los malos hábitos que tus cantantes emplean cuando no están en tu presencia. Y perfilan un muy claro y sucinto camino de enseñanza.

Esto no requiere una serie de precalentamientos larga y complicada. Y por otra parte, ellos te recuerdan que tú, quizás como la única voz instructora que muchos de tus cantantes alguna vez han tenido, compartes con ellos. Esto puede hacerse a través de enfriamientos, modelos, o fragmentos del repertorio que ensayarás.

La cosa más absolutamente importante que haremos a comienzos del enfriamiento es simplemente concentrar la atención de ellos. Nuestros cantantes llegan al ensayo desde vidas agitadas y completas, no preparadas para la tarea que se avecina. Es absolutamente crítico que dejen aquel bagaje de distracciones en la puerta.

Si revertimos conscientemente los cuatro malos hábitos catalogados antes, ello nos conducirá a un muy simple enfriamiento. Estos pasos deberían ser abordados siempre en el mismo orden.

  1. ¡Logra que se muevan, se estiren, se masajeen, que interactúen, que salten, que corran, que se retuerzan, y sobre todo enséñales cómo pararse! Pídeles que dejen atrás su postura diaria. Luego invítalos, a la cuenta de tres, a “sostener su instrumento para cantar.” Quedarás impresionado –al igual que ellos- de cómo responden.
  2. Invítalos a respirar. Recuérdales que para la vida cotidiana usamos sólo un pequeño porcentaje de nuestra capacidad pulmonar. Necesitamos más para el canto. Muéstrales cómo encontrar esa capacidad suplementaria. Entonces pídeles cantar una frase de alguna canción soplando sobre su dedo índice. Esto los acostumbra a emplear el aliento de manera contraria a escapar el aire por las cuerdas vocales, como lo hacemos tan a menudo al hablar.
  3. A medida que canten con cuidado, guíalos hacia arriba en su registro. Hazlos cantar una bonita frase de la música que ensayarán. Entonces sube esa misma frase por semitonos, permitiéndoles estirar sus cuerdas vocales. Súbela dos o tres semitonos, relajando los músculos cada vez. Cuando vuelvan a la tonalidad original, en realidad, ésta se sentirá ¡baja y cómoda para ellos!
  4. Invita a los cantantes a susurrar -de manera exagerada- una parte del texto de alguna de las obras que cantan, con absoluta falta de participación de las cuerdas vocales. Sentirán cómo las consonantes y el empleo de las articulaciones requieren conexión con los músculos abdominales y con el diafragma. A continuación hazlos cantar la frase. Quedarás impresionado con el resultado. Sólo por diversión, pide a tus cantantes cantar una frase sosteniendo un lápiz en sus labios. Ellos verán realmente cuán perezosos han sido. ¡No somos ventrílocuos!

Cuando estaba en la escuela, cursé mecanografía. Quizás tú también. La primera cosa que aprendí fue la “fila del medio”. Como sabes, la “fila del medio” era exactamente lo que su nombre indica. Es donde tus dedos descansan; donde están más cómodos. Sin duda tus dedos se alejan más allá de la “fila del medio” para alcanzar todo tipo de otras cosas maravillosas, pero vuelven allí a menudo. Es donde están bien posicionados y confortables. Para empezar, tus dedos en otra parte estarían indignados.

Tus cantantes deberían saber dónde está su “fila del medio”. ¿Qué significa esto? Pídeles cantar cualquier nota de un acorde que les das. Debería ser tan perfecto como ellos saben hacerlo. Entonces tú le das forma, lo coloreas, lo describes. Ese sonido ideal reside en tu audición mental. Debes saber suficiente pedagogía vocal/coral para comunicarles con claridad a ellos cómo alcanzar exactamente el sonido que deseas. Eso es la “fila del medio”.

Hay un par de cosas que yo haría para jugar con la “fila del medio”.

 

DINÁMICA

Lo primero es la Messa di voce. Pide a tus cantantes cantar una vocal que tú elijas, digamos la “a.” Pídeles que comiencen pianissimo, que crezcan hasta el fortissimo, y luego regresen. Mientras ellos hacen esto, cuenta con tus dedos de 1 a 8 y vuelta a 1. Luego les pides, en virtud de su memoria kinestésica, que canten un 3, luego un 5, quizás un 1, y después un 8. Yo ya no uso términos de dinámica. Les doy números. Existen demasiadas variables cuando digo, por ejemplo, “quiero que esto sea piano.” Ello significa cosas diferentes para las distintas personas. Pero un 3 es siempre 3 para cualquiera en el coro. Y, si tienes problemas para equilibrar tu coro debido al los cantantes, puedes pedir a los bajos que canten constantemente alrededor de un 6 como su “fila del medio”, a los tenores un 4, las altos un 5 y las sopranos un 1 (sólo bromeo). Esto te ayudará enormemente cuando una sección está sistemáticamente más baja que otra. Pídeles que canten un número menor.

Ejercicio: Construye hacia arriba. Comienza con una dinámica de 7 abajo, cambiando hacia un 4 en el tope con cada voz. Voila! Reviértelo solamente por diversión. Las voces inferiores cantan un 4, llegando hasta las voces superiores cantando una dinámica de 7. Este acorde pesado en la parte superior nunca se amalgamará.

 

COLOR DEL SONIDO

Woofer/Tweeter. Esto es ajuste de resonancia -no colocación. No se puede, en realidad, “colocar un sonido.”

El tweeter (altavoz para sonidos agudos)* es la parte delantera -la boca con superficies duras como la bóveda palatina y los dientes. El woofer (altavoz para sonidos graves)* es la faringe y las superficies suaves. Elige una nota. Pide a tus cantantes colocar su dedo índice verticalmente delante de su boca. Hazlos cantar una “a” muy adelante, delgada y brillante. Pídeles retroceder su dedo hacia la mandíbula y luego hacia el oído. Mientras lo hacen, comenzarán a abrir la faringe (woofer) y limitarán la resonancia a la boca (tweeter). El primer sonido es “demasiado brillante.” El sonido final es “demasiado oscuro”. El sonido mixto -al medio- es “el adecuado”. Ya no uso en absoluto más términos relacionados con el color. Pido más woofer o más tweeter. Funciona de maravillas.

Ejercicio: Otra vez, construye hacia arriba. Comienza con más tweeter en las voces graves, cambiando a más woofer mientras subes el acorde. Sólo por diversión, inviértelo. Pide a tus voces inferiores usar mucho woofer y aumentar el tweeter mientras vas más alto en el acorde. Ellos y tú notarán inmediatamente que no hay ningún modo de amalgamar tal ajuste de resonancia.

En síntesis, has reflexionado acerca de la enseñanza de la vieja escuela: “Debes comenzar cada ensayo con 15 minutos de precalentamiento -sin relacionarlos al repertorio que abordarás (o a la vida, para el caso)”.

Cantar debería ser tan natural como es hablar para nuestros cantantes. ¡Seguramente debería ser tan natural, pero nunca tan fácil! Asegúrate de que cada ítem de enseñanza que empleas es fácilmente comprensible y -más importante aún- inolvidable. Los hábitos del habla de tus cantantes pueden mejorarse también.

La mayor de las suertes en tus enfriamientos.

 

Además de dirigir el San Francisco Gay Men’s Chorus, el Dr. Tim Seelig lleva una apretada agenda con presentaciones por todo el mundo. Es Director Emérito del Turtle Creek Chorale de Dallas, Texas, al que dirigió durante 20 años. El Dr. Seelig posee cuatro títulos, incluyendo el grado de Doctor en Artes Musicales y el Diploma del prestigioso Mozarteum de Salzburgo, Austria. Es autor de siete libros y DVDs sobre técnica coral. Dirigió en el Carnegie Hall y el Lincoln Center anualmente desde 1991. Como cantante, actuó en estrenos mundiales de John Corigliano, Conrad Susa y Peter Schickele (P.D.Q. Bach), además de su debut europeo en ópera como barítono protagónico en la Ópera Nacional de Suiza, y de su debut como solista de recital en el Carnegie Hall. Figura en el Libro Guinness de los Records Mundiales por haber dirigido el concierto coral más extenso de la historia (más de 20 horas), llevando la Antorcha Olímpica. Sus grabaciones han alcanzado el Billboard Top Ten en la categoría “Clásica” y, más recientemente, el Independent Music Award por I Am Harvey Milk. También ha sido destacado en dos documentales PBS, el primero de los cuales ganó el Emmy al mejor documental. Conocido por su entusiasmo y sentido del humor, la Grammy Magazine dice: “El Dr. Seelig lleva el eclecticismo hacia nuevas alturas.” La Fanfare Magazine escribe: “Eleva a los cantantes desde el lugar de aficionados a recibir amplio reconocimiento por excelentes interpretaciones de atractivos y renovados repertorios.” El New York Times llama a Seelig un “expresivo intérprete,” y el Fort Worth Star Telegram entiende: “Seelig corta un grueso trozo de jamón.” Está casado con Dan England y es el orgulloso abuelo de la sorprendente Clara Skye. E-mail: tgseelig@mac.com

* Notas del traductor

* Notas del traductor

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