Marta Kierska-Witczak, directora y profesora
Traducido del inglés por Jaume Mullol García, España
Revisado por Carmen Torrijos, España
Breslavia llevará el nombre de Capital Europea de la Cultura en el 2016. El gran potencial de esta ciudad polaca milenaria[1], intersección de rutas comerciales, se revela en los campos de la economía, la educación, la ciencia y la cultura. Instituciones culturales, universidades y academias de arte; funciones de teatro experimental del Teatro Laboratorio de Jerzy Grotowski, famosas en toda Europa, o del Teatro Pantomima de Henryk Tomaszewski; conciertos, buena música y festivales de teatro y ciencia[2]; todo ello se ha convertido en un elemento permanente del panorama artístico de Breslavia y de toda la Baja Silesia. La diversidad, energía y originalidad de estos eventos artísticos demuestran la enorme capacidad creativa de «la ciudad de los cien puentes». Gracias al esfuerzo de muchas generaciones de polacos, la capital histórica de Silesia se ha recuperado de la decadencia de la posguerra[3] y hoy conquista a sus visitantes con una arquitectura bella, dinámica y colorida y una atmósfera creativa única e intrigante.
Actualmente, muchas tradiciones y culturas convergen armoniosamente en Breslavia. El arte coral también vibra con el marcado ritmo de la ciudad, ya que los orígenes de su historia se remontan a la exquisita tradición del siglo XIX. Las ya entonces numerosas asociaciones corales en activo, conocidas en 1825 como Singakademie, y los coros evangélicos y católicos, los Liedertafel, solían crear la imagen de una ciudad que casi “respiraba” música. Interpretaciones de las mejores piezas oratorias de Europa se preparaban y se ejecutaban de manera sistemática y enérgica, utilizando por lo general los recursos propios.
A pesar de las alteradas condiciones geopolíticas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, el arte coral seguía siendo un instrumento inesperadamente importante para generar cultura. Cabe decir que ya en julio de 1945 se habían formado las primeras agrupaciones eclesiásticas en los escombros de la ciudad. Una de ellas se basaba en la amplia experiencia del arte coral académico del Lvov de la preguerra y llegó a Breslavia acompañada de profesores de leyenda de la Escuela de Tecnología local. Ahí se fundaron, en este orden, coros académicos, profesionales, sectoriales, eclesiásticos, infantiles y juveniles. Edmund Kajdasz, un distinguido director y pionero de la interpretación de música antigua en la posguerra de Polonia, dirigió durante cuarenta años los coros que él mismo había creado en Breslavia[4]. En 2001 se puso en marcha el Programa de Desarrollo Polaco de Coros de Escuela Singing Poland en Breslavia. Actualmente, más de una docena de coros académicos actúa y conquista la victoria en casi todas las competiciones polacas y europeas. Además, acoge la sede del Coro de la Juventud Nacional Polaca, lugar de reunión para jóvenes cantantes de todo el país. Gracias a la iniciativa y creatividad de muchos directores, es posible escuchar repertorios de cámara en muchos conciertos y festivales, así como música antigua y grandes oratorios, para la interpretación de los cuales se invita a los cantantes de toda la ciudad. En la búsqueda de un origen para el interés tan acentuado que hay en Breslavia por el arte coral, hay que remarcar que los directores de la mayoría de coros son principalmente graduados por la Academia de Música Karol Lipiński de Breslavia, una facultad de educación musical, arte coral y música eclesiástica que ha formado profesores, educadores y directores durante 65 años. En 1991 se fundó la iniciativa del Certamen Internacional de Dirección Coral Towards Polyphony en esa misma facultad.
Representa una polifonía de culturas única: incluye temas que tratan sobre la interpretación, el sonido, el timbre o la técnica directiva, piezas corales interpretadas en sus idiomas originales y, sobre todo, promueve una reunión polivocal de jóvenes procedentes de cinco países y aprendices de director que transmiten con pasión los valores de la amistad y la cooperación a sus grupos. Ese es el objetivo de nuestro certamen, el concepto de reunión, de una Europa sin fronteras ni barreras[5]. Así lo escribía hace 20 años la profesora Zofia Urbanyi-Krasnodębska, su creadora, profesora de la facultad y líder vitalicia del jurado. Como docente en la Academia de Música de Breslavia, llevó a cabo una labor constante de investigación enfocada a descubrir nuevos métodos de enseñanza para futuros directores de coro. También organizó más ciclos de conciertos y apoyó a los más talentosos. Gracias a su prestigio, estableció un ambicioso certamen de dirección coral en el mapa musical de la Europa central: el Puente Musical del Estudiante Este-Oeste. Los objetivos de dicho certamen eran romper las sólidas barreras políticas de aquel entonces y sacar a relucir un amplio repertorio tradicional, así como proyectar una mirada hacia el futuro: se enseñaría y educaría a las nuevas generaciones de directores y educadores más talentosas a través de una noble competición, y también, de manera indirecta, a muchos coristas.
La sexta y última edición del certamen tuvo lugar del 10 al 13 de diciembre de 2014 bajo el patrocinio honorario del Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional, el mariscal del voivodato de la Baja Silesia, el alcalde de la ciudad de Breslavia, el rector de la Academia de Música Karol Lipiński (AMKL) y la cónsul honoraria de Italia en Breslavia. Como es habitual, la Facultad de Educación musical, Arte coral y Música eclesiástica y el Departamento de Dirección coral y grupal de la Academia de Música Karol Lipiński se encargaron de organizarlo. Cabe destacar que es el único evento de esta envergadura que se organiza en Polonia y reúne a jóvenes estudiantes del arte de la dirección coral de toda Europa. En esta edición, los representantes de países como Letonia y Ucrania (tres personas cada uno), Rusia (dos personas), Bielorrusia, Israel y Eslovenia (una cada uno) constituyeron un grupo que suele ser, por tradición, muy numeroso. Polonia, por su parte, estuvo representada por cinco personas. Después de una primera clasificación de grabaciones (septiembre de 2014), 16 directores reunían los requisitos para participar en la competición.
A lo largo de tres etapas, tuvieron que enfrentarse a un repertorio muy diverso. Empezaron con piezas de Karol Szymanowski (las llamadas Canciones de Kurpie, interpretadas por el coro académico Feichtinum de la AMKL, 20 minutos de duración), que supusieron todo un desafío, sobre todo para los extranjeros. La infinidad de melodías y armonías que poseen estas piezas relativamente cortas se puede comparar con la dificultad interpretativa de las mazurcas de Frederic Chopin, las cuales plantean un formidable desafío para cualquier pianista pese a la apariencia simple de su estructura. Para honrar dichas dificultades, pasadas y presentes, el profesor Krasnodębska estableció el Premio Karol Szymanowski a la mejor interpretación de pieza. Le fue concedido a Viacheslav Larin (Minsk, Bielorrusia).
Solo ocho directores participaron en la segunda etapa con interpretaciones de música de finales de siglo: los madrigales de Claudio Monteverdi y los motetes de Heinrich Schütz (grupo vocal Cantus Animae). Esta etapa fue un poco más fácil para los candidatos (40 minutos de ensayo) y dio a conocer una diversidad muy clara de personalidades en materia de dirección. Valorar el método de trabajo elegido, su eficacia, la habilidad del director a la hora de desarrollar un sonido grupal, la selección de la articulación más relevante y el enfoque de una capa textual; a continuación, valorar la técnica manual y el nivel de credibilidad interpretativa. La suma de todos estos factores fue la que determinó la puntuación final del jurado de la competición. El jurado también tuvo la oportunidad de escoger el mejor intérprete, y el Premio Claudio Monteverdi a la mejor interpretación de pieza le fue concedido a Dawid Jarząb (Breslavia, Polonia).
La tercera y última etapa (de 60 minutos de duración) incluyó la interpretación de música contemporánea polaca y europea. En su programa se encontraban piezas de Krzysztof Penderecki, Arvo Pärt, Ana Gnjatović y Paweł Łukaszewski, así como dos piezas de ciudadanos breslavos: Agata Zubel y Rafał Augustyn. El Coro del Foro Nacional de Música fue el encargado de interpretarlas. Los cinco finalistas, Jurgis Čabulis (Letonia), Dawid Jarząb (Polonia), Viacheslav Larin (Bielorrusia), Beata Śnieg (Polonia) y Yuval Weinberg (Israel) se enfrentaron a un repertorio nada fácil que requería de una competencia técnica de verdad y un enfoque maduro en materia de música. Personalidades y escuelas de dirección distintas, formas de comunicarse con el grupo también distintas. Interpretaciones más o menos relevantes. El veredicto del jurado se correspondió con el resultado final, para el que se valoró, aparte de la competencia puramente técnica, “algo” que siempre está presente en la carrera de un artista, una destreza no verbal para ganarse al grupo y al público transmitiendo la pasión y las fascinaciones artísticas. Así, el primer premio, el Premio de los Miembros del Departamento de Dirección Coral y Grupal de la AMKL y el Premio Coros de Competición le fue concedido al ya mencionado Yuval Weinberg, nacido en Israel, graduado por la Hochschule für Musik de Berlín y actual residente en Noruega por cuestiones de estudios. El segundo premio le fue otorgado a Viacheslav Larin, estudiante de la Academia Estatal Bielorrusa de Música de Minsk; el tercero fue para Dawid Jarząb, graduado por la Facultad de Educación Musical y estudiante de dirección sinfónica en la Academia de Música Karol Lipiński de Breslavia. Un representante de la Academia de Música J. Vitols de Riga obtuvo la distinción y el Premio Especial a la Mejor Obra Concertística, mientras que el Premio Especial de la Cónsul Honoraria de Italia en Breslavia fue para una representante de la Academia de Música S. Moniuszko de Gdansk: Beata Śnieg. El jurado del certamen estuvo compuesto de distinguidos expertos y directores con experiencia que representaban a diversos centros europeos: la prof. Inessa Bodyako (Academia Estatal Bielorrusa de Música), la prof. Jasenka Ostojič (Academia de Música de Zagreb, Croacia), el prof. Andrea Angelini (Rímini, Italia) y el prof. Stanisław Krawczyński (Academia de Música de Cracovia, Polonia). La autora de este texto presidió el jurado y desempeñó un papel administrativo en la competición.
La nueva sala de conciertos de la Academia de Música de Breslavia, que destaca por su excelente acústica, acogió las tres etapas de ensayos competitivos y el concierto de los galardonados. Fue un inmenso placer para nosotros, los organizadores, ser testigos de la gran satisfacción de los grupos, directores y público por el resultado final del certamen. La gran participación de los estudiantes de la Academia de Breslavia fue también algo digno de recordar. Sin ellos no habría sido posible llevar a cabo una empresa tan grande como esta.
Te invito a visitar la página web del certamen (www.towardspolyphony.pl) y a descubrir la hospitalidad de Breslavia, sede de la próxima edición (diciembre de 2016). También quiero transmitirte mi optimismo y esperanza porque, una vez más, hemos comprobado que el arte coral todavía es joven, fresco y fascinante. Cada vez hay más directores que son capaces de llenar de entusiasmo a sus cantantes. El certamen Towards Polyphony de este año ha coincidido con el Día Internacional del Canto Coral, una señal inequívoca de que, con la unión de miles de coristas tanto jóvenes como mayores, la música nos va a ayudar a crear un mundo mejor. Como dijo el poeta polaco Cyprian Kamil Norwid: «La belleza sirve para entusiasmar en el trabajo; el trabajo para resurgir»[6].
Dejémonos seducir por ese entusiasmo y permitamos que nos colme de alegría y satisfacción.
Marta Kierska-Witczak es poseedora de una maestría en Humanidades con matrícula de honor por la Academia de Música Karol Lipiński de Breslavia, donde ejerce como docente. Ha colaborado con distintos coros y orquestas de cámara en muchos proyectos y ha sido profesora de estudios de posgrado, cursos esporádicos y clases para programas de becas Erasmus y Ceepus. Ha dado clases en varias universidades de música (p. ej. en Bulgaria, Bielorrusia, Bosnia y Herzegovina, Croacia, Alemania, Italia, Rumanía o España) y cursos a distintos coros en Polonia y en el extranjero (Francia, Noruega y Alemania), en los que ha enseñado música coral polaca tanto antigua como contemporánea. Lidera la Sección de Música Eclesiástica de la AMKL y promueve una gran cantidad de iniciativas: conciertos, simposios, cursos, etc. Es directora artística y de orquesta en el coro de cámara CONSONANZA de la Universidad Técnica de Breslavia (desde 1993), el cual participa en muchos festivales y concursos y recibe a menudo muchos premios y distinciones. Ha sido condecorada en varias ocasiones como directora invitada en otros coros. También dirige otras dos agrupaciones (como el Cantus Animae) y es jurado en varios concursos corales. En el 2014 presidió el jurado del Certamen Internacional de Dirección coral Towards Polyphony, organizado por la AMKL de Breslavia.
[1] Un municipio ducal se estableció ahí en el siglo X y, junto con Silesia, se anexó a Polonia antes del 990. El obispado aparece mencionado por primera vez en el año 1000. Harasimowicz, J. (Red.). (2006). Encyklopedia Wrocławia (Enciclopedia de Breslavia), p. 284. Breslavia.
[2] El periodo de actividad del famoso Teatro Laboratorio experimental de Jerzy Grotowski transcurrió entre 1965 y 1982 (véase: www.grotowski-institute.art.pl). El Teatro Pantomima de Henryk Tomaszewski lleva en activo desde 1956 (véase: www.pantomima.wroc.pl). Breslavia es también la ciudad donde se celebra uno de los festivales de música de oratorio más importantes de Europa: el Festival Internacional Wratislavia Cantans, fundado por Andrzej Markowski el 1966. Cada año acoge la más exquisita selección de grupos, directores y cantantes (véase: http://wratislaviacantans.pl).
[3] Algunos barrios de Breslavia fueron destruidos casi en un 90 por ciento. Harasimowicz, J. (Red.). Op. cit., p. 1028-29.
[4] Edmund Kajdasz (1924-2009), director del Coro de la Radio y Televisión polaca de Breslavia, el Coro Infantil de la Radio polaca Wrocław Radio Larks, el Coro Académico y el Coro Cantilena y fundador del Coro Cantores Minores Wratislavienses. Ha grabado más de cuatro mil piezas corales para la fonoteca de la Radio Polaca y cincuenta discos de música antigua. J. Harasimowicz (Red.), Op. cit., p. 331.
[5] Cit. per: Programa del quinto Certamen Internacional de Dirección coral Towards Polyphony (2011, p. 8), Breslavia.
[6] C.K. Norwid, Promethidion, Diálogo 1, Bogumil.