Burak Onur Erdem, Miembro de la Junta de la FIMC
Versión abreviada tomada del artículo original “The Notion in Silence in Music: A Choral Conducting Perspective” de Burak Onur Erdem escrito en 2012.
El silencio es un fenómeno musical. El silencio musical tiene sus características, efectos y significado específicos. Para todos los músicos, es crucial, porque el movimiento musical comienza, continúa y termina con el silencio mismo. El silencio es una parte integral de la dirección y la dirección en sí misma es un acto silencioso de hacer música.
He escrito este artículo presentando un estudio de varias formas de silencio, notadas o no, que se utilizan en la música, concentrándome en la interpretación coral y en la dirección. Aquí, me gustaría compartir un vistazo del contenido y si estás interesado, puedes leer la edición completa en el siguiente enlace.
El silencio en la música puede ser una forma de expresión extremadamente efectiva. Puede tener diferentes características. El silencio puede contener tensión o puede simbolizar resolución. A veces implica un crescendo oculto, otras veces refresca la memoria del oyente para el comienzo de una nueva sección. Aunque el silencio se relaciona principalmente con la expectativa, también puede significar el cierre de una frase o simplemente contribuir a una estructura melódica. No es necesario mencionar que el silencio antes y después de la música es tan importante como el sonido mismo.
Los artistas usan el silencio de varias maneras. Teniendo en cuenta cómo los intérpretes experimentan los momentos de silencio en la música, se pueden encontrar características comunes de las interpretaciones musicales con respecto a esos momentos. Un ejemplo podría ser la tensión en las manos de un director, cuando termina la pieza. Otro podría ser el vaivén del cuerpo de un pianista durante un largo silencio en una sonata. Así, el silencio también puede tomar muchas formas físicas en el cuerpo del intérprete, lo cual es bastante interesante desde el punto de vista de un director, ya que la dirección implica la realización de la música con gestos no verbales del cuerpo.
El Oxford English Dictionary, entre otros, define el silencio como la ausencia total de sonido. Es bastante interesante que un concepto se defina por la ausencia de algo. Eso significaría que el silencio se aborda desde la perspectiva del sonido, o expresado más técnicamente, es la negación del sonido. Lo mismo es válido también viceversa. Al igual que el caso en que el silencio solo puede definirse con respecto al sonido, el sonido también puede ocurrir simplemente sobre una base silenciosa. Así, el sonido y el silencio están por definición unidos, como el día y la noche.
Sin embargo, no debemos olvidar que estos conceptos son siempre relativos entre sí. La puesta del sol tardía se puede percibir más oscura que el día, pero en realidad es más brillante que la medianoche. La misma idea se aplica al sonido y al silencio. Un susurro silencioso en la sala de conciertos puede considerarse silencioso en comparación con los sonidos de la ciudad, pero puede ser perturbador en el entorno de una sala de conciertos clásica. Sin embargo, más que eso, lo interesante de esta analogía es que ambos incluyen elementos de su contraparte. El día nunca es completamente brillante. Hay sombras, tal vez nubes, o diferentes colores. Del mismo modo, la noche también implica luz en sí misma. Uno puede percibir un espacio completamente oscuro en la noche, mientras que puede resultar que hay muchas cosas que ver cuando los ojos están acostumbrados a la oscuridad. Volviendo al sonido y al silencio, el punto crucial que queremos señalar es que el silencio contiene sonido en él, y viceversa. Como en el ejemplo de 4′ 33” de John Cage, la pieza sobre el silencio finalmente no es silenciosa en absoluto, considerando todos los diferentes ruidos y sonidos del entorno. Correlativamente, también hay elementos y gustos de silencio en el sonido. Son inseparables desde este punto de vista.
Eso nos lleva a la idea de que el silencio no es un concepto absoluto, sino relativo, que contiene diferentes niveles y capas. Como argumenta Zofia Lissa, nunca hay un silencio absoluto, ni siquiera en la naturaleza. (1964: 445) Además, el silencio también tiene mucho que ver con la percepción humana. Elisabeth Hellmuth Margulis plantea el concepto de silencio percibido, que no requiere necesariamente silencio acústico (2007: 247). La triple relación entre el silencio percibido, acústico y notado se examinará en la siguiente sección sobre el silencio musical, pero es importante señalar que la percepción del silencio puede variar de acuerdo con los eventos circundantes del entorno en el que nos encontramos.
El silencio está lleno de significado. Esto lo expresa exactamente de la misma manera William J. Samarin, quien continúa diciendo que el silencio es una ausencia con una función, como el cero en matemáticas. (1965: 115) El silencio tiene significados particularmente cruciales en algunas culturas. Eso se ve en la declaración de Ron Scollon sobre cómo un momento de silencio puede indicar una falla en el discurso dentro de un contexto estadounidense (1985: 26), mientras que Senko K. Maynard menciona que la cultura japonesa está sesgada hacia el silencio (1997: 153). De hecho, el silencio es una parte importante de las culturas orientales, especialmente en los rituales religiosos. Al explicar la meditación budista tibetana mahamudra, Brown y Thurman escriben que eliminar la palabra hablada y la recitación, es decir, quedarse solo con el silencio, hace que uno sea intensamente consciente de la charla mental. (2006: 172) Esta idea de la capacidad del silencio para hacer la mente más consciente muestra que tiene una relación directa con la percepción humana. Esta sensibilidad en la percepción puede ser cierta tanto para los sonidos físicos como para la actividad mental. Por lo tanto, no sería erróneo concluir que el silencio propicia una forma más atenta de escuchar. Escuchar tanto sonidos suaves como fuertes tiene que ver con el silencio (Voegelin 2010: 100). Si el silencio está fuertemente relacionado con el acto de escuchar, entonces no es de extrañar que se utilice para generar una concentración más intensa tanto en el habla como en la música.
En general, considerando que el silencio no es la ausencia de sonidos y es más bien un estado de percepción, terminamos con la idea de que su definición debe ser afinada con cuidado. En mi intento de estudiar de cerca lo que puede significar el silencio en la música, se me ocurrió un borrador de categorización de las funciones del silencio, que se puede resumir de la siguiente manera: hay silencio antes de la música y después de la música, ambos generalmente no se anotan pero tienen funciones específicas con respecto al contenido sonoro.
También hay silencio dentro de la música, que está abierto a un examen mucho más detenido. Aquí, es importante volver a los conceptos de silencio acústico, percibido y anotado de Margulis. No se pueden anotar todos los momentos de silencio dentro de la duración de la música. El silencio anotado normalmente está expresado por pausas. Sin embargo, muchas otras ocasiones en la música resultan en silencio. Por ejemplo, el final de una fermata o una transición a otra sección crean puntos de silencio en la música. De manera similar, una consonante sorda puede conducir a un movimiento brusco hacia el silencio. Ya sea anotado o no, el silencio es una parte integral de la duración de la música real. Mi intento de obtener algunas categorías de esto resultó en lo siguiente: silencio de transición o de clausura, silencio de respiración, silencio tenso o de alivio, silencio textual y puntos de silencio localizados. Si estás interesado en leer más sobre esto, puedes consultar el documento original aquí.
Cualquiera que sea el modelo de categorización, está claro que diferentes características del silencio exigen diferentes formas de actuación. Un silencio de transición no puede ser conducido como uno de clausura. De manera similar, un silencio de respiración no debería representar una interrupción mayor que un silencio tenso. Para concluir, no sería erróneo afirmar que concentrarse en el silencio podría proporcionar una experiencia musical mucho más completa y debe elaborarse cuidadosamente en el análisis y la interpretación musical.
Referencias
- Lissa, Zofia. 1964. “Aesthetic Functions of Silence and Rests in Music” The Journal of Aesthetics and Art Criticism, 22(4):443-454. JSTOR
- Margulis, Elizabeth Hellmuth. 2007. “Moved by Nothing: Listening to Musical Silence”. Journal of Music Theory 51(2): 245-276.
- Samarin, William J. 1965. “Language of Silence”. Practical Anthropology 12: 115-119.
- Brown, Daniel and Robert Thurman. Pointing Out the Great Way: The Stages of Meditation in Mahamudra Tradition. Wisdom Publications. ebrary
- Maynard, Senko K. 1997. Japanese Communication: Language and Thought in Context. University of Hawaii Press. ebrary
- Voegelin, Salome. 2010. Listening to Noise and Silence: Toward a Philosophy of Sound Art. Continuum International Publishing. Ebrary
El Dr. Burak Onur Erdem es el director principal del Turkish State Choir. Erdem se graduó del departamento de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad de Boğaziçi con el Premio del Rector. Tiene una maestría en teoría musical y un doctorado en dirección del Centro de Estudios Avanzados en Música de la ITU. Posteriormente, completó su posgrado con el Prof. Johannes Prinz en dirección coral en la Kunstuniversität Graz. Erdem inició el Festival Coral de la Universidad de Boğaziçi (KoroFest) en 2009, fundó la Asociación de Cultura Coral en 2012, fue elegido miembro de la junta de la Asociación Coral Europea en 2015 y fue nombrado miembro de la junta de la Federación Internacional para la Música Coral en 2018. Se desempeñó como miembro de la comisión de música en los festivales Europa Cantat, Tallinn y Ljubljana, y actuó como presidente de la comisión de música en el Festival Leading Voices Utrecht. Erdem continúa sirviendo como vicepresidente de la Asociación Coral Europea y lidera la organización del Simposio Mundial de Música Coral 2023 en Estambul.
Traducido del inglés por Vania Romero, Venezuela