Theodorakis inmortal

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Stephanie Merakos, Isabelle Métrope, Thierry Thiébaut, Georges Van Gucht

Los griegos le creían inmortal, así como apenas sobrevivió a tantas encarcelaciones y torturas, también constituyó una parte activa de la vida artística y política de su país.

Mikis Theodorakis ha acompañado de esta manera a su patria durante casi un siglo: resistiendo durante la ocupación nazi (1941-44), puesto en prisión durante la guerra civil griega (1946-49), siendo opositor durante la dictadura de los coroneles (1967-74) y encarcelado de nuevo antes de exiliarse en Francia hasta 1974. Para el exalumno de Olivier Messiaen en el Conservatorio de París siguieron varias décadas de participación en la vida pública griega: como diputado e incluso ministro (del gobierno de Konstantinos Mitsotakis, padre del actual Primer Ministro) fue un ardiente defensor de la cultura y del acercamiento de los pueblos (griegos y turcos, entre otros). Durante algunos años fue director de coros y orquestas de la Radiotelevisión Helénica. Nuevamente en 2018, con casi 93 años, en silla de ruedas, exigió enérgicamente un referéndum sobre la “cuestión macedonia” frente a cientos de miles de atenienses reunidos frente al Parlamento. Pero el mundo coral conoce a Mikis Theodorakis principalmente gracias a su música: desde la obra magistral de Canto General, en la que puso música a textos de Pablo Neruda, hasta sus numerosas melodías basadas en textos de autores griegos o hispanohablantes en su mayoría, pasando por inolvidables partituras para cine (sí, Zorba el Griego, ¡pero también tantas otras!). Y óperas. Y música sinfónica. Y música de cámara… Theodorakis solía levantar la voz; este 2 de septiembre, sin embargo, calló y su alma voló al cielo ateniense para reencontrarse con sus amigos Melina Mercouri, Pablo Neruda y tantos otros actores del siglo veinte. Queridos lectores, les voy a contar un secreto: tenía muchísimas ganas de entrevistar a Mikis Theodorakis para el ICB, lamentablemente ya no podrá ser, así que cedamos la palabra a algunos que lo conocieron.

Isabelle Métrope

Birth house of Mikis Theodorakis in Chios, Greece © IJM
Creación Parisina, febrero de 1981

Monté con mi coro, “La Brénadienne”, el Canto General en 1981. Me encontré con él en su casa en París, en la calle Notre Dame de Champs, donde vivía luego de haber sido encarcelado a finales de los años 60 por el régimen de Los Coroneles. Lo había llamado por teléfono para pedirle consejos para interpretar su Canto General que estaba preparando con mis 180 coreutas. “Ven a verme” me respondió. Fui. No tenía buzukis a disposición para interpretar su Canto y deseaba saber si los podía reemplazar por flautas transversas. Hablamos durante dos horas de su música. Un hombre apasionado (¡y apasionante!) que alternaba conmigo discusiones y extractos de sus composiciones mientras las tocaba en el piano. En esa ocasión me mostró sobre el atril de su piano un manuscrito que recién terminaba Neruda Requiem Æternam para doble coro, teclados y percusión. Una obra corta, de unos quince minutos, que agregaría al Canto General. Fui presa de una emoción inmensa mientras escuchaba la suite armónica. Las lágrimas corrieron. Cerró la copia de su manuscrito y me la entregó diciendo: ustedes la harán con su coro. Interpretamos ese Requiem en febrero de 1981 en la iglesia Saint Marcel (distrito 13 de París) durante un concierto en el que también hicimos la Petite Messe Solennelle de Rossini.

Thierry Thiébaut, Francia

 

Con su música y sus canciones seguirá uniendo nuestros corazones, abriéndonos a nuevos mundos, como lo hace el gran arte que dialoga con su tiempo y con su historia. 

Maria Farantouri, cantando

 
Canto General, agosto de 1975 en Atenas, estadios Karaiskakis y Panathinaikos

Mikis se nos acercó en 1974 con ímpetu. Quería un ensamble de reputación mundial a su lado. Nos conocía muy bien y admiraba la riqueza sonora de nuestros instrumentos. Estaba interesado en que Les Percussions de Strasbourg  le acompañaran en su regreso musical a Grecia. Comenzamos los ensayos y un avance en la Salle de la de Mutualité en París tuvo lugar en presencia de François Mitterrand.

En Grecia los ensayos se dieron con un espíritu amable y agradable. Mikis tenía mucho humor y nosotros también. La llegada al estadio fue un momento que no olvidaremos jamás. Tuvimos una vista del escenario perdido sobre el césped que nos preocupó por el sonido y la interpretación. Rápidamente nuestras dudas desaparecieron gracias a los técnicos incomparables y sonidistas de gran talento. La palabra “triunfo” se queda corta, fuimos transportados por Mikis. Su fuerza, su sensibilidad se reflejó en su dirección fuerte, danzante, cantante. Tenía un vínculo invisible con sus músicos y cantantes alimentado por el sufrimiento, el resentimiento, el coraje y una alegría inmensa.

Quedamos abrumados por un estadio lleno, más de 60.000 personas, aclamando el símbolo de la libertad y la lucha. El público exaltado por los cantos de victoria. Vivimos, respiramos y tocamos con el corazón y convicción, llevados por los cantos. Al final del concierto hubo una ovación delirante, una intrusión frenética al césped para acercarse a Mikis.

Les Percussions de Strasbourg vivieron un momento inolvidable durante la gira: estreno en el estadio Karaiskakis de El Pireo el 13 de agosto, Stadium Patras el 16 de agosto, Atenas de nuevo el 18 de agosto donde se grabó el álbum doble de 33 rpm en vivo. El último concierto fue el 18 de agosto en Tesalónica. Todos los estadios contaron con una gran multitud.

Mikkis el icono, Mikkis el revolucionario, Mikkis el símbolo.

Georges Van Gucht, Francia, Caballero de la Orden de Las Artes y Las Letras, Fundador de Les Percussions de Strasbourg, Profesor Honorario del Conservatorio Nacional Superior de Lyon

Traducido del francés por Leo Garrido, Argentina

Chios Island, where Theodorakis was born
Mikis Theodorakis: un griego y universal

No conozco ningún griego que no haya cantado canciones de Theodorakis en tiempos de amor, paz, relajación, agitación o demostración. Él siempre proporcionó la música adecuada para conmover nuestras almas. Una figura más grande que la vida, un genio musical y un símbolo genuino de fuerza, unidad, dignidad, dedicación y patriotismo. Theodorakis vivió una vida apasionada por la música, por Grecia, por la libertad, por la justicia social y por la paz mundial. Como músico, activista e intelectual, ha sido una personalidad única, exuberante y reconocible internacionalmente por casi un siglo, ya que selló de manera indeleble no sólo la música y la cultura sino también la historia, como un defensor de la democracia y la paz.  

“Tuve que vivir esta vida para escribir estas canciones” dijo, y ciertamente su música, que trajo poesía elevada a los labios de todo el mundo, que llenó salas de conciertos, estadios, avenidas y cines, fue el medio para expresar su pensar. Creó música cuando estuvo enamorado o desesperado, o cuando trató de unir y guiar a la gente durante tiempos buenos y malos. Su propósito era siempre el de unir y calmar las pasiones políticas. Su música es una bendición y la contestación a la violencia. Es una brisa de melodías conmovedoras donde cada nota nos recuerda su esplendor, su coraje, su amor por su país y su ofrenda a la humanidad.

Con gran emoción y gratitud decimos adiós a “Mikis” de Grecia y del mundo. ¡Su música y su espíritu nos acompañó, nos inspiró, nos maravilló y nos hizo mejores!

Stephanie Merakos, Musicóloga, Jefa de Biblioteca, Music Library of Greece “Lilian Voudouri”, The Friends of Music Society

Traducido del inglés por Vania Romero, Venezuela

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