Dr. John Warren, director de Actividades Corales, Universidad de Siracusa
En cada coro que dirijo me esmero en conseguir el sonido más uniforme en tanto que les permito cantar de manera cómoda y natural. Varios estudios y mi propia experiencia como cantante y director me han convencido de que la disposición acústica de los miembros del coro favorece una mejoría en el tono y una situación más cómoda para cada cantante. Este artículo presenta un método secuencial para situar a sus cantantes y lograr el mejor sonido.
Weston Noble es pionero en este proceso, y así lo constata en el DVD titulado Achieving Choral Blend Through Standing Position [Alcanzar la armonía coral con una postura erguida], disponible en GIA Publications (http://www.giamusic.com/products/P-628.cfm). Jo-Michael Scheibe, catedrático de Música Coral y Sacra en la Escuela de Música de Thornton de la Universidad del Sur de California, emplea un sistema en cierto modo distinto que aprendí cuando estudiaba en la Universidad de Miami. Por todo aquello que hace, Scheibe da crédito a Weston Noble, a su esposa Mary, que es profesora de canto, y a años de experiencia.
DIRECTRICES GENERALES
- Sitúe cada sección de manera individual, separada del resto del coro. No es necesario mantener ocupado al coro entero cuando se trabaja con una sola sección. Además, conviene escuchar a los cantantes por parejas y estarán menos cohibidos en un grupo pequeño de la misma cuerda.
- No es necesario que nadie cante solo. El director puede escuchar lo suficientemente bien en parejas o en grupos reducidos. Tranquilice a sus cantantes más tímidos en ese sentido.
- Permítales comentar las diferencias que escuchan o qué posición les resulta más cómoda. Encontrar la posición más cómoda es uno de los objetivos del proceso y la contribución de los cantantes es necesaria para cumplirlo. Sin embargo, el director debe mantener el control de la situación.
- Emplee una melodía simple, legato y de extensión media para cada sección. La frase debe ser simple para que todo el mundo la pueda cantar con confianza al instante; debe ser legato para que el director escuche el timbre sostenido de la voz; y debe ser de extensión media para que le resulte cómoda a cualquier cantante. La melodía America funciona bien y es fácil de transportar, pero también puede elegirse una frase del repertorio actual del coro.
- Recuérdeles que canten con comodidad. No deben contenerse en el intento de buscar la armonía, la idea es encontrar la armonía más natural; sin embargo, tampoco es momento de que luzcan la talla de sus voces.
- Aclare que esto no es un sistema de clasificación cualitativa, sino un intento de lograr el mejor sonido para esa sección y la posición más cómoda para cada cantante. Es importante decirlo pronto y a menudo. A mí me gusta decir que “no es elegir a los mejores jugadores, sino jugar bien con los sonidos”.
EL PROCESO
- Disponga la sección en fila única o semicírculo en orden aleatorio. Haga cantar la melodía un par de veces.
Hacerlo todos juntos unas cuantas veces refuerza la confianza. Durante el proceso, el director va moviéndose y escuchando cada una de las voces individualmente.
- Divida la interpretación de la melodía en grupos de 3 y 4.
Le ayudará a reconocer con más precisión cada una de las voces.
- Escoja un par o 3 de voces que suenen bien juntas o produzcan el sonido que quiere escuchar de esa sección.
- Pruebe esta pareja o trío en cada combinación.
Por sorprendente que pueda parecer, un simple cambio de lugar entre dos cantantes puede transformar sustancialmente el sonido grupal.
- Elija otra voz de características similares y pruébela en todos los puntos (en un extremo, en el centro y en el otro extremo) hasta determinar dónde suena mejor.
- Repita el proceso hasta que todos los cantantes tengan su lugar.
- Escuche la sección al completo.
Lo divertido es hacer que se desordenen y después vuelvan a la posición asignada para escuchar la yuxtaposición de los sonidos. ¿Escuchan ellos alguna diferencia? Pruebe también el orden inverso.
- Si lo desea, divida la sección en filas y experimente hasta descubrir qué disposición de filas suena mejor.
Preste atención a las voces situadas en los extremos de las filas. Estas tienden a escucharse más, por lo que las más ligeras suelen funcionar mejor.
OTRAS CONSIDERACIONES
- La continuidad de grave a ligero
Me he fijado en que muchas veces el orden se establece por una continuidad en el sonido, de grave a ligero. No siempre es así, pero ocurre con frecuencia. En la primera audición, algunos directores determinan la sección del cantante basándose en la tesitura de la voz, lo que ayuda a definir una posición para cada uno. Esto también puede resultar muy útil, pero yo prefiero escucharles en grupo. El orden, a veces, lleva a una continuidad en el sonido, de claro a oscuro.
- Voces únicas
Posicionar las voces únicas al final es de gran utilidad, ya que es cuando dispondrá de más opciones. Estas voces raramente funcionan en los extremos de las filas. A veces descubrirá una voz “amortiguadora”, que parece contribuir a armonizar la voz única en el sonido de la sección. En ocasiones es una voz similar, pero en otras es una que contrasta; hay casos, por ejemplo, en los que colocar una voz particularmente clara junto a una demasiado oscura produce un tono bueno, resonante y uniforme.
Es mejor que aquellos con grandes voces estén cerca de otras grandes voces, y lo mismo sucede con las pequeñas. Me imagino que todos hemos experimentado la frustración de no poder escucharnos en un coro o de tener que contenernos tanto que apenas llegamos a cantar. Es probable que resolvamos esto a lo largo del proceso, pero es importante señalarlo. Por experiencia sé que los cantantes con voces particularmente grandes o únicas saben apreciar este proceso y cosechan un gran beneficio del mismo. Están más contentos durante los ensayos y las actuaciones porque se sienten más cómodos y más liberados para cantar.
- Divisi
La forma de manejar esto depende del tamaño, composición y experiencia de su coro. Si es lo suficientemente grande para tener unos 8 cantantes en cada parte de la división (S1, S2, A1, etc.), pase al proceso de posicionamiento para dichas partes. Si su coro rara vez canta en partes divididas, sitúe a los estudiantes en secciones estándar y, según sea necesario, desplace a algunos de ellos cuando se realice la división. Cambiar de sitio a un par de cantantes no tendrá una repercusión demasiado grave en el sonido. El divisi suele resolverse con el proceso de armonización de la voz. Por lo general, mis primeros y segundos terminan respectivamente en la misma parte de la sección, con contadas excepciones. Si un cantante está muy lejos de su parte y necesita acercarse a otro cantante, los desplazo durante un tiempo o para que cumplan una función determinada.
- Prefiera tono a altura
Este sistema de posicionamiento no tiene en cuenta la altura como objeto de consideración. Dondequiera que el coro actúe se dispondrá, con suerte, del espacio suficiente para que todos los cantantes puedan ver al director por su propia “mirilla”. Sin embargo, otras veces las circunstancias no lo permitirán, en cuyo caso habrá de desplazar a uno o dos según las necesidades.
ARMONIZACIÓN DE LA VOZ PARA DISPOSICIONES MIXTAS
- Escoja una pieza simple, legato, de extensión media y mixta (de 4 partes para coros SATB).
Una composición coral, un himno o una partsong funcionan bien, pero no un unísono por la variedad de las partes vocales.
- Armonice una soprano y un bajo.
Requerirá de algunas pruebas para encontrar la mejor combinación, pero, por lo general, las voces con tesituras similares suenan bien juntas.
- Añada un tenor junto a la soprano y un alto junto al bajo (TSBA o ABST).
CONSIDERACIONES PARA DISPOSICIONES MIXTAS
- La verdad es que no me tomo la molestia de seguir el proceso otra vez para definir una disposición mixta.
En las audiciones he podido escuchar las voces individuales tan bien como las posicionadas en sección, así que creo que las conozco lo suficiente como para formar un cuarteto que suene bien. Además, la armonización de la voz tiene un impacto mayor en las agrupaciones en sección, puesto que los cantantes contiguos de una agrupación mixta no interpretan la misma parte con la misma sucesión de matices.
- Posicionamiento de los cuartetos en estrados
Con respecto a cualquier agrupación en estrado, considero que los cantantes de la fila de atrás se escuchan por encima del resto si hay un muro o cualquier otra superficie dura justo detrás de la tarima (esa es la razón por la que pongo a todos los hombres detrás cuando hay mayor número de mujeres. Hay un equilibrio mejor y las mujeres les escuchan más que cuando están en el centro, entre secciones femeninas). La idea es que pongo el sonido que quiero escuchar en la fila de atrás cuando trabajo con agrupaciones mixtas. El público los va a escuchar más y el sonido que producen condicionará al resto de cantantes que tengan delante.
- Las voces grandes o únicas funcionan mejor en posiciones interiores.
- La fila delantera es impredecible.
Lo mucho que se escucha dicha fila varía en cada auditorio: en algunos sobresale, mientras que en otros se ve eclipsada. Haga pruebas y descubra quién suena mejor delante. No suele ser el mejor lugar para las voces únicas.
- Compruebe que los cantantes escuchan su parte además de la del resto.
Yo utilizo una formación en “ribete” cuando el coro es mixto. Si se cambia el orden de los cuartetos o se escalonan las filas por el principio, es posible dibujar un ribete vertical de cada sección mientras los cantantes están en cuartetos horizontales. Esto permite ubicar las voces más débiles delante de una voz más potente de la misma sección dentro de una agrupación mixta.
Suelo adaptar esta formación según la música. Las agrupaciones en sección tienden a producir el sonido más uniforme en cada una de las secciones, y las disposiciones mixtas fomentan el sonido más homogéneo de todo el coro. También se pueden definir otras posiciones únicas que encajen con ciertas piezas.
CONCLUSIÓN
La posición correlativa entre los cantantes tiene un efecto considerable en el sonido de las secciones y en los coros enteros. Con este proceso se pretende alcanzar el sonido más uniforme que el coro pueda producir y la posición más cómoda para cada cantante. En esencia, el proceso es un experimento. Aún tras haber seguido cada paso, es preciso seguir haciendo pruebas para descubrir el mejor sonido. Además, la experimentación también se hace necesaria por la variedad acústica de los distintos auditorios.
John F. Warren es profesor asociado de Música y director de Actividades Corales en la Universidad de Siracusa, donde dirige tres coros y enseña dirección, literatura coral y técnicas de ensayo a estudiantes de pre y posgrado. Posee títulos de dirección por la Universidad de Miami y el Colegio-Conservatorio de Música de la Universidad de Cincinnati. Además, el Dr. Warren ha trabajado con numerosos directores de excepción como Robert Shaw, Frieder Bernius, Christoph Eschenbach, Robert Page, Helmuth Rilling, Digna Guerra, Rodney Eichenberger, Jo-Michael Scheibe y Elmer Thomas. Ha ocupado varios cargos en la Asociación Americana de Directores Corales y ha dado conferencias, servido como jurado y coordinado festivales corales en el este de Estados Unidos y Cuba. Correo electrónico: jfwarr01@syr.edu
Traducido del inglés por Jaime Mullol, España
Revisado por Carmen Toriijos, España